Aprendiendo A Amar Segunda Parte

Narra Tessa

Hace alrededor de un año llego a mi vida un maravilloso hombre que se ha encargado de llenar mi vida de detalles, él se llama Jackson Stevens y es hermano de Marion, él y yo somos sus asesores legales. Todo comenzó con su insistencia y dedicación.

Lo quiero, de eso estoy segura, pero también tengo muy claro que no es algo tan fuerte como lo que sentí por Dominic, en realidad nos conocemos hace un año, pero solo llevamos 3 meses en una relación “formal” y digo formal entre comillas porque aún no es algo de dominio público, por el momento.

Otro de los temas complejos en mi vida es Joel, lleva más de 3 años desaparecido y nadie ha sabido de él, muchos especulan que se entregó a las drogas, otros dicen que está conmigo, cosa que no es cierta; y lo otro que dicen es que Dominic Devil lo mato por celos, esa sería la historia más creíble pues creo conocer los alcances de Dominic, pero sin cuerpo y sin evidencia no hay caso. Arlo, su esposa y su hija se fueron del país; de Bruno tampoco se sabe, ni de su estado de salud, la verdad es que la familia Devil entro en la época más oscura de sus vidas, a veces me siento tan culpable, pero en otras comprendo que cada uno de nosotros hemos labrado nuestros agotadores caminos llenos de espinas.

− Tierra llamando a la mujer más hermosa del mundo – me habla Jackson entrando a mi oficina

− Lo siento, solo estaba recordando algo – menciono con una sonrisa y el entra con sigilo cerrando con seguro la puerta a su espalda

− ¿Qué haces? – pregunto nerviosa, pues aún no ha sucedido nada más allá de los besos entre los dos

− Solo quiero darle un beso a mi exquisita novia – dice con coquetería mientras mueve mi silla para quedar en frente de él y darme un beso acalorado, abre su boca y me invade con fiereza, me toma del cuello y convierte aquel beso en una necesidad, pero en mi mente solo vienen aquellos besos en los que desearía perderme

− Jackson, por favor, estamos en la oficina – me aparto de el

− Tess, llevamos meses en las mismas, no quiero presionarte, pero creo que debes buscar ayuda psicológica – menciona condescendiente

− No es eso, es que tenemos mucho trabajo pendiente y tampoco quiero que nos vean en la oficina – me excuso

− Tess quiero que me respondas algo ¿tú me quieres? ¿yo te gusto siquiera? – pregunta y me quedo en silencio por algunos segundos

− Si te quiero, no lo dudes, también me gustas, pero son muchas cosas en mi vida y a veces me encierro en mí misma – justificó mi proceder

− Me quieres, pero no me amas – menciona con decepción

− Una vez alguien me dijo que el amor es solo una palabra y que es tan trivial y banal que puede llegar a confundirnos – explico lo que alguna vez Dominic me dijo

− Ok, cariño, no te presionare, estamos en el inicio de nuestra relación y quiero que tu confíes en mí y sepas que yo estaré para ti siempre – me consuela

Luego de darnos un largo abrazo, ambos salimos de la oficina y vamos directo a la de Marion que ya está con todo el equipo de su campaña para organizar la presentación en alguno de los eventos más prestigiosos de todo el pais, debemos comenzar con varios viajes para darnos a conocer ante los grandes empresarios y ante la muchedumbre.

Llega la noche y con ella el agotamiento de mi día a día, en este momento solo pienso en ir a casa y estar con mi hija, y obvio con mis padres. Veo como todos se despiden y alisto mis documentos para salir

− Tess quiero hablar contigo de algo – menciona Marion

− Claro Marion, dime – respondo

− En nuestros viajes también debemos ir a la ciudad de la cual has huido por tanto tiempo – menciona ella y me quedo estupefacta por algunos segundos

− Quizás yo pueda esperar en el siguiente destino, mientras tú vas con Jackson – solicito suplicante

− Tess te hablo como mujer y no como tu autoridad, pero es hora de que enfrentes las cosas, es hora de dejar de temerle a Dominic, tu estas construyendo una nueva vida al lado de mi hermano y no estás sola, nosotros estamos contigo, además ya han pasado varios años y no ha sucedido nada malo, eso quiere decir que lo más probable es que el ya no tenga ningún rencor contra ti – me aconseja

− ¿puedo pensarlo? – inquiero

− Claro, no quiero presionarte – habla con delicadeza

− Descansa – me despido

− Tú también – responde ella

− ¿sucede algo? – pregunta Jackson

− No – miento, pero la verdad algo en mi se clavó con intensidad

Bajamos hasta el estacionamiento y me subo al auto de Jackson que de costumbre me lleva a casa, mi mente está en otro lugar porque escucho que el habla, pero es como si mi cerebro estuviera desconectada de mi cuerpo, hasta que un grito me saca de mi estado taciturno

− ¬¡maldito idiota! – le grita Jackson a un peatón que se atravesó en el camino y otro auto colisionó contra el nuestro, ocasionando una fila de choques detrás de nosotros. Nos bajamos a ver cómo se encuentra el transeúnte y los demás conductores de los otros vehículos se acercan, menos el de una camioneta, intento mirar por curiosidad dentro de aquel carro y me impresiono al reconocer a Duck como piloto de aquel carro, dejo a Jackson con los otros en pro de la víctima y me dirijo aquel sospechoso vehiculo, pero este inmediatamente maniobra el auto bruscamente y huye del lugar, me quedo inquieta, no sé si será mi imaginación, o simplemente estoy loca de verdad

− ¬cariño, ¿sucede algo? – me pregunta Jackson, que sin darme cuenta llego a mi lado

− No, solo que me pareció ver a alguien conocido – menciono

− ¿a quién? – pregunta

− A Duck, uno de los hombres que Dominic tenía a mi vigilancia – menciono

− Es imposible amor, yo mismo me he encargado de constatar que nadie este siguiéndote o vigilándote, debe ser los nervios por lo que te dijo Marion – menciona Jackson

− ¿lo sabias? – pregunto y el asiente

− Tú sabes que no estas obligada a ir a esa ciudad, pero quiero que sepas que estaré a tu lado y te ayudare a enfrentar esos demonios – habla y toca mi cabeza como si fuera un cachorro y eso me hace recordar a Sifone la perra de Dominic cuando comenzó a quererme, siempre buscaba que yo le tocara su cabeza, sobre todo sus orejas

− Otra vez estas en la luna – me reprocha Jackson

− Si, lo siento – sonrió

Luego de una hora y ver que la ambulancia se ha llevado a aquel hombre imprudente, tomo un taxi para ir a casa, ya que Jackson debe acompañar a la víctima al hospital y ver que este bien, para luego declarar lo sucedido con las autoridades.

En todo el camino solo pienso en lo que mis ojos vieron y siento miedo de que tal vez sea real, pero cual sería el motivo de que Dominic me mande a seguir, no hay nada que nos una, además con Vi no ha sucedido nada fuera de lo común, eso me ha dado la tranquilidad de pensar que Dominic no le hará nada malo.

− Mami – saluda mi pequeña al verme llegar

− Mi princesa hermosa ¿Cómo has pasado el día con los abuelos? – pregunto ansiosa por saber de ella

− Mis abus me llevaron al parque porque me fue muy bien en la escuela – comenta mi intelectual pequeña, que por cierto es muy inteligente, a su corta edad habla muy bien, sabe leer, sumar, restar, además de otras cosas, en lo único que no le va tan bien es en la socialización con sus compañeros, ella suele ser un poco apática, introvertida, no diría timina, más bien diría que es un poco parecida a los Devil, su personalidad no es para nada a la mía, ella no le gusta relacionarse y no parece ser una prioridad para mi pequeña, según su terapeuta, su comportamiento se debe a que nunca afino lazos afectivos con su padre y su condición de salud, pues en esos casos los niños se sienten más vulnerables

− Hija ¿estas bien? – me pregunta mi madre al ver que me quede absorta en mis pensamientos

− Si – respondo

− ¿has venido sola? – me pregunta mi padre, pues, aunque no he oficializado mi noviazgo, si me han visto llegar en su auto, pero no he afirmado nada

− Así es – respondo sin agregar nada mas

− Vamos a cenar – indica mamá para pasar a la mesa

− Hoy me han dado una carita feliz en matemáticas – menciona mi niña

− Oh, wow, estoy super orgullosa de ti, eres una niña excepcional – elogio a mi pequeña

− Lo sé – responde ella con su habitual inmutabilidad

− Te amo – le confieso y ella sonríe

Pasamos parte de la cena en silencio, luego me voy con Violet a la habitación para bañarla y ayudarle un poco con sus tareas. Mientras ella está en el baño disfrutando de sus burbujas, yo busco entre sus cosas su pijama de planetas, ella no es la habitual niña de princesas y cuentos, es más bien ambiciosa por el conocimiento.

Paso con la toalla para sacarla de su juego ensimismado y llevarla a vestirse, luego le seco el cabello y me quedo con ella para realizar los deberes de la escuela. Una hora después ya estamos en cama y como siempre mi mente viaja lejos de este país, me imagino como estará, como se verá, ¿habrá dejado crecer su barba o su cabello, pensará en mí? Los pensamientos me invaden y la nostalgia inunda mi ser así que decido dormir.