Victoria necesita dinero para ayudar a su padre y a su hermana menor mientras que José Carlos necesita urgente una esposa para complacer a su abuelo y a la vez cumplir con la promesa que le hizo a su madre...sus desgracias entrelazan sus vidas y a la vez los llevan a descubrir caminos inimaginables...¿Podrán sentir algo más que el simple compromiso de un contrato?
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CAP 2
-¡Al fin has llegado! su abuelo se le acercó mientras el entraba en el salón de la mansión que una vez habitó junto a sus padres.
Lo veía avanzar apoyado en su bastón, diseño exclusivo para él, como si eso importara con algo de dificultad se dejó caer en un mullido sofá color crema y puso al lado el bastón.
-No pensé que me esperarías al regresar se acercó al abuelo
-¿Por qué no lo haría? le respondió con una pregunta Eres todo lo que me queda de mi familia por eso quiero verte casado, no me queda tiempo para conocer a mis bisnietos.
José Carlos suspiro ya sabía porque lo había esperado
-Abuelo- un gesto de la envejecida mano le hizo guardar silencio
-Tienes mañana otra cita, esta vez no lo arruines, es una familia tan poderosa y antigua como la nuestra, así que ella es la ideal.
-¿Para quién? ¿Para mí? Ladeo la cabeza negativamente ya basta con esto abuelo, no quiero defraudarle, pero tampoco está en mis planes casarme a los treinta.
-Yo me case con tu abuela a los veintiocho, y no me arrepiento, fue la compañera perfecta- sonrió al recordar a su fallecida esposa
-¿Y qué hay de la atracción física? ¿Qué hay del amor? le interrumpió sus recuerdos
El viejo lo miro algo enfurecido
-¿Amor? ¿Atracción? ¡Ja! ¡Pura idiotez! Tu padre se casó en un matrimonio arreglado y estás tú como prueba de ello
-¿Acaso te has preguntado alguna vez si mi madre fue feliz? Por primera vez le alzaba la voz al patriarca de su familia - ¿Te has puesto a pensar abuelo en porque tuvieron el accidente en el que murieron?- en esta última parte su voz se quebró un poco y mordió su labio inferior para no continuar sabia cuanto los lastimaría aquella conversación a ambos.
-Solo no quiero dejarte solo le dijo el viejo en un tono de voz pausado y bajo mientras tomaba su bastón y se apoyaba nuevamente en el para ponerse de pie. Me han dicho mis médicos que me queda menos de un año de vida
-¿Qué? susurro José Carlos
- Tengo cáncer de estómago en etapa terminal
José Carlos se puso de pie como impulsado por un resorte, sus labios temblaban pero de ellos no salía palabra alguna
¿Qué podía decirle? No iba a traicionar sus ideales, esos que su difunta madre le inculco precisamente porque no quería que su único hijo sufriera al igual que ellos habían sufrido él se lo había prometido tantas veces, por otro lado su abuelo moriría, ciertamente quedaría solo en el mundo
-Una última cita abuelo, aceptare esta última cita, si no es de mi agrado buscare por mi cuenta a mi futura esposa ¿Te parece bien?
El abuelo lo miro y esbozo una sonrisa cansada pero satisfecha
-Tienes un mes para encontrarla por tu cuenta, si no la encuentras, te casaras con quien yo decida ¿Es un trato?
Suspiro profundamente y luego asintió con un movimiento ligero de cabeza.
-Vamos a comer ahora, te esperaba para ello.
Y se dirigió al enorme comedor con pasos cansados apoyado siempre de su bastón.
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El restaurante escogido para su última cita a ciegas era refinadísimo y costoso, pero su abuelo no iba a escatimar en gastos con tal de obtener lo que quería.
-Es un muy lindo lugar comentó su acompañante femenina La vista es hermosa desde aquí.
El solo se limitó a asentir y luego beber un sorbo de vino tinto.
-¿Estás aquí obligado verdad? sonrió tímidamente incapaz de mirarlo a los ojos
Entonces él quiso ser más amable, ella no tenía la culpa de haber nacido en una familia rica y servir de moneda de cambio.
-Disculpa si te estoy haciendo incomoda la cena.
-¡No! ¡No pasa nada! Se apresuró a decir Se cómo es esto, si no eres tú con quien me case, será con otro que mis padres decidan.
Aunque sonreía se le notaba la tristeza en sus palabras y en su rostro.
- ¿Por qué no te opones? Le pregunto él directamente
-No puedo hacerlo le afirmó
-¿No puedes o no quieres? - Insistió en saber - ¿Tienes miedo de ser pobre?
Ella al fin lo miró directo a los ojos ¿Sentiría miedo como él decía?
-Nunca había pensado en eso, nunca había pensado en dejar mi hogar y tomar mis propias decisiones.
-¡Pues sí que deberías! - Le sonrió cortésmente -Si te casas por compromiso familiar seria como ver morir una flor en cámara lenta, te irías secando gradualmente por falta de amor, cariño, dedicación...
Aquellas palabras le resultaron hermosísimas a la chica, le hicieron latir por primera vez el corazón
-Sé que no quieres casarte conmigo y disculpa mi atrevimiento, pero... ¿Pudiéramos ser amigos? Ella volvió a sonreír tímidamente Es que no tengo amigos y en ocasiones me siento sola. Creo que tú me entenderías muy bien.
-¡ aro! Sonrió amablemente Te daré mi número - Tomo el teléfono celular que estaba sobre la mesa y registró su número privado, luego se lo devolvió - ahí tienes, cuando quieras hablar solo llamas. Soy un hombre muy ocupado, pero prometo hacerte tiempo.
Tenía una sonrisa hermosa, dientes blancos como perlas de marfil y aquellos hoyuelos en sus mejillas.
Ella solo disimulaba no verle
La cena transcurrió con una conversación bien agradable, el que los viera diría que había dado resultados positivos y lo mismo pensó el abuelo de José Carlos al observar las fotos que le entrego su secretario. Fotos que fueron tomadas en secreto.