Última Parada

El piso está silencioso, ni tan siquiera Brox se mueve de su lugar.

Ese gato ha sido siempre muy cariñoso, incluso si no me veía por días, el venía a mi. Supongo que mi estado de ánimo no ayuda a eso tampoco.

-" Disculpe Jon". -- La enfermera me hace señales para que vaya junto a ella, hacia la entrada de la habitación de Orlando. -" Le he dejado aseado, cambiado la sonda". -- Suspiro, aguantando las ganas de salir corriendo de acá. -" Solo debe de hablarle, estar atento a si la máquina hace un ruido de alarma y... si le mueve un poco antes de irse a dormir, mejor, le muestro?".

-" No, no, ya... en el hospital ya lo he hecho. Y cambiar la bolsa también, ya lo sé". Me acaricia la espalda.

-" Mañana estaré aquí a las 9, va bien?".

-" Sí. Esto... Debo de empezar a trabajar mañana. Su mamá vendrá algún día, supongo. Pero… De no ser así, ...".

-" Hay otra enfermera que vendría. No se preocupe que estará atendido. Y si le preocupa el pago, sepa que todo está bien".

-" Por ahora...". -- Me sonríe. Quizás para ella esto no es nada nuevo, pero para mí sí. -" Creo que debería de buscar una clínica privada para él".

-" Puede hacerlo, pero recuerde que son muy costosas y de esa forma, no tendría un menor precio en servicios".

-" Hecha la ley hecha la trampa. Debo de agradecer que debido a un accidente de tráfico puedo beneficiarme de descuentos...". -- Mi tono sarcástico la ha dejado seria. -" Disculpe... Será mejor que... la veo mañana. Debo de hablar con él. No sé para qué, pero debo de hablar con él".

-" Hay estudios que dicen qué las personas en su estado pueden percibir los sonidos, es como una forma de escuchar, de dar estímulos. Y así, usted también puede hablar libremente". -- Suspiro. -" Entonces, hasta mañana". -- Agarra fuerte su mochila y se marcha sonriendo dejándome aquí, con él y sus... juguetes.

Me acerco a él, viendo su cara. Parece más tranquilo que en el hospital. Pero... son imaginaciones mías, porque al acercarme, al sentarme al borde de la cama puedo ver bien que está igual de pálido.

La última vez que toqué su mano estaba fría y lloré tanto, que los ojos me dolieron por un par de días.

Orlando siempre ha sido muy activo, un culo inquieto, de esos tipos que van de un lado para otro, de echo, a veces creo que de no ser porque nos conocemos desde siempre, no nos hubiéramos conocido.

Un entrenador que trabaja en un taller y un conductor de camiones?

-" Sabes Orlando, sigo pensando que tú y yo somos una pareja rara, de esas unidas por conocernos de toda la vida". -- Mi teléfono suena. Miro quien es y dudo en atender la llamada. -" Hola mamá...".

-" Todo bien Jon?".

-" Qué quieres mamá?".

-" Saber que estás bien. Está en tu casa ahora?". -- Resoplo. Fue una buena madre, pero supongo que esperaba nietos de mi parte.

-" Ya te dije por mensaje la situación. Algo más?".

-" Deberías de dejarlo con sus padres o en alguna Institución. Eres joven, Jon...".

-" De nuevo con esas tonterías mamá?".

-" Es la realidad y tú no la quieres ver!!".

-" Escúchame bien, si papá fuera él harías lo que me estás diciendo!!!".

-" Pero Jon....".

-" No hay pero Jon!!! Siento mucho no ser ese hijo machito que querías, siento mucho no poder darte nietos ni ser una familia de portada, pero a quien quiero es a él!! Lo vas entendiendo de una vez!!". -- Escucho su suspiro. -" A menos que vayas a decirme algo bueno, agradable... No me llames si no es para eso, ok?".

-" Bien. Tu hermana pasará a verte. Está ocupada con los gemelos y...".

-" Chao mamá, hablamos en otra ocasión". -- Cuelgo la llamada. Cada vez que puede, nombra la maravillosa vida de mí hermana. -" Sabes Orlando, creo que mi mamá está amargada". -- Me rasco la cabeza. -" Iré a por agua...". -- Salgo de la habitación mientras el agua cae de mis ojos.