Amor Campestre

El hombre extiende su mano como todo un caballero.

_____ Mi nombre es Juan Méndez.

_______ Hijo de Rosa Méndez.

Alma Rosa, al ser una chica desconfiada, contestó.

_______ ¿Y, por qué yo no sabía que la abuela tenía un hijo?

______ (...) ___ Por un momento, Juan Méndez guardó silencio, luego solo dijo.

_____ Mi madre me creía muerto. Es una larga historia que un día te contaré.

Alma Rosa entrecerró los ojos con desconfianza. Pensaba que el hombre delante de ella solo le estaba mintiendo para quedarse con la choza que era de la abuela.

Por lo que había escuchado durante muchos años, es que varias familias influyentes del pueblo querían quedarse con el terreno donde estaba construida la choza de su abuela Rosa.

Hasta su último momento, Rosa se negó a vender. Así recibiera la oferta más tentadora. Ella vivió toda su vida ahí y ahí murió.

..."Y, ¿por qué la abuela nunca me contó que tenía un hijo?...

...¿Será que se avergonzaba de él? ¿O, será que este hombre no es su hijo y solo se quiere salir beneficiado de mi desgracia?...

...Casualmente, aparece justo cuando mi abuela muerte, ¿Por qué no lo hizo antes?...

Alma Rosa, se quedó sumergida un momento en sus pensamientos. Por su cabeza, pasaban tantas preguntas y sólo el tiempo y Juan podrían contestar

_______ Niña, me puedes dejar a solas con mi madre. ___ Juan interrumpió los pensamientos de Alma Rosa.

______ ¿Por qué hasta ahora? ¿Por qué no antes? ___ Preguntó Alma Rosa cuestionando a Juan.

_______ Como te lo dije hace un momento. Es una larga historia, ahora no tengo tiempo ni ganas de hablar.

_______ Yo la quiero escuchar ahorita.

________ Quiero saber por qué la abuela nunca me hablo de usted. _____ Alma Rosa, se negó a irse, ella necesitaba respuestas, de otra manera no se iría.

______ No sé porque mi madre nunca te hablo de mí. Tal vez, por qué un día le cause tanto dolor que se decepcionó de mí. ___ Contestó Juan.

______ Eso no es suficiente para creer que eres su hijo.

______ Quiero saber por qué nunca visitaste a la abuela.

_______ Deja de meter tus narices donde no te llaman, niña. ____ Juan ya estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba con Alma Rosa.

_____ ¡¿Me está llamando metiche?!

______ Por si no lo sabe. ¡Esta mujer que ahora está enterrada aquí fue mi abuela!

______ Y ella me contaba todo. No se le hace extraño que no me haya hablado de usted.

_______ A mi se me hace que no eres su hijo y solo mientes para quedarte con la choza que era de mi abuela.

______ ¡Pero, desde ahora te dijo que no lo voy a permitir! ¡Esa casa es mía, mi abuela me la dejó!

Alma Rosa lleva sus manos a su cintura, mostrándose molesta. La viaja choza era lo único que le quedaba. Sin es pequeña casa, no tendría donde vivir.

______ Tú no eres nada de mi madre. ____ Contestó Juan cortante.

______ ¿Cómo qué no?

______ ¿Dónde estuviste tú cuando ella enfermaba?

_______ Sabías que estaba enferma de las rodillas y de las manos.

_______ Su espalda ya parecía matraca vieja. Rechinaba cada vez que se levantaba de la cama.

Juan bajó la mirada, sintiéndose culpable de haber abandonado a su madre cuando más lo necesitaba.

Prefirió quedarse en la ciudad y convertirse en el hombre rico que era ahora. Al volver e intentar darle todo a su madre, ella moría.

No le dio tiempo de contarle todo. Ahora lo único que le quedaba era cuidar de la chica que su madre crío y cuidó como su nieta.

______ Déjame a solas con ella. ____ Volvió a decir Juan.

Juan pasó a un lado de Alma Rosa cayendo de rodillas frente a la tumba de su madre. Esa acción sorprendió a la chica que se alejó un par de pasos nada más.

..."Perdóname, mamá"...

"Perdóname, por haberte hecho sufrir tanto"

..."Perdóname, por no haber vuelto antes y decirte que no estaba muerto como todos estos años lo creíste"...

..."Perdóname por no haber escuchado tus consejos"...

Sus lágrimas fueron cayendo por los ojos negros del hombre. Dejó el ramo de rosas en la tumba y tomó un puño de tierra.

_____ Te juro que cuidaré de esa niña, como si fueras tú.

Alma Rosa volteó, indignada.

________ ¡Yo no necesito que nadie me cuide! ¡Yo me sé cuidar sola!

Juan movió la cabeza, pensando que sería muy difícil controlar a esa chiquilla rezongona.

Por lo que sabía, después de que su madre lo pensaba muerto, una niña recién nacida llegó a su vida a ocupar su lugar.

Alma Rosa ocupó el vacío que su supuesta muerte dejó en su madre. Ahora que volvía hecho un hombre de dinero y poder, con sed de vengarse, solo le quedaba cuidar de Alma Rosa y convertirla en una mujer preparada.

Como a su madre le hubiera gustado. Pasado el tiempo, Juan se puso de pie. Al voltear, ya no vio a la chica.

Alma Rosa se había ido y ni tiempo le dio de contarle que a partir del día siguiente ella se mudaría a la hacienda que ahora era de la familia Méndez.

A la mañana siguiente, Alma Rosa volvió a la Hacienda Ferry, para continuar con su trabajo.

Artemisa vio a la chica llegar y de inmediato se acercó a ella al ver que iba al jardín a cortar Rosas.

Al llegar, el corazón de Alma Rosa se rompió en mil pedazos al ver lo que han hecho con sus rosales.

______ Lo siento, niña. Fueron órdenes de los patrones. ____ Dijo Artemisa, sintiendo lástima por la chica.

______ Pero... Pero, ¿por qué? ____ Alma Rosa, no puede evitar llorar.

_______ Por qué tú no eres más que una sirvienta. _____ Alma Rosa, como, Artemisa voltearon al escuchar la voz.

Renata vio que Alma Rosa llegó a la hacienda y rápidamente le fue a contar a Jimena. Fueron ordenes de Maritza.

______ ¿Usted quién es? _____ Alma Rosa se limpió cada lágrimas que caía por sus mejillas y miró desafiante a Jimena.