Aquí comienza el amor entre Max y violeta, una historia que los llevará al borde de la locura a ambos para hacer que su amor sea indestructible.
Esta es la continuación de violeta y Max en Frío Millonario.
Que lo disfruten, queridos lectores. ❤️
NovelToon tiene autorización de Yuleyby Santana para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo #11
—Carmen (madre de violeta): no te preocupes Max y mi hija y mis nietos se irán conmigo, a donde en realidad deben estar. (Dijo mirándolo molesta, pues, ella no pudo impedir esa boda porque sabía que su hija no se lo iba a permitir al fin y al cabo ella está enamorada de él)
Paso la noche y al día siguiente Violeta se despertó temprano, pues, ese día será dada el alta junto a los bebés y su mamá estaba firmando los trámites de salida y llenando algunas informaciones mientras que ella ya se estaba terminando de alistar.
Toc Toc Toc
—Violeta: adelante. (Dijo sin mirar quién entraba)
—Max: ¿Buenos días, como estas tú y los bebés? (Pregunto mientras entraba en la habitación)
—¿Violeta: que haces aquí? (Pregunto dándose vuelta para chocar con la mirada de Max)
—Max: Violeta quiero hablar contigo un momento, por favor. (Dijo tranquilamente)
—Violeta: habla rápido que mi mamá está por llegar y nos tenemos que ir. (Dijo mientras terminaba su maleta)
—Max: por favor vuelve a casa conmigo tú y los bebés estaremos allá y estarán más seguros también. (Dijo trancando de convencerla)
—Violeta: quieres que me vaya a vivir a una casa en donde solo estoy yo y mis hijos porque su papá pasa el día con otra mujer, pero qué descarado eres. (Dijo enojada)
—Max: sé que lo hice mal dejándote sola en casa estando embarazada, pero te juro que no volverá a pasar, le diré a Melissa que se mude con nosotros y estaré en casa siempre, quiero ver crecer a los niños y estar con ellos en todo momento. (Dijo ilusionado)
—Violeta: té has vuelto loco, eso jamás lo permitiré de verdad que has pedido la cabeza, además si quieres estar con ella porque estamos teniendo esta conversación, ve y cásate con ella y sean felices juntos. (Dijo más enojada aún)
—Max: por favor Violeta entiéndeme. (Dijo tratando de hacerla cambiar de opinión)
—Violeta: cómo te atreves a venir aquí hacerme semejante proposición, lárgate, no quiero volver a verte. (Dijo con furia una que Max nunca había visto)
—Max: entonces voy a tener que hacerlo por las malas, te quitaré la custodia de los niños, ya que por las buenas no quieres colaborar. (Dijo caminando hacia la salida)
—Violeta: quiero que lo intentes. (Dijo mirándolo con odio)
Max salió de la habitación y desde ese momento Violeta dejó de ser la niña inocente y de buen corazón para convertirse en todo lo que no quería ser la heredera de la mafia de su papá apodo que tendría sin darse cuenta.
—¿Carmen (madre de Violeta): cariño estás bien? ¿Qué pasó? (Pregunto viéndola llorando algo instable)
—Violeta: vino aquí mamá proponiéndome que me mude en su casa con él y su amante para que él pudiera ver los niños crecer. (Dijo llorando enojada)
—Carmen (madre de Violeta): que, pero como se atreve ese mocoso. (Dijo furiosa)
—Violeta: dijo que va a buscar a su abogado para quitarme la custodia de los niños, dile a Emiliano que haga todos los preparativos desde ahora estoy al frente. (Dijo mirando con odio hacia la ventana viendo como Max se sube a su auto y se pierde en la lejanía de la calle)
—Carmen (madre de Violeta): cariño, no lo hagas por despecho o solo por enojo, sabes que esa es una carga muy fuerte y eres joven, tampoco quiero verte en ese mundo, por eso estoy a cargo. (Dijo triste por ver a su hija destrozada)
—Violeta: mama, habla con Emiliano, desde ahora estaré a cargo, haré que Max ruegue por mi amor después que lo enamore y le haga todo lo que me está haciendo a mí. (Dijo mientras su mirada se tornaba oscura)
—Carmen (madre de Violeta): está bien cariño como sigas. (Dijo saliendo de la habitación y haciendo la llamada)
—Violeta: si él se siente con tanto poder como para pisotearme y humillarme, pues, vamos a nivelar la balanza. (Dijo mientras sus guardaespaldas recogían las maletas y ella tomaba a los bebés para ir a casa)
Violeta y Carmen llegaron a casa y se instalaron de una vez después de Carmen hablar con Emiliano, llegaron más hombres a la casa y la reforzaron llegando también Emiliano.
—Emiliano: estoy a la orden Violeta que quieres que hagamos primero. (Dijo mientras la miraba con ojitos lindos, ya que Emiliano desde pequeño ha estado enamorado de Violeta, pero ella no se da cuenta)
—Violeta: por ahora estaremos bajo perfil, y para lo que venga estaremos preparados. (Dijo mientras pensaba que hacer)
Una semana después Max aparece y en esta ocasión más enojada que nunca y rodeado de abogados prestigiosos y también de la querida Melissa que ahora cree que por estar al lado de Max es intocable, pero lo que ella no sabe es que no lo es para violeta, al llegar a la casa de violeta vio cómo estaba resguardada la casa cosa que para él era un tanto extraña, ya que esos no eran sus hombres entonces comenzó a pensar que en la vida de violeta había alguien más y él no iba a permitir que sus hijos le llamaran papá a otro hombre.
—Max: díganle a violeta que estoy aquí. (Dijo lleno de furia)
—Guardaespaldas: la señorita se encuentra indispuesta en este momento. (Dijo sin bajar su mirada)
—Max: pues dile a la señorita que si no me permite entrar ahora mismo no tendré la misma cordialidad. (Dijo mientras, la ira corría por sus venas y trataba de entender qué estaba pasando)
Rin Rin (notificación celular 📲)
📲-Guardaespaldas: señorita, el señor Max está aquí y exige verla.
¿📲-Violeta: está solo?
📲-Guardaespaldas: no, se encuentra con unos hombres y una chica.
📲-Violeta: bien déjalos pasar y cierra todo de aquí, nadie sale hasta que yo lo ordene.
📲-Guardaespaldas: entendida señorita.
Violeta estaba que no aguantaba su ira, pues, Max fue tan cretino que llevó a su amante a su casa en donde estaban sus hijos y eso no lo iba a dejar pasar tan fácilmente.
—Guardaespaldas: la señorita los espera dentro. (Dijo moviéndose de la puerta para que ellos entraran)
Al entrar en la casa, Max se dio cuenta de que algo había cambiado, pues había seguridad por todos lados y eso él no lo esperaba.
—Violeta: bienvenidos. (Dijo sentada en el sofá de su sala de estar junto a Emiliano)
—¿Max: donde están mis hijos? (Pregunto intranquilo)
—Violeta: podrías bajar la voz, ellos están dormidos y no me gusta que los molesten y menos tú y tus séquitos. (Dijo enojada y dejando su taza de café de golpe en la mesa)
—Melissa: quién te crees que eres para hablarnos así. (Dijo mirándola con desdén)
—Violeta: quién te crees tú estando en mi casa y hablándome como toda una altanera. (Dijo con una leve sonrisa en el labio de burla)