Final Feliz? Talvez

La fiesta fue transcurriendo de manera tranquila, el príncipe heredero se marchó del salón cuando empezó el baile y no se lo ha visto nuevamente.

Las personas murmuraban y se preguntaban donde estaría el príncipe heredero.

A Alexander le costaba mantenerse sereno luego de ver a Esmeralda de aquella manera, se preguntaba. ¿Cómo es posible que con una mirada nada más, esa mujer haya provocado tantas cosas en el?

-Puede decir que soy curiosa majestad, pero me gustaría saber el motivo por el cual rompió el compromiso con tan bella señorita.

-La princesa Perla es realmente hermosa, pero no sentimos nada el uno por el otro. El motivo por el cual el emperador Gorkem quería que ella se casará es por qué la vio sola y desconsolada luego de la muerte de su marido.

Esmeralda lo mira, ¿cómo es que ella no supo sobre eso, hasta ahora?

-Pero la princesa es tan joven.

-Lo es, es una mujer increíble, nos volvimos cercanos, pero no pudimos llegar a sentir más que eso, especialmente porque es una mujer con un gusto peculiar.

Alexander deja salir una sonrisa al pensar en eso.

-Entiendo.

Con que esos son sus gustos. Esmeralda mira a su padre y a Perla conversando al otro lado, hacen linda pareja y nunca había visto a su padre tan relajado con alguna mujer. Al saber el dolor que conlleva perder a la persona llegaron a amar, se entenderán mejor y sabrán conllevar una relación nueva.

-Pero dígame de usted señorita Checer. ¿Por qué mi hermano dejo ir a una mujer tan bonita y especial como usted?

-Pues no es el hombre ideal para mí.

-¿Cuál sería su tipo de hombre ideal?

Alexander estaba bastante curioso por saber más de ella, quería tenerla cerca el máximo de tiempo posible.

-Quiero un hombre que me dé batalla, que sepa cómo mantener la pasión encendida. Alguien que entienda mi manera de ser y no me juzgue.

Esmeralda quería un hombre que comprenda su maldad, alguien que no sea cobarde y débil. Un hombre fuerte y con un toque de malicia a la hora de acabar con sus enemigos.

Continuaron conversando hasta que la fiesta llegó a su fin y los invitados se iban retirando.

-Por lo que veo tendré que acompañarla hasta su casa señorita Checer.

Alexander se dio cuenta de que el duque se había marchado con Perla, hace ya una hora.

-No creo que sea necesario, majestad. Tengo a mis escoltas, además, sé cuidarme muy bien.

-De eso no tengo duda alguna, mi madre me ha comentado sobre sus logros. La felicito, ha llegado bastante lejos.

Alexander la acompaña hasta su carruaje y la ayuda a subir.

-Muchas gracias por esta noche majestad.

-Espero verla nuevamente señorita.

El carruaje se marcha en dirección al ducado Checer.

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En una habitación del palacio Perla y Maximilian se encontraban a besos apasionados.

-¿Está segura de esto princesa?

El duque se encontraba con la respiración agitada, no puede creer se dejará llevar por el momento.

-Como no estaría segura de tener a semejante hombre conmigo. Pero se lo advierto duque, si acepta pasar esta noche conmigo, no habrá vuelta atrás. Serás mío nada más.

Maximilian sintió una descarga de placer al escucharla hablar de aquella manera, una mujer posesiva y decidida, eso lo dejaba bastante e*itado.

-Una vez que sea mía, no voy a parar. Le haré el amor tantas veces que no podrá levantarse por la mañana.

-Entonces hazme tuya Maximilian.

Escucharla llamarlo de aquella manera hizo que perdiera todo el control de sí mismo. Comenzó besando cada parte de su cuello y se encargaba de quitarle el vestido.

Maximilian la hace girar y la acomoda sobre la mesa que tenían al lado, posicionándose atrás de ella, apreciando las nalgas de la chica, dando un leve golpe en el mismo. Perla deja salir un gem*do ante la sorpresa, pero disfruta ver como el duque se deleita mirándola.

Maximilian la hace girar nuevamente y la coloca sobre la mesa, abriendo sus piernas, perdiéndose así entre sus suaves pliegues. Perla deja salir sus gem*dos, disfrutando de la atención que el duque le brinda a esa parte tan especial.

El continua con los movimientos de su lengua, haciendo temblar de pl*cer. Hasta hacerla llegar al éxtasis. Procede a quitarse la ropa, dejando ver su notable e*ección. Perla lo observa, apreciando cada centímetro de aquel cuerpo bien formado.

-¿Estás segura de que quieres esto?

-Por supuesto.

El duque la carga en sus brazos y se dirigen a la cama. La deja cuidadosamente sobre la misma y procede a acomodarse sobre ella.

Se introduce lentamente en ella, viendo cada expresión de la misma. (Dios como era bueno tenerla así, sentir cada centímetro de ella)

Comienza un vaivén más brusco, escuchando como deja salir sus gem*dos. La cambia de posición poniendo en 4 frente a él y vuelve a introducirse en ella bruscamente. Esta vez lo hace de manera desenfrenada llevándolos así al cl*max.

-Eso fue increíble. (Perla teníamos respiración acelerada)

-Y apenas empezamos querida.

Maximilian la besa nuevamente, comenzando así una noche llena de pl*cer.

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A la mañana siguiente Perla despierta con el cuerpo adolorido y el cabello bastante desarreglado.

-Al fin despiertas princesa.

Maximilian la observa estando a su lado.

-Debo decir que con todo lo ocurrido anoche he quedado con ganas de más.

Se sube encima de él y se acerca más un poco.

-Deme más de eso, duque.

Maximilian no espera más y la pone sobre la cama nuevamente y pasa sus dedos por sus pliegues, preparándola para recibirlo completamente.

-Te daré todo lo que pidas.

Se introduce en ella bruscamente y comienza con movimientos rápidos y repetidos, ella deja salir sus gemidos libremente sin importar si alguien la vaya a escuchar.