Gleen Fernando siempre parece alegre, pero en su corazón guarda profundas cicatrices. Desde pequeño, nunca conoció la felicidad, pues fue víctima de un secuestro cuando era un bebé, y todos pensaron que había muerto.
Al crecer, se convirtió en un maestro del engaño, usando su atractivo para estafar a sus víctimas. Sin embargo, su vida dio un giro cuando se unió a un detective para resolver múltiples casos.
Durante una de sus investigaciones encubiertas, un inesperado incidente lo llevó a reencontrarse con su verdadera familia.
Nadie imaginaba que él era el heredero perdido que había regresado. Ahora, está decidido a destruir a todos los involucrados en su secuestro y en el asesinato de su madre.
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Capítulo 11
Cinco años después, precisamente ahora en el año 2023, la edad de Gleen había madurado; el hombre ahora tenía 27 años, lo cual solo resaltaba su apariencia hermosa y cautivadora.
Gleen ahora trabajaba en colaboración con un detective privado llamado Alvaro, así como con un hacker llamado Danu. Juntos, formaban un equipo de investigación privada llamado The Darkness, con la oficina propiedad del propio Alvaro.
Gleen se dedicaba exclusivamente al trabajo de campo, recolectando pruebas tangibles a través de diversos disfraces, ya fuera como repartidor de garrafones de agua, un chico de oficina, un oficial de policía, un mensajero, entre otras profesiones.
Además de resolver los casos de sus clientes, el equipo también se esforzaba por desentrañar los problemas a los que se enfrentaba Gleen. Sin embargo, Robert no era un adversario común; era una figura de la mafia con una presencia de mucho tiempo en el mundo criminal, lo cual explicaba su posición como el segundo accionista más grande en el Grupo Gerrad.
Numerosas personas habían perdido la vida a manos de Robert, sin embargo, borraba hábilmente todas las huellas de sus crímenes.
En una habitación de un club nocturno, se podía ver a Gleen bebiendo con una mujer. Ella era su objetivo para este trabajo.
Su cliente, llamado Soni, quería información sobre la mujer, Sinta.
"Vamos, cariño, no puedo esperar más", dijo Sinta, acariciando el muslo del hombre atractivo.
Gleen fingió una sonrisa, respondiendo: "Paciencia, querida", mientras transfería secretamente todos los datos del teléfono de Sinta al suyo, ya que el cliente sospechaba de la infidelidad de su esposa, reforzada por su teléfono siempre bloqueado.
"¿Y si tu esposo se entera?" preguntó Gleen, buscando grabar su conversación como evidencia.
"De ninguna manera, he estado engañándolo durante dos años, he dormido con muchos hombres y nunca ha sospechado nada", se jactó Sinta, su estado de embriaguez llevándola a ser brutalmente sincera.
Gleen suspiró; la conversación grabada y las pruebas de la aventura que recopiló del teléfono de Sinta, todos los mensajes íntimos en WhatsApp y otras aplicaciones, demostrarían su traición a su esposo.
Sinta abrazó a Gleen por detrás mientras se sentaban al borde de una cama. "Entonces, ¿cuándo empezamos, cariño?"
Gleen la apartó; nunca podría desear a una mujer de 40 años.
Ayudando a Sinta a acostarse para fomentar el sueño, Gleen supo que tenía que irse rápido.
Llamó a Alvaro, "Al, he enviado todas las pruebas y la grabación de mi conversación con el objetivo".
"Ok, buen trabajo. Ahora ve y disfruta tu tiempo con ella", bromeó Alvaro.
Alvaro, habiendo encontrado a su alma gemela, se había convertido en un hombre jovial, un cambio bastante grande en comparación con la figura melancólica que Gleen conoció al principio, amargado por la traición de su ex esposa que lo llevó a la cárcel.
"Muy gracioso", resopló Gleen.
La voz de Danu resonó en el fondo, ya que estaba justo al lado de Alvaro.
Alvaro y Danu estaban de vuelta en la oficina; Danu acababa de encontrar las imágenes de CCTV de Sinta entrando a una habitación de hotel con su amante, mientras que Gleen estaba participando directamente con el objetivo en el club. Los agudos instintos de Alvaro dirigían todas las operaciones.
"Oye, tal vez esta noche sea la noche en que pierdas tu virginidad", bromeó Danu a Gleen, quien se enorgullecía de su pureza.
"Esperaría a alguien más joven y hermosa, alguien que realmente pueda conmover mi corazón", replicó Gleen a las burlas de sus amigos.
"Hmm, ¿tal vez alguien como Felicia Gerrard?", Alvaro bromeó aún más, sabiendo que Gleen tenía una historia con la mujer.
"No la menciones de nuevo. Debido a ella, fui encarcelado", se quejó Gleen, aunque reconoció que su entrada no autorizada a la empresa y el robo de datos habían provocado sus acciones.
"Aún así, escuché que pronto se comprometerá con Robert, el tipo que te quiere muerto desde que naciste. Tal vez esta sea tu oportunidad de venganza", añadió Alvaro, provocando una idea salvaje.
"¿Quieres decir usar a Felicia como usaste a tu propio compañero? De ninguna manera, ella es diferente. Vivir con ella sería como convivir con un fantasma. De todos modos, quiero ir a casa; me está empezando a doler la cabeza", se negó Gleen, prefiriendo pensar en otras formas de enfrentarse a Robert.
Con eso, Gleen terminó la llamada.
¡Clic!
...****************...
Gleen salió de la habitación del club nocturno, bajando por las escaleras hasta el primer piso. Necesitaba irse a casa, especialmente después de haber bebido mientras brindaba con Sinta.
By chance, he noticed a woman, heavily intoxicated, being harassed by a bald-headed man.
"¡Oye hermosa, ven conmigo!"
"¡Aléjate de mí! ¿O prefieres que te mate?" replicó la mujer, luchando por liberarse.
"Venga ya, ¿por qué ser tan fuerte aquí cuando puedes mostrarlo en la cama?" Persistió el hombre, jalando el brazo de la mujer borracha.
Una oleada de irritación impulsó a Gleen a intervenir, golpeando ferozmente la cara del despreciable hombre.
¡Pum!
El hombre tropezó y cayó al suelo, gimiendo.
"¡Arrrgghh!" El agresor se puso de pie, con furia que lo impulsaba a vengarse.
"¡Insolente idiota! ¡Vas a pagar por esto!"
Gleen esquivó el puñetazo, agarró el brazo del hombre, lo levantó y lo estrelló contra el suelo.
¡Crash!
"¡Arrrgghh!" Inmovilizado, el hombre yacía gimiendo en el suelo, incapaz de levantarse.
La mujer a la que Gleen había defendido casi se desplomó; tal vez el exceso de alcohol era la causa. Afortunadamente, Gleen la atrapó justo a tiempo.
Para su sorpresa, al verla más claramente, Gleen reconoció a la mujer a la que había rescatado.
"Fe—Felicia?"
El padre de Felicia, Arsen, había recobrado el conocimiento, aunque no se había recuperado por completo. Presionaba para que Felicia se casara con Alvin dentro de un año. La gravedad de la salud de su padre hacía que fuera más difícil para ella negarse, y la boda estaba programada para el mes siguiente.
Quizás abrumada por una vida no elegida por ella, Felicia buscaba escapar en el club. Su embriaguez la dejó vulnerable al hombre que la acosaba.
Aunque resentido por la arrogancia de Felicia, Gleen dudaba, sin saber qué hacer a continuación con ella.
¿Debería dejarla en el club?
¿Llevarla a algún lugar seguro?
O...
