el vaivén de la vida de Katrina se desarrolla cuando luego de una serie de echos desafortunados se reencuentra con un antiguo amor, Roger, un exitoso actor maduro, quien le ofrece ayuda, y conoce a Maxi, sin saber la verdadera relación que hay entre los dos hombres. ahora se encuentra contrariada entre el pasado que regreso y el muy atractivo presente.
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capitulo 11: "Un lugar como usted"
Una vez que las niñas fueron acostadas comenzaron a comer, para luego degustar las conservas, mermeladas y licores de la señora Carmela.
Había morrones en aceite, escabeche de berenjena, zapallos, otro de verduras. Mermelada de arándanos, calabaza, mora, y otras frutas... Pero lo que más les llamo la atención fueron los licores. Probaron todos, y no solo una vez, dos, para asegurarse...
-Romy ¿Estás bien?- pregunto Tadeo al verla algo alegre...
-No me siento muy bien, pero creo... Creo que katri está peor...- respondió riendo.
-Uy, ¿cómo lidio con las dos?- se pregunto de nuevo Tadeo.
-No te preocupes, yo te ayudo.- le dijo Maxi.
-Pero si yo estoy bien, bien...- dijo cómo pudo katri, levantándose y... menos mal que Maxi estaba cerca y la sujeto, sino se caía -UPS... Se me olvidó el andador.- continuo rodeando el cuello del hombre con la mano.
Entonces Maxi la levanto en brazos.
-Vos hacete cargo de esa, que yo me ocupo en la mía...- dijo Tadeo llevando a su esposa como podía.
Por su parte Maxi la llevo en brazos hacia su cuarto.
-Quédese quieta, la puedo golpear con la puerta...- le dijo y ella que le rodeaba el cuello con ambos brazos, lo miraba muy complacida.
-Que bonitos ojos tiene...- dijo katri.
-Bueno... Gracias, usted también... Rasgaditos, así como asiáticos...- respondió el doctor mientras la depositaba en la cama.
-Siempre quise saber que hace un lugar como usted en un tipo como este...- siguió ella y él la miro riendo.
-Si... Creo que algo así.- respondió, mientras se agachaba para descalzarla -Crecí acá...- continuo parándose y abriendo bien la cama, quedando muy pegado a ella -vamos, acuestese.-
-¿Me va a besar?- pregunto ella y Maxi la miro un momento.
-Me gustaría si, pero no me quiero aprovechar de usted en esta condición y además... está su sobrina...- respondió viendo a Lupe del otro lado de la cama, dormida.
Ella bajo la mirada, desilusionada. De repente comenzaron a escuchar golpes, cómo de la cama en la pared, provenientes del cuarto de al lado.
-Creo que mí primo se está aprovechando de mí prima...- comento katri, mientras se recostaba.
Maxi largo la carcajada.
-Vamos, cierre los ojos y duérmase.- dijo él junto a la perilla de la luz.
Ella le hizo caso y seguido escucho un suave ronquido.
-Bueno, eso fue rápido.- comento sonriendo. Apagó la luz y se marchó.
En la mañana siguiente, ya era las 8 de la mañana, pero ambas primas estaban sentadas al rededor de la mesa de la pequeña cocina del doctor, con sus manos en la cabeza.
-Me duele la cabeza...- comento katri.
-Y a mí todo me da vueltas...- continuo Romy.
-¡Que flojas para tomar!- exclamó Tadeo.
-¡Ay, no grites!- exclamo su esposa.
-Pero si no grite...- respondió él.
-Creo que lo mejor es que se quede.- dijo Maxi.
-¿Que? No, deme esa agua con limón que me ofreció, Carmela.- dijo katri y la mujer le acerco un pocillo. En cuanto sintió el olor comenzó a fruncir las facciones de la cara -¡Un balde!- exclamó.
En cuanto lo tuvo entre sus brazos comenzó a despedir todo lo que había ingerido en la noche anterior.
Levanto la cabeza y sonrió.
-¿Y ahora como se siente?- pregunto Maxi.
-Bien.- respondió poniéndose de pie -Me lavo los dientes y vamos.-
Tomo su andador y salió caminando hacia el baño.
-Bueno, creo que lo de anoche era que necesitaba para abandonar la silla de ruedas...- comento Tadeo con gracia.
En el viaje lo paso muy bien, fueron en la camioneta de Maxi, todo camino de tierra. Ella iba sentada sobre la puerta con Magui en su regazo, Lety iba en medio con Maximito. Max conducía, y en la caja atrás, bien sentados con los bolsones de mercadería iban los otros dos hijos de Lety. Juanito se había quedado con su abuelo Juan.
Pasaban árboles, algún poso. El camino estaba muy seco y arenoso. Pero recorría con su vista cada animal, árbol o río.
Casi 2 horas después, llegaron a un lugar con unas 10 casitas, humildes. Había corrales y animales como gallinas, patos y pavos sueltos. En cuanto estacionaron, Maxi bajo y Lety lo siguió por la misma puerta. Un tropel de unos 8 u 10 niños llegaron corriendo y felices para saludarlos. Él se agachó para hablar con ellos, luego llegaron unas mujeres y un hombre algo mayor, con notable descendencia aborigen. Y atrás, llegaba la mujer más linda que había visto, morena, rostro refinado, un buen cuerpo, cabello largo, Maxi se acercó y la abrazo. La recordaba bien, era Estela, la mamá del doctor, pero era más bella que en la fotografía. La mujer levantó en brazos a Magui y la abrazo, llenándola de besos.
Luego, Maxi, señaló hacia ella, hablando con su madre y el otro hombre, así que decidió bajar, mientras ellos iban hacia ella. Pero no tenía el andador cerca, así que solo se quedó parada, en su espera.
-Ella son Katrina, quien les conté, quería conocerlos...- dijo Maxi -Roque, baja el andador de la cajuela.- le dijo al hijo más grande de Lety.
-Bueno, es un gusto.- dijo ella dándoles la mano ansiosa.
-Mi tío Dionisio y mí mamá.- los presento el doctor.
-¿Tío?- pregunto ella.
-Tío abuelo en realidad, hermano del papá de mí mamá.- explico y ella los miro con una gran sonrisa.
-Siéntase muy a gusto, cómo en su casa, señorita.-
-Roque, hay muchos pozos, lleva el andador hacia adentro.- dijo él y de inmediato la tomo entre sus brazos.
-¡Tené cuidado, hijo!.- dijo Estela.
-No te preocupes, mamá, que ya estoy acostumbrado.- respondio él y la llevo hasta debajo de una especie de galería, hecha con ramas, en donde se sentó en una silla.
-¡Esto es hermoso!- exclamó ella.
-¿Quiere tomar mate?- pregunto Estela.
-Bueno, gracias.- respondió ella efusiva.
-Traiga Mija, que yo cebo.- dijo el tío y se sentó en una silla a su lado -Esto se llama enramada, era muy común en la antigüedad.-
-Si, cuéntame más si quiere, he leído mucho y me fascina está historia.- le pidió ella.
Así que el hombre, mientras les cebaba mate a ella y a Maxi, le contó de la historia de su pueblo, de su apellido, de la lucha por sus tierras... O de lo que a él le habían cobrado sus ancestros. Hasta le enseño algunas fotos que guardaba en una caja, le contó que eran fotografías que habían pasado de generación en generación. De cuando aún eran tolderías, que le habían dicho que un día llego un hombre con una gran máquina y comenzó a sacar fotos, de las pocas cosas que habían sobrevivido después de la conquista del desierto.
Ella estaba maravillada con la charla, así que siguieron así hasta la hora de la comida.
muchas gracias por la linda historia 🤗
Pero insisto debiste ser honesta desde el principio, creo que se hubiecen evitado cosas. Pero bueno el hubiera no existe y solo queda corregir . A Roger ya se le pasará, sólo está exaltado con tanta cosa que ha pasado, o no? uhyyy que nervio jiji
Gracias por la emoción querida escritora 🤗