Prestando Mis Alas

Alana:

Negué con la cabeza viendo a Javier que estaba demasiado triste, ¿Cómo poder asimilar lo que nos estaba ocurriendo? Se sentó en el sillón entrelazando sus dedos. Pensaba lo difícil que estaba pasando, sobre todo por Jeivi que era el menos culpable de lo que Kiara había hecho con Román. No tenía nombre la traición de dos personas que habíamos confiando demasiado, creyendo que nunca nos pudiera pasar.

Me senté a su lado, sostuve su mano, él acariciaba la mía con su dedo pulgar, me miró dejando ver esas lagrimas en sus ojos… tragué saliva, me sentía igual o peor.

Javier: Jamás me lo hubiera imaginado.

Alana: Pensé que era la única en el corazón de Román.

Javier: el día del accidente, vi a Kiara que corrió desesperada arrojándose hacia donde estaba Román.

Lo solté poniéndome de pie. Lo miré reposando mis manos en la cintura, todo este tiempo hemos sido solo sus juegos, sus objetos y todo ¿para que?

Alana: Son UNA BASURA, él y ella son una basura, no entiendo ¿como me hizo esto como pudo engañarme de esta manera?... cuando yo siempre estuve allí, cuando estuve perfecta siempre impecable, siempre de buena siempre cariñosa... ¿que hice mal? No, no entiendo, perdóname, no entiendo, por que me hizo esto no lo entiendo y que tú no te hayas dado cuenta osea ¿tu nunca te diste cuenta? de verdad fuimos tan ciegos los dos tan imbéciles.

Javier: te entiendo , yo estoy aquí contigo, créeme, perdóname, perdón si, no me di cuentas ¿si? perdón fue mi culpa pero no tienes por que castigarte así

Alana: Te juro por dios tengo ganas de agarrarlos y... ¿que hice mal ? ¿que les hicimos?

Me miró negando con la cabeza, pero ni por más que quiseramos buscar las palabras correctas o los momentos que en que fallamos, solo no llegaban.

Javier: Aqui estoy… aqui estoy . Te entiendo..

Pasé mi mano por mi rostro, era demasiado el daño que los dos se habían encargado en hacer, quizá uno más que el otro por que el compromiso era de nuestras parejas hacia nosotros.

Alana: No me había sentido de esta manera, me siento sucia, me siento menos.. me siento…

Cubrí mi rostro con mis manos, no quería que Javier me viera en lo que me estoy siendo ahora, esa mujer que le han dado por la espalda, una mujer que le han destrozado el corazón, más que el engaño, saber que mi hijo tuvo que pasar las consecuencias… No había perdón de Dios. Se puso de pie tomando mis brazos. Me miraba dejando caer sus lagrimas al mismo tiempo que yo.

Javier: no te castigues de esa manera.. Tú…

Alana: Los dos cometimos errores, los dos pudimos haber hecho cosas pero… Los dos tuvimos errores pero yo no recuerdo haberme acostado con alguien más. No entiendes... hice todo mal, por dos segundo llegué a creer que haría algo bien al fin.. pero ... es que... olvídalo.

Javier: tú eres perfecta, y no hablo solo por lo que se ve, sino por lo que tienes en tu interior, por como los haces sentir, por como tratas a los demás, por tu empeño, por tu dedicación y fortaleza, por que no importa el daño que te hayan hecho, siempre tienes esa preciosa sonrisa por la forma que amas, y si alguna vez alguien tiene la suerte de compartir la vida con la pedazo de mujer que eres, ese hombre sabrá lo que es amor de verdad.

Cerré los ojos negando con la cabeza, las palabras de Javier eran muy lejos de lo que ahora me consideraba, estaba más con el dolor de las cosas que se hicieron en vida antes de pensar en el futuro.

Javier: Alana… a todo esto como te sientes… ¿Cómo estás?

Levanté la mirada abriendo los ojos, mis lagrimas cayeron… (cansada, sola, rota, abandonada apunto de explotar, me siento inútil, desanimada sin ninguna ilusión, desesperada)

Alana: Bien.

Javier: El monstruo que viste al final de tu relación, era tu verdadera pareja.

Asentí con la cabeza, demasiado cierto, no tenía manera de negar lo que estaba demasiado claro, Román supo hacer de mi una tonta mientras se divertía con otra mujer que era la que se decía mi amiga, eso era peor que una infidelidad con otra mujer, el dolor era más intenso y poder mirar a los demás a los ojos, se volvería un peso que llevaría toda mi vida.

Alana: al fin entendí el mensaje, ¿sabes? él no me amaba... a él ni siquiera le gustaba.

Javier: Sanar es tan difícil por que es una batalla constante entre tu niña interior que tiene miedo y solo quiere seguridad... tú adolescente interior está enojada y solo quiere justicia, y tu yo actual que esta casanda y solo quiere paz… hicieron llorar a unos ojos que solo quería ser feliz.

Alana: Me quitaron la mayor ilusión de mi vida, mi vida entera en perder a mi hijo, no permitas que Kiara te quite a Jeivi, ella no se lo merece.

Me atrajo hacia el sillón, los dos nos sentamos, pero ahora… que nos podíamos decir el uno al otro, él con la traición de su esposa que usará hasta lo ultimo para hacerlo sufrir sin desear ver a su hijo feliz y yo con la pérdida de mi hijo en manos de su padre, por que aunque no lo quiera aceptar, sé que él tuvo culpa para que todo esto se fuera dando de esta manera, si tan solo Rimbo estuviera con vida, otra cosa sería para mi, al menos pudiera saber que tengo alguien por quien velar, no me importaba haber perdido mi herencia ni nada material, solo quería tener a mi hijo pero ya no era posible.

Javier: No se lo pienso dejar, voy a ver mi divorcio y lo haré con los mejores, quizá ella tenga el respaldo del despacho Bonnet & Qiuber y asociados, pero en ese despacho hay muchos más abogados que por excelencia lograrían dar con la verdad en todo momento. Alana no puedes dejar que lo que por ley te pertenece se quede en manos de Kiara.

Alana: ¿Qué hago? He perdido mi empleo, las esperanzas de un logro más en mi vida por mi especialidad se ha esfumado, nada me sale bien, tal parece que la vida se ha enseñado conmigo, pero me hubiera dejado a mi hijo, con solo Rimbo hubiera sido muy feliz.

Javier: No lo entiendo, en verdad, no lo entiendo, como dejar todo a Kiara cuando eres su madre.

Negué con la cabeza bajando la mirada, él sostuvo mi barbilla levantando haciendo que lo mirara.

Alana: Yo no me puedo embarazar, ese fue uno de nuestros principales problemas.

Javier: ¿De que me hablas?

Pasé mi mano por debajo de mi nariz, asintiendo con la cabeza, nunca había hablado con nadie del tema, pero este momento lo ameritaba y quien sino con Javier.

Alana: hice tratamientos, Javier siempre me llevaba con médicos supuestamente profesionales, pero nadie me decía nada, todos me decían que yo era el problema, había dado por terminado todo cuando Román me dijo por que no intentar con inseminación, fui al hospital me hicieron todo el tratamiento, y… quedé embarazada.

Negó con la cabeza levándose de muy mala gana, apartaba mis lagrimas sin apartar la mirada de él.

Javier: Hasta en eso ese miserable te mintió.

Alana: ¿Qué cosa?

Javier: Si no pudieras tener hijos, nunca, jamás hubieras pedido quedado embarazada. Alana, Román… MALDITA SEAAAA!!!

Soltó un fuerte golpe en la pared asustándome, me levanté lentamente dando unos pasos hacia atrás, reposó sus manos en la pared negando con la cabeza, no estaba entendiendo lo que le pasaba y nunca lo había mirado de esa manera.

Alana: ¿Javier?

Se apartó de la pared levantando la mirada hacia el techo, me miró negando con la cabeza, mordí mi labio empujado de mi dedo índice.

Javier: Para que pudiera funcionar una inseminación, el óvulo debió ser fecundado.

Alana: No, no entiendo.

Javier: en el testamento, mencionó “Mis hijos” sabiendo que Kiara estaba embarazada y estoy seguro que es de él.

Alana: Eso me lo imaginé cuando Kiara llevó su mano a su vientre, sé que es de él.

Javier: Habló de dos hijos, o tres. Piensa… Piensa Alana.

Rasqué mi cabeza, trataba de recordar todo ese proceso, a mi nunca me hicieron la extracción de óvulos, estaba tan entusiasmada por que me darían la noticia que por fin pudiera quedar embaraza, pero nunca entendí muy bien el procedimiento.

Javier: ¿Te extrajeron óvulos?

Mis ojos se iban llenando cada vez más de lagrimas, negué con la cabeza mirando hacia Javier.

Javier: Ayy, Alana… ¿Qué te hicieron?

Hasta mi labio y mis manos empezaron a temblar de darme cuenta de lo que todo este tiempo estuve creyendo… no podía respirar demasiado, estaba haciéndome falta aire… negaba con la cabeza.

Alana: Nooo…

Javier: Lo tenían planeado…

Alana: No… eso no… RIMBO ERA MI HIJO.

Javier: No lo creo.. Lo hicieron muy bien, Kiara iba a viajar este fin de semana y no tenía fecha de regreso, hasta donde sé, Román tendría un viaje de trabajo, iban a huir.

Alana: Rimbo iba ir con él.

Javier: con el dolor de mi corazón… Pero estoy seguro que Rimbo fue del óvulo de Kiara y el esperma de Román, tú solo fuiste el vientre para llevarlo dentro.

Mi cuerpo calló al piso reposando mis manos en el piso, negaba con la cabeza, no podía creer que exista tanta maldad en unas personas que nos profesaban amor. Esto no podía ser cierto. Javier me sostuvo de los brazos, levanté la mirada hacia él.

Alana: QUIERO PRUEBAS… QUIERO LA VERDAD.

Me abrazó pasando su mano sobre mi cabello, ¿Por qué’ ¿Por qué? Román me había utilizado de esa manera, por que no decirme la verdad desde un inicio y dejar que las cosas se fueran decidiendo…

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