¡La Abogada Y El Ceo!
Un cordial saludo.
Esta historia fue editada, por ende; el audio que se escucha no concuerda con la narrativa actual. Le recomiendo leer sin escuchar el audio. Muchas gracias.
...«La Abogada Y El CEO»...
Mi nombre es Patricia Silva, tengo 27 años, soy abogada, una de las mejores y de las más reconocidas en el país. Mis papás son dueños de un bufete de abogados, con arduos reconocimientos por su trayectoria y buen trabajo.
Trabajamos juntos, y puedo decir honestamente, que a veces es agobiante trabajar con la familia. Siempre están pendientes al mínimo detalle, eso sin contar que vigilan cada paso.
Mis padres no pierden la oportunidad para decirme, que debo buscarme un buen hombre, casarme y formar una familia. Eso lo dicen porque mi hermano, Freddy, se casó con una valiosa mujer, pero quién me dice que yo voy a correr con la misma suerte de encontrar una excelente pareja. Además, no me gusta el compromiso. Vivo sola, no me gusta que estén controlando mis acciones.
Disfruto al máximo mi libertad, soy una mujer apasionada, independiente, y no me importa lo que digan los demás.
Suena mi celular, veo la pantalla para ver de quién se trata. “Papá llamando”
“Hola, papá, ¿cómo estás?”
“Todo bien, hija, ¿puedes venir a la casa? Tu mamá y yo queremos hablar contigo”.
“Está bien, padre”.
Fin de llamada
No me sorprende esa llamada, estoy segura de que me van a hablar del caso de la agencia Torres. Desde que supieron que me solicitaron como la abogada del demandante, están muy nerviosos, no entiendo sus razones.
Estoy en un restaurante, reunida con una clienta. Siento pena por ella, se dejó maltratar por su esposo, se dejó quitar su herencia y lo más importante, se dejó quitar a sus hijos. La voy a ayudar para que recupere todo lo que perdió, pero los años pedidos, esos no vuelven.
— Nos vemos mañana, recuerda no llamar a tu ex.
— Muchas gracias, Lic. Silva.
— Vamos a recuperar a tus hijos.— me sonrió.
Salgo del restaurante y empezó a conducir. Llego a casa de mis padres, y están reunidos en el despacho. Hasta mi hermano, que siempre me apoya en todo, está aquí.
— Hola, ¿cómo están?— les pregunto.
— Mi princesa, ven, siéntate aquí.— mi mamá me señala el sofá.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué están tan serios?
— Hija, tu hermano y tú son lo más importante para nosotros, si algo les llega a pasar, no lo soportaría. Por eso te queremos pedir, por favor, rechaza el caso en contra de la agencia Torres.— dijo mi mamá.
—¡Lo sabía!—exclamé.
— Llevar ese caso, solamente te puedes traer problema.— me explicó mi papá.
Freddy me pegó hacia él, y me dio un beso en la cabeza.
— ¡Mi terca hermana! Sabes que cuentas conmigo para lo que quieras. Te adoro, pero nuestros padres tienen razón, no conoces a esos hombres. — dijo mi hermano.
Respiré profundamente, y analicé bien mi situación al aceptar ser la abogada de esa joyería.
— Les voy a decir algo. Tenemos años recibiendo clientes con demandas a la agencia Torres, ¿Y qué hacemos? Los rechazamos. Simplemente, porque no queremos problemas con ellos. ¡Por Dios!, ya está bueno. Voy a llevar el caso y lo voy a ganar, así tenga que enfrentarme a ellos mismos en personas.
— Patricia, sé que vas a ganar, pero ¿para qué buscar conflictos con los Torres?—pregunta mi papá.
— Papá, no son conflictos, es justicia. Dejen ese miedo. Ahora, me voy, tengo otra reunión.— salí de la casa.
———
Víctor Torres
Soy el CEO de una agencia de bienes raíces. Esta demanda por varios millones de dólares, por la estafa a una joyería. No podemos perder ese caso, eso sería un escándalo. Por muchos años hemos hecho negocios fraudulentos, y nos han demandado, pero siempre salimos victoriosos.
Mi mamá, no sabes de los negocios que hacemos, hermano y yo. Nos dedicamos al tráfico de armas, de joyas y diamantes. Me informaron que una abogada muy famosa es quien está defendiendo a la joyería que nos demandó, y eso me preocupa.
— Víctor, ¿pudiste resolver lo de la abogada? — me pregunta mi hermano, Albín.
— No. Encárgate de eso, hay que sobornar a esa mujer, ofrécele dinero, la cantidad que ella quiera. No quiero pensar que pasaría si mamá se entera de esto.
— Está bien, voy a hablar con ella, ¿y si no acepta?
— Bueno, ese será su problema, porque si perdemos pagará por eso, por meterse con las personas equivocadas.
— Víctor, ¿sería capaz de matarla?—preguntó asombrado.
— Sí, no voy a permitir que una abogaducha, ensucie nuestra reputación. Ve, y encuéntrala.
Horas después
Patricia
Amo mi trabajo, siempre me mantengo ocupada, escuchando a las personas decir mentiras y decir verdades. Estoy en un club, a punto de salir, llega un joven muy apuesto y se acerca a mí.
— Buenas tardes, Lic. ¿Podemos hablar? Serán unos minutos.
— Lo siento, no puedo en este momento. — Intento retirarme.
— Lic. Le conviene escuchar lo que tengo que decir.
— Le voy a dar mi tarjeta, hable con mi secretaria, y agende una cita.
— Unos minutos, por favor, ¿nos ponemos sentar?
Volvió a insistir.
— Bien, ¿dígame qué se te ofrece?
— Soy Albín Torres, le vengo a proponer un negocio. — lo interrumpo.
— Un momento, señor Torres, sé por dónde viene su negocio, y tengo para decirle, que yo, Patricia Silva, no me vendo, feliz resto del día.
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Updated 54 Episodes
Comments
Rosario Maritza Gutierrez Morales
se vale k explotes, tu tranquila nosotros nerviosas, mira mientras sigamos existiendo personas k si nos gustan tus libros. tu sigue escribiendo. un fuerte abrazo y bendiciones.
2024-11-16
1
Miriam Moreno
me encanta al igual que una amante por contrato
2024-10-27
1
Liliana Ramirez De Montiel
Al que no le guste que deje de leer y listo, es mejor enseñar que criticar.
Hacer críticas constructivas, para que cada día l@s escritor@s evolucionen en su manera de escribir, no que dejen de hacerlo.
Sigue mejorando cada día.
2024-08-30
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