bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.
Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.
cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.
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CAPÍTULO 11
Aurora no había querido decir eso en voz alta, pero lo dijo y molesta le grita. – Suelta el arma o te mato y sabes que lo hare, tengo mucho mejor puntería de la que puedes tener Sergio.
Eres un traidor, que bueno que mi tío Max no puede verte, estaría desilusionado de ti y la verdad no entiendo por qué lo estás haciendo.
Mi tío Max y la tía Agramon, te sacaron de las calles, te ayudaron a salir adelante, te dieron un hogar y tienes una vida llena de lujos; yo estuve más de una vez en tu casa cuando ellos te visitaron, claro que en ese tiempo tenía unos 7 o 8 años, pero a pesar de mi edad me di cuenta lo bien que ellos te trataron, no entiendo por qué los has traicionado si lo tenías todo.
Tenías una buena vida, con un ingreso bastante bueno y puedo decir que eras uno de los consentidos, te llevaron a la isla, estuviste con toda la familia más de una vez, ayudaste con el sistema seguridad en algunos países, se te dieron privilegios que a nadie más se le han dado, todo porque mis tíos confiaban en ti, porque te consideraban parte de nosotros
Sergio se empezó a reír y le dijo. – Max y Agramon, fueron realmente buenos conmigo y los dos eran unos estúpidos, que se equivocaron.
Cuando ellos me encontraron yo solo tenía 13 años, era un adolescente y las hormonas eran algo fuerte, me gustaba dejarme llevar por esos deseos; desde esa edad ya hacia cosas que ustedes la familia del maestro reprueban o miran mal.
Para mi suerte con Mas y Agramon me encontraron, yo acababa de violar a una jovencita, un amigo llego justo cuando termine y bueno termine matando a los dos; tengo que decir que las cosas se dieron tan rápido que no sé cómo logre convencer a esos dos para que me creyeran una víctima.
Hice ver a ese joven como el violador y el asesino de la joven, yo como el héroe que trato de salvar a la joven, que por accidente termino matando a ese joven; cuando me llevaron con ellos fue difícil controlar todo este deseo, pero logré pasar por un buen joven, convencí a toda la familia de que era como ustedes.
Actúe muy bien durante años, lo bueno que solo pasaba tiempo con ellos, cuando estaba solo podía divertirme como me gustaba, aunque siempre lo hice con algo de temor, pensando que me descubrirían, hasta que conocí a esa mujer que me dio una mejor opción de vida.
Acepte unirme a ellos porque es la única manera que puedo seguir con lo que me gusta y sin miedo de que alguien de ustedes venga a querer matarme; la verdad no esperaba que la familia llegara tan pronto a Rusia y menos que no me avisaran de lo que pensaban hacer, esto solo puede ser porque alguien les ha dicho sobre mi traición, pero no voy a dejar que me lleven vivo con ustedes, se lo que hacen con hombres como yo, como los torturan.
Tu eres la joven maestra Aurora, hija de Kilian y Claudia, te recuerdo muy bien, me gustaba verte; siempre te me hiciste la más hermosa de tu familia, me imaginaba todo lo que podría hacerte, si algún día te llegaba a tener a solas, pero esos pensamientos y esos deseos se acabaron cuando te mire entrenar con Miller.
Te entreno muy bien desde pequeña y tambien me toco verte con Agramon, eras un demonio, ágil para moverte, pero lo que más me causo escalofrió fue esa vez que fuimos de casería, recuerdas tu tenías unos 10 años; mataste a un oso con 5 disparos, fue algo exagerado a mi parecer, pero eso no fue lo peor, ver como lo destrozaste fue lo escalofriante.
Tu quedaste bañada en sangre, sacabas los órganos del animal y lo hacías sin sentir un solo remordimiento, hasta creo que lo disfrutabas; para mí fue lo más horroroso que he visto en mi vida, desde ese momento no volví a verte igual, realmente lo único que he pensado que tu deberías de estar muerta al igual que toda tu familia.
Ustedes son los verdaderos monstros de este mundo y tienen que ser exterminados, nadie puede quedar vivo, para que este mundo pueda ser mejor; ya es momento que todos en el mundo podamos estar sin pensar en que uno de ustedes llegue a querer matarnos.
Aurora le sonríe y le dice. – Eso nunca va a pasar, mi familia es fuerte y yo soy una digna descendiente, una joven maestra, que hoy te va a dar una lección, te hare desear la muerte, porque voy a disfrutar al torturarte, vas a hablarme de esa mujer que te ha contactado; tambien tienes que saber que mi familia no va a terminar, puede venir quien sea y nosotros terminaremos con todos ustedes, no dejaremos a ninguno vivo.
Ahora será mejor que bajes el arma y te entregues, porque si yo te la quito no va a ser nada bueno para ti.
En ese momento se empezaron a escuchar disparos afuera de su puerta y Lupita solo hizo su sonrisa más grande sabía que su familia estaba afuera, que acabarían con todos los hombres, pero ella tenía que atrapar a Sergio, vivo para poder descubrir a otro de sus enemigos.
Sergio no pensaba bajar su arma y ella tenía que moverse rápido, para poder desarmarlo, en ese momento se escucha que alguien golpeo la puerta, eso hizo que él dejara verla, rápido le dispara en el hombro y en la pierna.
Cayó al suelo gritando, al mismo tiempo soltó la pistola, no era un hombre con entrenamiento, tampoco era fuerte, más bien era un cobarde y eso fue bueno para Aurora, porque apenas se acercó empezó a decirle. – La mujer se llama Yulieth, es familiar de Timer y odia a la familia, lo único que sé es que se alió al descendiente de Nathan.
No sé dónde encontrarla, solo la mire una sola vez y eso fue hace un año, después de la muerte de Max y Agramon, al no estar ellos todos saben que una gran fuerza de la familia se perdió; yo tambien sabía que con la muerte de ellos se dio un desequilibrio en los militares, me propusieron unirme a ellos y una vez que ustedes mueran Rusia será mío.
Tenía que conseguir mujeres y hombres, cada mes tengo que entregar 40 víctimas, un barco llega por ellas, gracias a que soy parte de la familia del maestro nadie revisa mis embarcaciones, es la manera que se mueven en este país.
Usamos todos los lugares que los jóvenes usan para divertirse, menos lo que pertenecen a nuestra gente, que son los míos; me enteré de que habían atacado uno de mis clubs, pero realmente nunca me imaginé que fueran ustedes, pensé que había sido el presidente de este país.
Ya tiene rato encima de mí, sé que sospecha algo, pero nunca me imaginé que por una pequeña sospecha mandara a traer a la familia, ese desgraciado ojalá y pronto lo maten, para que pague por echarme a perder mis planes.
Es todo lo que sé, no tienes que torturarme, solo déjame ir, por el amor que Max y Agramon me tenían; si ellos estuvieran vivos me dejarían en libertad, no me matarían me querían como un hijo.
Aurora memorizo todo lo que le dijo y una vez que lo escucho rogar golpeo su cuello para dejarlo inconsciente; era cierto que ya le había dicho todo lo que sabia, pero eso no significaba que ya hubiera acabado con él, estaba segura de que su tío el pequeño Max iba a querer tenerlo enfrente, para hacerle pagar por ofender de esta manera la memoria de sus padres.
En ese momento la puerta se abrió, era Dasha y estaba llena de sangre como siempre, pero sintió alivio al ver a Aurora; habían limpiado todo el edificio, solo tres pisos estaban ocupados, usaban ese lugar para esconderse.
Aurora al hombre que llego con Dasha le ordeno que recogiera a Sergio, que atendieran sus heridas y que lo tuvieran listo para cuando regresaran a la isla, era el regalo que le llevaría al tío el pequeño Max.
Dasha ordeno a dos de sus hombres para que limpiaran el lugar y ella salió con Aurora, fue una sorpresa al ver a Leonardo con todos los muertos a su alrededor, pero no dijeron nada, solo regresaron al hotel, a esperar a que los demás terminaran y regresaran para hablar.
Para Adal fue más fácil, llevaron a Hanna a una casa que estaba en una buena colonia; ahí encontraron una pareja que eran los encargados de mantener a las víctimas escondidas en el sótano.
Encontraron casi 30 víctimas entre mujeres y hombres, entre ellos estaba Hanna, que en el momento que Adal llego al sótano, ella iba despertando, al verlo le dijo. – Tío, ¿ya termino todo?
Adal la ayudo a levantarse y le dice. – Eres el miembro de la familia más despreocupado que tenemos en la familia, ¿Cómo dejaste que te dejaran inconsciente?
Hanna le sonríe y le dice. – Porque sabía que estaba a salvo, ustedes ya estaban listos para venir detrás de mí y tenía algo de sueño, solo aproveche para descansar.
Adal negó con la cabeza y la tomo del brazo para sacarla de ahí, era su forma de cuidarla para que no se callera al suelo, le parecía que aún se miraba mareada no quería que se callera o se lastimara.
Al llegar a la sala de la casa, mira que Willmar ya había terminado con los hombres que estaban armados dentro de la casa, eran pocos y no fue difícil limpiar la casa; una vez que tuvieron todo bajo control Adal les ordenó a sus hombres que se encargaran del resto, que llevaran a las víctimas a la asociación y a Willmar le dijo que lo siguiera tenían que regresar al hotel.
Era algo extraño, pero Adal estaba preocupada por Aurora, no dejaba de pensar en si la habían rescatado y Joshua solo le ayudo a entrar a la casa, una vez que controlaron todo, que encontraron a Hanna solo se desconectó, sin informarle nada de Aurora.
Mientras iban en el carro de regreso al hotel le ordeno a Willmar que le marcara a Paola y a Joshua, pero ninguno de los dos le contestó, solo recibieron un mensaje que decía “los esperamos en el hotel” algo que inquieto a Adal no entendía por qué había tanto silencio, porque simplemente no les decían que Aurora estaba bien o que algo le había pasado.
Al llegar al hotel, hizo que Willmar y Hanna los siguieran, al entrar uno de los hombres de Paola que ya lo estaba esperando, les informo que fueran a la sala de juntas que los estaban esperando.
Adal no dijo nada solo siguió caminando, subió al elevador junto con Hanna y Willmar; fueron directamente a la sala de juntas y al entrar para Adal fue un alivio al ver a Aurora, Dasha y a Leandro sentados hablando de lo bien que lo hicieron.
Adal abrazo a su esposa, no le importo que estuviera llena de sangre, solo estaba feliz de ver a su familia a salvo; todos se sentaron y Aurora empezó a decirles lo que Sergio le dijo, les dio el nombre de una de las aliadas del descendiente de Nathan.
Dasha sonríe al mismo tiempo toma la mano de Adal y dijo. – creo que esta misión es para nosotros ¿no crees amor?
Adal responde a su agarre y dijo. – Paola marca a Nasir dile que necesitamos hablar con mi abuelito JEAN, con el abuelo Harry y la tía Maritza.
Paola miro el rostro de su hermano al momento que hablo y no le gustó nada lo que miro; se escuchaba tranquilo con esa voz angelical, pero ella sabía que entre más dulce se escuchara más enojado estaba y esos ojos amielados se le pusieron oscuros, para ella era un hecho que él estaba más que enojado, que estaba ocupando de toda su concentración para no perder el control de sus acciones, algo que era malo, era capaz de salir de ahí y empezar a matar sin control para encontrar a la mujer.
No podían permitir algo así, que causara el mismo pánico que hace años causo con Nashira buscando a Eber; sin decir nada marco a Nasir y le dijo lo que pedía Adal, lo hizo de una manera que sonara urgente.
Nasir rápido les hablo a Harry, a JEAN y a Maritza, cuando estuvieron juntos marco a Paola; apenas contestaron la llamada Adal empezó a decir. -Dasha y yo o volveremos a la isla, empezaremos a buscar a Yulieth, tenemos que atraparla viva, para que nos diga donde se esconde el descendiente de Nathan, es mejor terminar con esto de una vez y…
Y tambien tengo que decir que para mí esto es algo personal, recuerden que su familiar casi mata a Dasha y a mis hijos, casi muero yo en sus manos, hasta ustedes estuvieron en peligro; para mí esto es importante y quiero su aprobación, realmente no deseo hacerlo a escondidas, desobedecer sus órdenes no es algo que me guste, pero esta vez siento que tengo que hacerlo, mi instinto me lo pide a gritos.
JEAN Y Harry se miraban sin saber que decir, no sabían si era bueno dejarlos solos, pero en ese momento Maritza empieza a decir. – No queremos que dejen muertos en las calles, mucho menos que causen terror a la sociedad.
Si van a matar a alguien o hacer lo que hacen en cada ataque, tambien van a tener que asegurarse de que las personas inocentes no se den cuenta, ni los medios de comunicación,
Se quedarán con uno de los aviones y tambien pienso que va a ser bueno que debes en cuando alguien de nuestros jóvenes descendientes los acompañe, para que aprendan un poco de ustedes.
JEAN Y Harry tambien estuvieron de acuerdo, para Adal fue algo bueno que lo apoyaran con esa decisión; una vez que cortaron la llamada los dos fueron a su habitación se bañaron, tomaron sus maletas y esa misma noche salieron en uno de los aviones, su primera parada iba hacer en Japón era uno de los lugares donde había estado, eso lo investigaron Paola y Joshua en lo que ellos se bañaban.
Paola y Joshua tenían que regresar a la isla para llevar a Sergio, pero la más ansiosa por regresar era Aurora que quería estar cuando el pequeño Max se reuniera con ese hombre, estar en la tortura, para que le hiciera pagar por traicionar la memoria de su tío Max y Agramon.
Leonardo tambien quería estar en esa tortura, había traccionado la memoria de sus abuelos y quería verlo sufrir, para Hanna era algo diferente, como Adal se lo había dicho, era la más despreocupada de la familia, siempre tomaba las cosas a la ligera, pero eso no significaba que fuera una irresponsable era solo que sabía que ahí no había peligro.
Al día siguiente Willmar los llevo al aeropuerto, se despidió de su familia y de ahí se fue al hospital quería ver a Vanessa; él tuvo que quedarse para limpiar el país, no sabían si aún quedaban cómplices, pero ese iba ser su trabajo, dejar todo limpio y el ejército de la familia iba a estar para ayudarle.
Willmar llego al hospital, apenas la miro la abrazo y ella le respondió, fue un momento algo extraño para él, pero le gusto tenerla entre sus brazos; cuando se separaron miro sus labios, quería besarla, era tan extraño que deseara algo tanta intensidad.
Tuvo que separarse de ella antes de cometer una tontería, se sentó en la silla que estaba al lado de la cama y empezó a preguntarle. - ¿cómo se te sientes? ¿Cómo estás?
Vanessa le dijo que estaba bien y que ya quería salir de ahí para empezar con su entrenamiento, pero aún tenía que estar dos semanas más, eso era algo que la tenía intranquila y Willmar se dio cuenta, tuvo que repetirle que al salir de ahí haría lo que le prometió.
Willmar estuvo trabajando en la limpieza de la ciudad, atrapo 8 hombres de los que trabajaban con Sergio; tuvo que torturarlos un poco para saber quiénes más trabajaban con ellos y a si fue atrapando a todos los que estaban involucrados, pero todas las tardes llegaba al hospital, se quedaba con ella, ahí dormía en el sofá.
Rápido pasaron las tres semanas y Vanessa fue dada de alta, Willmar paso por ella, primero la llevo al hotel; ella no quería regresar a la casa con sus padres, sentía que aún nos estaba lista para verlos, como no tenía ropa, él la llevo de compras.
La semana se la pasaron juntos, la llevo a los mejores restaurantes, por las tardes iban a caminar a uno de los parques, tambien la llevo a comer los mejores postres de la ciudad, a tomar café y a muchos lugares, la quería hacer sentir bien esperando que eso le quitara la idea de entrenar, pero nada la hizo cambiar de opinión.
Llego el lunes y ella ya estaba recuperada, esa mañana en el desayuno, le dijo. – Creo que ya tenemos que pensar con el entrenamiento, esto de estar todos los días de un lado a otro, es una pérdida de tiempo, quiero empezar o es que tu ¿cambiaste de opinión? ¿no vas a cumplir con lo prometido?
Willmar estaba por comer el primer bocado de su desayuno, cuando la escucho hablar; se le quedo mirando, sabía que ella quería una respuesta y no sabía realmente si tenía que llevarla con él, si realmente iba a poder con lo que estaba pidiendo.