La Princesa Antiguo Desafía A Los Dioses

Los fríos ojos de Aying miraron desde principio hasta el final al príncipe heredero.

—¡hermano príncipe, vamos!—dijo Emilia sosteniendo su brazo.

—¡llévenla!—ordenó con indiferencia.

Los guardias que están apunto de llevarse a Aying se detuvieron al encontrarse con sus ojos.

Esa luz plateada brilló débilmente es como una sensación misteriosa que puede juzgarte incluso matarte con solo unas palabras.

Uno de los guardias tembló de miedo entre sus pensamientos habló—¿Realmente tiene 6 años? ¿Porque siento que ha vivido miles de reencarnaciones?

—¡yo puedo irme sola!—caminó Aying siguiendo a las dos figuras muy abrazadas.

Los guardias siguieron a Aying hasta que todos llegaron a una puerta.

El príncipe heredero avanzó, estiró su mano colocándola sobre el detector dactilar, la puerta se abrió revelando una paisaje salvaje.

—¿qué clase de lugar es este?—se preguntó Aying a sí misma observando como Emilia junto con el príncipe entraban a la terraza protegida con una barrera sobrenatural.

—¡maestra, este lugar no están simple! Puedo sentir una energía aterradora—advirtió con cautela el pajarito.

Las camisuras de los labios de Emilia se levantaron al instante dio la vuelta mirando a Aying.

—¡Hermana menor, puedo dejarte vivir! “Claro si logras vencerme”—estiró su brazos señalando con elegancia el bosque.

—¡no puedes ir!—el príncipe heredero sostuvo la muñeca de Emilia sintiendo un rastro de pánico.

La mano de Emilia alejó al príncipe heredero con una sonrisa confiada le contestó—¡Puedo hacerlo! Hermano príncipe déjame competir desde niña mi hermana santa y yo competíamos no soy tan débil.

Un suspiro inminente se escuchó—está bien, Emilia no hagas nada precipitado.

—¡Gracias hermano príncipe!—lo dijo Emilia casi gritando mientras saltaba hacia sus brazos.

La mirada de disgusto se dibujó en el rostro de la pequeña Aying como si se burla de Emilia que parece inocente pero es peor que un demonio.

—¡hermana menor vamos!

El príncipe heredero chasqueo los dedos, una máquina apareció teletransportando a ambas directamente hacia el bosque.

—¡increíble! “Una máquina que puede usar la habilidad de teletransportació, en mi clan nunca nos hemos dejado llevar por la era tecnológica usamos todo tradicional, esto es increíble” ¡si mi papá me escuchara me regañaría!

—¡eh! ¿Acaso no me estás escuchando?—dijo Emilia mirando a la niña quien se ha tapado los labios con una expresión infantil.

Aying al escuchar sus palabras reaccionó mirándo a Emilia pero sin dejar de cubrir sus labios al instante avergonzada los bajó—¡perdona no escuche! ¿De qué hablas hermana mayor?

—¡la competencia está por comenzar! Escucha con atención te contaré todo sobre estos eventos hechos por el príncipe heredero “Se llaman eventos de casería, varios jugadores entran para competir cada arma estarán puesta en diferentes direcciones tendrás quedar lidiar con bestias encondidas después correrás al lugar de encuentro cuando todos estén cercas debes matar hasta que seas el último de pie”—sonrió al instante chasqueo los dedos.

Cuando Emilia chasqueo los dedos la máquina analizó todo el lugar se podía escuchar como se movían objectos pesados dentro de la selva al segundo las puertas que casi rodeaban a ambas se abrieron varios niños de 11 a 14 años salieron sus atuendo están hechos un desastre claramente podías saber que son niños pobres sin familia.

—¡Aying, está por comenzar la casería!—sonrió de manera siniestra.

Los niños sintieron temor como si desearan huir, la puertas se cerraron dejando a los niños aún más asustados.

—¿cómo puede hacerles esto?

Emilia miró de reojo a Aying soltando las siguentes palabras—¡está bien! Estos niños ya saben las reglas.

Una voz resonó por todo el lugar.

“Comienza la casería en tres, dos, uno, cero”

Todos los niños al escuchar el cero corrieron hacia el bosque de manera frenética mientras se miraban con maldad.

—“debes apresúrate Aying o si no te quedarás sin arma serás un blanco fácil de matar”—advirtió Emilia.

Aying al ver que corrió se apresuró a entrar.

Dentro del bosque.

Los pequeños pasos de Aying se hacen más fuerte, la espesa neblina es demasiado aterradora como si algo te vigilara.

—¡maestra, este lugar es extraño!—advirto el pajarito.

—¡has salido! Tienes razón este lugar es muy poco aterrador.

El pájaro rodeó el cuerpo de Aying.

—¡maestra! ¿Tienes miedo?

Aying negó mirando al frente—¡he tenido un entrenamiento aún más fuerte que este! Mis padres me entrenaron, desde que nací e sido destinada hacer el líder del clan antiguo—murmuró.

—¡imposible! ¿Cómo podrían? Eres solo una niña.

—¡lo sé!

—¡maestra cuidado!—gritó el pájaro volando directamente hacia el frente.

Una pitón verde abrió la boca como un monstruo sediento, el cuerpo del pajarito brilló con luz blanca.

El estruendo hizo que los árboles se movieran, el cuerpo de la pequeña Aying que no soporto tal presión que cayó al suelo arrastrándose mientras sus pequeña uñas se enterraban en la tierra fértil.

—¡duele!—murmuró sin atreverse a ver el estado de sus manos solo continuó avanzado al frente.

El pajarito giró en forma de remolino conteniendo una fuerza poderosa que se dirigió hacia la pitón.

Cuando se encontró contra la pitón, las escamas en su cuerpo brillaron como una barrera protectora no lo atravesó.

—¡esta maldita pitón—exclamó tocando sin ala su cuerpo cubierto de sangre.

Mordiendo sus labios pequeños Aying se arrastró como si su vida dependiera de esto, hasta que al levantar la mirada se sorprendió al ver un arco flotando.

—¡es una arma!—gritó de felicidad.

La pitón al escuchar la voz dejó de luchar contra el pajarito dirigiéndose a gran velocidad hacia donde se encuentra Aying.

—¡maestra, rápido use su sangre!

—¡no, papá me ha dicho que no siempre debo depender de eso!

El pajarito sintió que estaba apunto de estallar en ira—¡maestra! No seas tonta si no lo haces morirás,

Aying ignorando sus palabras se levantó, su cuerpo tambaleó y con gran decisión saltó hacia el arco estirando su pequeña mano.

La pitón también se unió saltando, su boca se abrió y sus colmillos expulsaban veneno.

—¡no dejaré que mueras maestra!—voló a gran velocidad usando su habilidad de vuelo rápido.