Patricia Silva una abogada intachable, decide llevar un caso que le puede traer problema en su vida, ¿qué pasará con esta abogada? les invito a leer la historia.
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Capitulo 2
Patricia
Me levanté inmediatamente, debí imaginar que era un Torres. Me han dicho que son muy guapos, lástima que tengan tan mala reputación. Ellos piensan que soy una abogada corrupta, que solamente me importa el dinero, ¡qué equivocados están! Ahora con más razón voy a luchar para ganar ese caso. Sé que deben de tener miedo, es que dicen tantas cosas de mí.
Dicen que soy altanera, posesiva, invencible, perversa, que no le tengo miedo a nada. ¿Y saben qué? ¡Lo soy! También dicen que soy una fácil, que me acuesto con un hombre una sola vez, esos son rumores infundados por mujeres envidiosas. No soy una santa, pero tampoco ando de cama en cama con diferentes hombres.
Hace 5 años me iba a casar. Una noche le quise dar una sorpresa a mi prometido, y fui a su apartamento. Como tenía llaves, entré en silencio. Escuché ruidos en la habitación, y cuando abrí la puerta, la sorprendida fui yo. Ahí estaba el hijo de puta con mi mejor amiga, ¡digo!, la que decía ser mi mejor amiga. Como toda una mujer valiente, di la vuelta y me fui. Desde entonces no tengo pareja. Si un hombre me agrada, trato de estar con él, pero no más.
———
Víctor
Estoy en la agencia esperando a Albín. Tenía mucho tiempo que no me preocupaba tanto por algo. No conozco a esa mujer, y ya me estresa.
Tanta espera dio resultado, él entra a la oficina con una expresión en su rostro que no me gusta.
— ¿Por qué esa cara, mataste a alguien?— bromeó con él.
— Hermano, tenemos problema, esa mujer no quiso ni escuchar mi propuesta.
— ¿Por qué no la obligaste? — pregunto molesto.
— ¿Por qué no hablas tú con ella?
— ¡Joder! Sabes que no tengo paciencia, si la tengo en frente soy capaz de estrangularla con mis propias manos. Mira, llegó esta notificación, ahí está la fecha en la que empieza el juicio.— le paso el papel.
— ¿Quieres que le demos un susto a la abogada?—me pregunta con dudas, lo sé por su mirada.
— No, eso sería muy arriesgado, estoy seguro de que sospechara de nosotros. Vamos a confiar en Tony, él dice que tiene todo bajo control. Me voy a casa, mi esposa me espera para cenar.
— Tengo días que no la veo discutir con mi mamá, ¿ya hicieron las pases?
— Sabes qué mamá tienes su carácter, pero tendrás que aceptar a Carla, ya tenemos un año de casados y todavía no pueden convivir juntas.
Me casé con Carla hace un año, es una mujer muy interesante. Se lleva supermal con mi mamá, pero estoy seguro de que eso va a cambiar. Quiero tener hijos, ¿no sé por qué razón Carla no sale embarazada?
Después de que mi papá murió, mi mamá me dejó a cargo de la agencia. Para ella significa mucho, por eso no quiero un escándalo público. Si la joyería diamantiny, gana el caso, Albín y yo estamos perdidos.
Tres semanas después
Patricia
Me levanté temprano, tengo mucho trabajo. Hoy Daisy y yo nos presentaremos ante el juez. Espero que podamos lograr que ella vea a sus hijos. También hoy es la primera audiencia del caso Torres, pero ese no me preocupa. Con todas las pruebas que tengo, estoy segura de que voy a ganar.
Voy conduciendo a baja velocidad, no sé si son ideas mías, pero, últimamente, siento que alguien me está siguiendo. Deben ser los Torres, ellos han tratado muchas veces de reunirse conmigo y siempre me niego.
Llego al bufete, saludo a mis padres, luego voy a mi oficina.
Suena mi celular y decido contestar.
Llamando desconocido
“¡Halo!”
“Lic. Silva, aún estás a tiempo para retirarse del caso Torres.”
“¿Me estás amenazado?”
“Tómelo como quieras”.
“Perfecto, lo tomaré como una amenaza”.
“Lo único que le puedo decir, es que, por su bien, se retire del caso”.
“No voy a renunciar, haga lo que usted quiera. Voy a aprovechar que van a estar ahí los periodistas, para decir públicamente que estoy recibiendo amenazas”.
Fin de llamada
Víctor
Es imposible hablar con esa mujer, ¿por qué no hace caso a las advertencias?
—¿Qué te dijo? ¿Por qué cerraste?— me pregunta Albín
— Esa mujer está decidida, ahora dice que va a hablar con los periodistas, para decir que la estamos amenazando.
— Creo que debemos aceptar pagar esos millones de dólares, y olvidarnos de eso. Nos declaramos culpables, pagamos y ya.
— Albín, el problema no es pagar los millones, el problema es el escándalo, los periodistas, mi mamá, los clientes, por eso no quiero ir a juicio.
— Si mamá se entera de nuestros negocios, creo que le da un infarto. — dijo preocupado.
— Eso es lo que no quiero, no podría ver a mamá sufriendo.
— Bueno, entonces me voy al juzgado, deséame fuerte.
— Suerte va a necesitar la abogada.
Patricia
Después de la llamada que me hizo uno de los Torres, me desenfoqué un poco. No puedo negar que ese hombre es intimidante hasta por teléfono.
Continué con mis pendientes. Estoy en juicio, acabamos de lograr que Daisy pueda ver a sus hijos, eso me llena de felicidad. Miro mi reloj para ver si me puedo tomar un café, y no, ahora me toca el caso Torres. Justamente veo a Albín llegar, y se acerca a mí.
— Lic. Es un placer volver a verla.— me da un beso en la mano.
— Hola, señor Torres, en otras circunstancias había dicho lo mismo, pero no es el caso. —digo con una sonrisa.
— ¡Qué lástima!, nos vemos adentro.— se retira.