Tuareg: El Hombre Azul Del Desierto

Quisiera agradecer a todos los que están siguiendo mis obras y me están dejando sus comentarios y sus críticas.

Los comentarios, las críticas positivas o negativas, la puntuación es lo único valioso que posee un escritor en línea.

Hace apenas unos doscientos días, según me informa la app Novelltom, que he empezado a escribir aquí.

Tengo trece novelas terminadas y voy por la catorce en esta app.

Escribir para mí es un escape. Una terapia para superar mis propios problemas personales en esta etapa de mí vida.

Y escribir alguna historia que imagino en la mente y que llegue al lector, y lo haga olvidarse un rato de sus propios problemas, reírse un poco o amar u odiar a un personaje, es sin dudas el mejor logro de un escritor.

Por eso valoro el feedback. Y hay gracias a Dios, lectores que toman un minuto de su tiempo, para dar su opinión, para valorar o criticar. Para puntuar. No importa aquí cuál sea el puntaje. Solo el acto de no ser un anónimo lector de historias que no aporte su opinión sincera.

A esas personas generosas les agradezco.

La generosidad es un acto que requiere superar la individualidad, el egoísmo propio y donar algo de uno al otro ser humano.

Una novela puede ser criticada por su forma y su contenido. Podemos decir cuando leemos: "Escribe muy bien pero la trama no me gusta". O bien decir: "La trama me atrapa pero la escritura debe mejorarse."

Lo que no debemos hacer, creo yo, exigir que el escritor cambie la trama, solo porque la línea argumental no nos guste. Eso es intentar invadir el espacio personal creativo de un escritor.

Si realmente la trama nos molesta mucho desde mí particular óptica, debemos abandonar la lectura de esa novela. Y dejar que el escritor siga su camino creativo sin intentar desalentarlo con nuestras opiniones personales.

En la escritura de una novela la trama es el condimento vital. Es la historia que nace en la mente imaginativa del escritor y lo lleva a querer presentarla al público lector. El cómo la presenta, como traduce la trama en palabras es el gran problema.

Muchos lectores, quizá como yo, abandonamos una hermosa trama porque la forma de escribirla no nos gusta, nos parece que obscurece el mensaje, nos cansa tratando de descifrar que es diálogo y que es pensamiento de algún personaje.

Con respecto a esta obra, Tuareg, el hombre Azul del desierto, es una novela romántica, con algunos condimentos de humor y otros fantásticos.

Trata de poner como personaje central a un Bereber. He leído bastante sobre la tribu Bereber, los hombres que usan la túnica azul índigo, y que transitan el desierto de Sahara.

Esa tribu existe. Pero de hecho Amenokai y Gazella son seres ficticios.

Los bereberes conviven con los árabes y los egipcios pero su origen es diferente. Y sus creencias mucho más. Creen en el amor libre, centralizan como el bien en sus vidas el placer personal. Eso es real y en cualquier enciclopedia informática pueden leer.

O sea que su cultura sobre el amor y las relaciones de pareja son diametralmente opuestas a las relaciones de pareja de los pueblos árabes o de otras culturas que tienen como norma la fidelidad y la contención por normas rígidas morales de las relaciones sexuales o familiares.

Mi personaje femenino es una chica occidental criada por un Maestro árabe cristiano. Así que entre ellos: Amenokai y Gazella surgirán conflictos serios por esa concepción de vida diferente.

Además, está la historia oscura de Gazella, que aún no fue revelada y que también impactará en esta historia ficticia.

Espero que sea amena para ustedes y desde mí cultura cristiana, respetando la de cada uno de ustedes y sin ánimo de ofender a ninguno, los bendigo, bendigo su vida, sus trabajos y sus familias y les deseo paz, amor y bien. Besos a todos desde este rincón de mí Argentina. 💕🇦🇷