Ella necesita un esposo para poder obtener la herencia que le dejó su abuelo, a él le quieren imponer un matrimonio. Un momento de confusión los hará conocerse y él aprovechará esa oportunidad para escapar del matrimonio que no desea, sin saber que gracias a ella también obtendrá la libertad que tanto ansiaba.
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Verdades que salen a la luz
Mientras que Annia se dirigía al departamento de su amiga Cloe... Elena su prima y Marcos su ex prometido se hallaban en la mansión del abuelo de la muchacha, ambos se habían instalado en el lugar con el único fin de tomar posesión de lo que la muchacha cEstásle correspondía tras la muerte de su prima.
-¿Estas feliz con todo esto, mi amor? - le preguntó Elena a Marcos mientras estaban recostados en el gran sofá de la sala y ella acariciaba su cabello.
-¿Con qué exactamente, nena?- indagó él tomándola por la cintura para llevarla sobre su regazo.
-Con la muerte de Annia- respondió ella.
-Pues... la verdad es que sí, estoy más que satisfecho- respondió él- Es más, me alegra que ni siquiera hayamos tenido que ocuparnos de su funeral.
-En eso tienes mucha razón, cariño- replicó ella- Hubiera sido muy desagradable tener que fingir que la echaríamos de menos frente a toda la gente que asistiera.
-Es verdad, nena, hemos tenido muy buena suerte- confirmó él y luego se enredaron en un juego de besos y caricias que fue calentandose poco a poco hasta terminar en la cama.
Flashback... Una semana atrás, luego de que Annia fuera declarada muerta...
El pequeño cuarto del hospital estaba bañado en una luz pálida que entraba por las ventanas cubiertas de polvo. Annia, con su cuerpo aún débil pero su mente aguda, observaba atentamente al médico que había cometido el error fatal de declararla muerta. El médico era un hombre de mediana edad quien con ojos cansados y un aire de culpa evidente, sostenía su estetoscopio con manos temblorosas.
-Por favor, doctor- susurró Annia, su voz era apenas un susurro pero cargada de determinación- Ayúdeme a salir de aquí. No haré nada en su contra por la negligencia, lo prometo. Solo necesito tiempo. Si alguien de mi familia viene a reclamar mi cuerpo, dígales que fue cremado según las leyes del hospital.
El galeno se llevó una mano a la frente, frotándola con desesperación. Sabía que estaba atrapado entre su error y la posibilidad de redención.
- Annia...- empezó diciendo, pero ella lo interrumpió con un gesto decidido.
- Doctor, no hay tiempo para dudas. Si alguien descubre que estoy viva, no podré escapar de aquellos que me quieren muerta. Usted sabe de quiénes hablo.
El médico asintió lentamente, comprendiendo la gravedad de la situación. Recordaba las miradas furtivas y las conversaciones entre susurros en los pasillos del hospital sobre los traidores que Annia mencionaba. Decidido, respiró hondo y aceptó.
- Está bien, haré lo que me pides- Nadie sabrá que sigue viva.
Tres días después, el aire en el hospital estaba tenso. Elena y Marcos, llegaron al lugar con sus rostros disfrazados con una falsa actitud de angustia. Se acercaron a la recepción y pidieron hablar con el médico que había sido el responsable de atender a Annia el día de su muerte, el galeno los atendió con semblante serio.
- Doctor, venimos a buscar el cuerpo de mi querida prima- dijo Elena tratando de mantener la compostura, llevando las manos a su rostro, simulando una tristeza que estaba lejos de sentir.
El Doctor asintió, y los condujo a su oficina. Una vez allí, los hizo sentarse antes de empezar a hablar.
-Lamento mucho lo que voy a decirles- comenzó, diciendo con su semblante serio y su voz grave- Pero debo informarles que según las políticas del hospital, después de tres días sin que nadie reclame el cuerpo de cualquier paciente fallecido en este nosocomio, debemos proceder con la cremación del mismo para evitar problemas sanitarios. Desafortunadamente, nadie vino por Annia en ese tiempo, y tuvimos que disponer de su cuerpo.
Elena dejó escapar un sollozo ahogado mientras Marcos apretaba los puños, tratando de contener su rabia y tristeza.
-¡No puede ser!- exclamó Marcos- Llegamos lo más rápido que pudimos. ¡Ella no merecía esto!
-Lo siento mucho- repitió el doctor- Entiendo su dolor, pero fueron las circunstancias.
Elena, con lágrimas corriendo por sus mejillas, preguntó con voz quebrada:
-¿Puedo al menos ver dónde la...?
El Dr. negó con la cabeza.
- Lo lamento, pero no es posible. Todos los restos son tratados de manera anónima y segura. Solo puedo asegurarles que se hizo con el máximo respeto.
La pareja de amantes salió del hospital fingiendose devastada, sin saber que Annia quien estaba vivay se hallaba oculta, observando desde una ventana del piso superior, su corazón dividido entre la tristeza por la traición y la resolución de continuar su lucha.
Horas más tarde, en la penumbra de la habitación que ocuparía en casa de su amiga, la muchacha se sentó con un cuaderno y una pluma. Necesitaba planear su próximo movimiento. Los dos traidores aún la creían muerta, lo que le daba una ventaja.
-Marcos, Elena- susurró para sí misma, recordando los rostros de su prima y su exprometido- Prometo que esto no será en vano. Voy a hacer que paguen por lo que hicieron.
Con una mezcla de dolor y determinación, Annia empezó a trazar los nombres y conexiones de aquellos que habían conspirado contra ella. El tiempo ganado por la mentira del galeno era su única esperanza. Sabía que debía moverse con cuidado y precisión, pues su vida dependía de ello.
Fin del flashback
Mientras tanto, Kyle estaba sentado en su elegante departamento del centro de la ciudad, un espacio moderno y minimalista con grandes ventanales que ofrecían una vista impresionante de la metrópolis. Sin embargo, su mente estaba lejos de la serenidad que el paisaje urbano ofrecía. Frente a él, un vaso de whisky casi intacto sobre la mesa de vidrio, y en su mano, una fotografía de Annia, su esposa por contrato.
La puerta del departamento se abrió y James, su asistente y amigo leal, entró con una carpeta bajo el brazo. James era un hombre joven y dinámico, siempre vestido con trajes impecables y su actitud siempre profesional pero con una chispa de camaradería que lo hacía indispensable para Kyle.
-Kyle- saludó James, cerrando la puerta tras de sí- Te traje lo que me pediste.
Kyle levantó la vista, sus ojos mostrando una mezcla de desesperación y esperanza.
-Dime que encontraste, James. Necesito saber todo de Annia.
James se sentó frente a él, colocando la carpeta sobre la mesa. Suspiró antes de abrirla y sacar los documentos.
-He estado investigando a fondo- comenzó- Y pude averiguar que tu esposa es la heredera legítima de la familia Black- explicó- pero no es la única heredera- agregó, Kyle lo miro sin comprender.- Tu esposa tiene una prima, que en realidad no es prima y al parecer su abuelo Sebastián Black, dispuso que su herencia sería para la primera de ellas que se casara.
-Muy interesante- comentó Kyle- ¿pero por que su prima quiere vender la mansión de su abuelo, si no le pertenece? - preguntó.
- Pues, porque ella sería la única heredera viva- respondió James.
-¿Cómo es eso? Annia está con vida- aseguró Kyle.
- Pues...eso es porque para ellos tu esposa murió hace una semana aproximadamente- le dijo James.
-Explícame eso, James- le pidió el joven y su amigo procedió a contarle sobre los registros médicos de Annia, su entrada al hospital por una intoxicación y su supuesta muerte.
Kyle apretó la mandíbula, su mirada se endureció.
-Entonces... ¿la prima de Annia y su ex prometido?...
- Ellos podrían ser responsables de la intoxicación que la llevó a la muerte- agregó James.
-¿Cómo ?- preguntó Kyle dudoso.
-Según los registros del Hospital, Annia Black murió por una intoxicación grave y su cuerpo fue cremado después de estar en la morgue sin ser reclamado- Kyle se sorprendió, pero James continuó con su explicación- Hablé con el médico que la trató y firmó su acta de defunción y luego de convencerlo él me confesó que al parecer la familia de la muchacha no la quería con vida. Y él la ayudó para que no supieran que en realidad no había muerto.
Kyle se levantó de su asiento, empezando a caminar de un lado a otro, su mente trabajando rápidamente.
-Entonces... ¿su prima y su ex prometido la querían muerta?- dedujo Kyle.
-Ellos planean casarse- respondió James, y eso fue más que suficiente para que Kyle comprendiera lo intrincado del asunto.