Destino

Pasaron la noche probando cada centímetro del cuerpo del otro, eran insaciables juntos. Cerca del amanecer Dairys se quedó dormida boca abajo, con su cabello desordenado sobre la almohada. Leonel acariciaba su espalda desnuda. Había pensado muchas veces en cómo sería estar con ella, pero nunca se imaginó que fuera así. A pesar de que esto estaba en sus planes, no pudo evitar sentirse mal. Ya no miraba a Dairys como un objeto para darle celos a Daniel y llevar a cabo su venganza. Ahora le gustaba.

Al día siguiente Dairys despertó aturdida. No sabía que hora era ni dónde estaba exactamente. Miró a su alrededor, la habitación desordenada, la ropa de ambos esparcida por todos lados y finalmente, ella completamente desnuda en la cama de Leonel.

Cubrió su rostro con vergüenza, Leonel no estaba a la vista pero pudo escuchar la ducha en el baño. Así que aprovechó de recoger sus cosas y vestirse rápidamente, para marcharse antes de que él saliera. Camino a su habitación simplemente repetía mentalmente, como si fuera un mantra: esto no debió haber pasado.

Ya en su habitación, se dejó caer en la cama y hundió la cabeza en la almohada. Gritó de frustración, mientras pataleaba en la cama. Estaba muy distraída, tanto que no notó que Leonel había entrado y la miraba divertido.

- ¿Tan mal te traté anoche?. - Le dijo para anunciar su presencia.

Dairys abrió los ojos como platos y se detuvo al instante. Sin embargo, no respondió sino que se hundió más en la almohada. Sentía mucha vergüenza.

Leonel, que solo llevaba una bata de baño puesta se acostó a su lado.

- ¿Estás arrepentida?

- No es eso... - respondió aún con su cabeza en la almohada.

- ¿entonces no te gustó? - Leonel fingió un tono de sorpresa.

Ella acabó riéndose. - Si me gustó, pero no está bien, en este momento ere mi jefe y esto no es nada apropiado. - Le dijo, finalmente levantando su rostro.

Él la tomó y la colocó sobre su cuerpo.

- Lo único que escuché es que si te gustó. - Y la besó profundamente.

Leonel estaba excitado mientras recorría su cuerpo con sus manos. Dairys lo notó y se separó para decirle:

-Espera, ni siquiera he tomado una ducha.

Leonel la tomó por el cuello y siguió besándola. Luego se soltó la bata y dejó su cuerpo perfecto a la vista de ella, visible e irresistiblemente excitado.

Dairys no pudo evitarlo y comenzó a besar su pecho, luego hizo un camino de besos hasta su abdomen y cuando llegó a su impresionante virilidad comenzó a dejar besos desde la base hasta la punta. Leonel la miraba como un depredador, ella estaba siendo tan dulce y sensual a la vez, que sentía que iba a explotar en cualquier momento. Dairys tenía todo en su boca, y se movía con cuidado de abajo hacia arriba. Él la tomó por el cabello y presionó. Dairys acariciaba su pecho y se movía cada vez más rápido. Leonel gruñía de placer y cuando sintió que ya no iba a aguantar, intentó separarla de él, pero ella lo tomó con más fuerza y no se dejó separar. Ya no podía sostener más, así que se dejó ir. Ella lo miró complacida limpiando la comisura de sus labios.

Leonel no podía creer lo mucho que le había gustado. Dairys besó sus labios rápidamente y se dirigió al baño. Mientras Leonel terminaba de analizar lo que había pasado, escuchó el sonido de la ducha, así que entró rápidamente para estar con ella.

- ¿Qué haces acá? - Le preguntó Dairys al sentir el cuerpo de Leonel a su espalda abrazándola.

- Vine a ayudar - y comenzó a acariciar todo su cuerpo lleno de espuma. Sus pechos, su abdomen, hasta que introdujo sus dedos en su intimidad. Hacia movimientos circulares mientas que con su otra mano tocaba sus pechos. Dairys podía sentir su dureza en su espalda presionándola. Tenía un ritmo que la hacía desfallecer y justo cuando estaba a punto de llegar al climax, le susurró al oído:

- La próxima vez que escapes de mi habitación serás castigada de la misma manera -

Al escucharlo, ella no aguanto más y se dejó consumir por el placer. Dejó la mano de Leonel cubierta con su elíxir mientras que él seguía acariciando su cuerpo.

Al salir de la ducha, Dairys buscó su teléfono y se escandalizó al ver la hora, era casi medio día y ninguno de los dos había aparecido en Grazia.

-No te preocupes, podemos quedarnos todo el día si quieres. - Dijo Leonel.

-¡No seas tonto! comamos algo y vamos a trabajar- Le dijo con una sonrisa.

Leonel fingió mala cara pero terminó saliendo hacia su habitación para vestirse.

Luego del almuerzo fueron hasta Grazia. Se encontraron con Camila que los miró con mala cara al verlos llegar juntos.

- Buenas tardes Leonel, te estaba buscando para que me firmes éstos documentos- Dijo Camila ignorando a Dairys y dándole la espalda.

Dairys se sintió incómoda y notó que Camila solo estaba "marcando su territorio" así que no le dió importancia y se retiró a su oficina.

Al llegar ella no podía evitar tener una risa tonta en su rostro por todo lo que había pasado, ella ya estaba segura, de que le gustaba Leonel, y mucho, no sólo por su encuentro íntimo sino desde hace días.

A final de la tarde Dairys estaba en el baño común del piso, estaba un poco cansada por los tacones, así que se estaba dando un masaje en un cubículo al final del baño.

A lo lejos, comenzó a escuchar una mujer hablando por celular:

- Ya déjalo, yo me encargo de todo. Ya lo de las acciones está bajo control. Me encargaré de que firme todo lo necesario para ceder las licitaciones. Si, depositelo a mi cuenta. - Dairys no quería hacer ningún ruido,, no quería que advirtieran su presencia, sino estaría en problemas.

- ¿Esa voz? siento que la conozco.- Decidió esperar un tiempo prudente y luego pudo salir. Se fue directo a la oficina de Leonel.