Una huérfana es llevada a un orfanato luego de perderá sus padres en un fatal accidente. Con el pasar de los años, solo quiere un sueño, ser novicia. Pero es destino quiere algo más.
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El hotel
Pilar baja del taxi y observa el imponente edificio , saca su cartera y paga al taxista. Se acomoda su blazer y decide entrar al hotel. En la recepción se anuncia y le dicen el número de la habitación del Señor César. Ella entró al ascensor y pronto llegó frente a la habitación. Suspiró y se resignó a ver escenas que no quería tal vez ver. Al abrirse la puerta , allí estaba César con cara de muerto en vida, como su su alma se hubiese despejado de su cuerpo, su cuerpo inerte, estéril, sombrío y triste.
Señor, ¿se encuentra usted bien?.Pilar deja los documentos sobre la mesa del centro. Al ver a su alrededor se queda estupefacta por el desorden allí puesto. Tal parecía hubiese pasado un ciclón, se acerca a él no si dejar de ver el desorden a su alrededor.
-Pilar... César no se siente con ánimos de hablar, pero necesita hacerlo. -¿Lo amas?
Pilar ahora tiene cara de poker. -¿cómo?. Aquella pregunta la dejó sin palabras deteniendo sus pasos en el acto, inquieta detiene sus pasos.
-Que si lo amas, Pilar. ¿Amas a mi amigo? César la mira fijamente acercándose sigilosamente a ella.
-No creo que sea de su incumbencia señor. Pilar se siente indignada. Lo escruta para saber si ha tomado. César lo intuye .
-Si cree que he tomado, no lo he hecho. Llevo un año sobrio. Lo que ve allí es señal de una batalla que gané hace apenas un rato. Pilar fija sus ojos a la botella de whisky que se encuentra rota en una esquina de la habitación.
-No has contestado mi pregunta. César sigue obstinado y firme como roble.
-Creo que usted es la persona menos indicada señor para hacerme ese tipo de preguntas. Usted tiene su relación la cual por obvias razones nadie cuestiona. Pilar responde tajante e hiriente. Cómo se atreve a meterse en su vida personal.
-Jajajajaja-Cesar ha soltado una risa sarcástica. -¿Una relación?
Pilar se siente estúpida en ese momento. César se acerca a ella con tal fuerza intimidante.
-¿Quién dijo que estoy en una relación? ¿las revistas?, ¿ la farándula?, ¿los chismes de corredor de todos esos desocupados quienes dicen ser mis empleados?,¿esa es su fuente de información?.
Tantas preguntas la anonadan. Si bien es cierto, a Cesar se le especulaba la relación con la rubia, pero nunca se le vió en algo comprometedor. Los colores de su rostro aparecieron tal como un poema recitado.
-No lo sé Señor. Lo supongo. Ofrezco disculpas por eso. Era lo único que podía ofrecer. Sus nervios se apoderaron de ella, sus manos le delataban.
-Sabe una cosa, estoy cansado de sus disculpas, de su formalismo. Hágase responsable de lo que ocasiona. César había avanzado notoriamente hacia ella hasta llevarla justo detrás de una hermosa mesa de estar con un amplio espejo victoriano. Su mano derecha se asentó sobre el espejo mientras su otra mano se afirmaba sobre el mueble quedando ella frente a él aprisionada.
-No sé qué he ocasionado. Por favor , déjeme ir. Pilar está asustada y abrumada por sus acciones. Siempre pensó que era un cero a la izquierda para él. No entendía a qué venía eso ahora, sus venas en las sienes retumban y peligran por salir, nauseas y un corazón quiere salir.
-No me ha contestado. ¿Lo amas? César esperaba con extrema ansiedad su respuesta. Tanto que su aire era denso, peligroso.
-Yo... Pilar bajó su rostro para evitar el contacto con él, quería recobrar el control uno que se le iba de las manos y que se negaba a perderlo.
-¿Yo qué Pilar? César la obliga a verlo sujetándola de su mentón. -Contesta como un demonio. Su voz aumenta incrementando su notable desespero.
-No lo sé. ¿Ok?. No lo sé. Pilar le grita en su cara dejándolo confundido.
César se aparta de ella mientras Pilar toma un poco de aire. - Sus documentos están sobre la mesa Señor César. Pilar se dirigió hacia la puerta sin mirar atrás, reposó su mano sobre la perilla de la puerta hasta que sintió su mano arropada por la de él. César la sujetó girando su cuerpo frente al de él. Ella lo ve confundida tanto por sus acciones como las reacciones de su cuerpo. Una fuerte calor le invadió su pecho y su pelvis. César respiraba muy cerca de ella.
-Un año Pilar, un año tratando de olvidar aquel beso. Un año en putas terapias tratando de sanar viejas heridas para poder amarla. Un año, abstemio de todo para ser digno de usted. Y míreme ahora, hecho una mierda. ¿Cómo cree que me sentí verla con mi amigo darle ese beso? Esos besos, que creí eran solo míos. César desliza su dedo pulgar sobre su boca , acechando con la mirada acusadora y devoradora.
-Yo... lo siento señor. No era mi intención provocar en usted dolor. Su voz temblorosa , sus piernas flojas y sus manos torpes no saben a dónde ir. Quiere correr pero no puede simplemente.
-¿Dolor?. Pilar no es dolor lo que siento ahora. Fuego destiló en sus ojos, sus pupilas se dilataron y la necesidad de poder besarla lo apresuró a tomar sus labios sin ningún pudor tanto que en aquel beso se le iba la misma vida, necesitado de ella en cada movimiento que daba. Sus besos auguraban dependencia y sublimidad .Pilar , embriagada de su elixir no pudo evitar aquel beso ya que al igual que él lo añoraba con las mismas ansias. Sus lenguas se entrelazaron mientras sus manos recorrían el denso cabello de César . Éste la sostuvo alzándose sobre la mesa de estar, apretando sus muslos , recorriendo su pequeña cintura , explorando sus grandes senos sobre el pequeño blazer. Juntos experimentaron fuertes sensaciones indescriptibles, no querían que el tiempo pasara sino que se congelara.César reposó su rostro sobre el de ella, tratando de controlar su respiración, su impetuoso ser que deseaba salir a toda marcha y no dejarla ir jamás.
-Pilar, yo.... César estaba dispuesto a decirle que la amaba con fervor desde el primer día que la vió, quería poseerla allí, marcarla para él, tenerla para él, abrir su corazón y dejarlo fluir sin miedos, ni cadenas que pesaban de su pasado, solo quiere amarla.
Pronto su móvil empezó a sonar, haciendo volver en sí a Pilar , quien había perdido todo sentido de cordura en ese momento.
-Debo contestar. Habló Pilar con la voz entrecortada. Perdida en sus acciones, temblorosa de su volátil razón. Se desconocía y esto la alteraba.
- Pilar, no lo hagas. Tengo que decirte algo. César está aterrado, quiere explicarle lo que ella provoca en él y su devoción por ella.
Pilar se ha separado de su lado en busca de su bolso, en la pantalla la palabra “Alfredo” hizo aterrizar fuertemente a Pilar.
-Tengo que irme. Su respuesta fue cortante, hiriente. Tomó su bolso, arreglo su traje y compuso su rostro de una manera tan eficiente que desconcertó por un instante a César.
-Pilar, por favor. Tenemos que hablar. Ver el nombre de su amigo en el móvil de Pilar fue torturante, su frustración se acrecentaba.
-Lo siento, es tarde para esto. Alfredo no merece lo que le estamos haciendo. Sus pasos firmes no dejan duda que crezcan y el pánico en César crece como pesadillas de terror.
-¿Alfredo no merece esto?, y ¿Qué merecemos nosotros?. César reclama desesperado lo que sucede entre ellos.
-¿Nosotros?. No hay nosotros. Nunca lo hubo Señor. Usted hace un año se tomó la atribución de besarme sin si quiera merecer una explicación de lo que sucedió aquel día. Ahora viene hoy sintiéndose con todo el derecho de volver a pretender poner mi mundo de cabeza y mañana hacer de cuenta que no ha pasado nada. De verdad que usted es un cínico.
-No lo soy. Lo que acabo de decirle es la verdad.
Nuevamente el móvil suena, esta vez Pilar respira un poco y se dispone a contestar
-Hola Alfredo. Pilar sonó tal como si nada hubiese sucedido.
-Supe que estás con César. Contesta Alfredo.
-Sí, pero ya voy saliendo del hotel. Responde Pilar .
-Estoy cerca. Estaré allí pronto. Dijo Alfredo. Espero que pronto me tutees. Alfredo se escucha tierno.
-Dame tiempo. Contestó Pilar.
-Te estaré esperando. Responde Alfredo quien ahora está inquieto ante los monosílabos de su novia.
-Ok. En un rato. Pilar ha colgado la llamada . Su cabeza está hecha un lio, con una amenaza de un fuerte dolor de cabeza y un bajón de azúcar.
-Pilar , tenemos que hablar. Refutó César.
-Señor Steven, no hay nada que hablar. Lo que sucedió hace un año y ahora simplemente no debió suceder.Acabo de iniciar una relación y no es con usted sino con precisamente su mejor amigo. Entonces, por el respeto que usted y yo le tenemos a él esto no tuvo ni tiene ni tendrá ningún significado.
-Odio su objetividad. Dijo César con una voz llena de reproche, no quería mendigar amor, no nuevamente.
-Yo odio su falta de escrúpulos. Pilar ha tomado su bolso saliendo de la habitación con unas cuantas lágrimas en sus ojos.
🙄🙄🙄
Súper escritora ✍🏼 por favor no tardes en subir más capítulos 🙏🏽🙏🏽🙏🏽