La Loba Y El Dragón

Muy buenas tardes mis queridos lectores, quiero dejar en claro que esta novela se va a publicar solamente martes y jueves, de a varios capítulos, pero solamente esos días porque son los que me quedan libres después del trabajo. Espero que les guste el inicio, la trama y el desarrollo y por favor abstenerse de malos comentarios, una cosa son las críticas constructivas y otra cosa es denigrar o insultar a quienes escriben. Si la novela no les gusta o no es de su agrado no la sigan leyendo, pero no es necesario que tengas comentarios hirientes hacia mi persona.

Desde ya muchísimas gracias a todos los que siempre apoyan mi trabajo y me ayudan a mejorar. Les mando muchos besos y ahora si a disfrutar de la lectura.

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desde muchos años atrás, la familia Ivanov es conocida por dos razones. La primera es encabezar la Mafia rusa con el contrabando de armas, drogas y autos deportivos y la segunda, pero no menos importante es por sus mujeres conocidas en el alto y bajo mundo como lobas blancas. Mujeres que son entrenadas desde muy chicas para ser armas letales, encargadas no solo de eliminar todo lo que atraviese en su camino al poder, sino también en ser las que manejan desde la comodidad de sus casas el trabajo de sus esposos.

normalmente, estas mujeres no son vistas en sociedad más que cuando hay fiestas de negocios o en salidas con sus maridos, para el resto del tiempo, se quedan en sus casas mientras los hombres salen a hacer las reuniones necesarias. La familia Ivanov siempre considero que la mujer debía ser la jefa de la Mafia, porque es la única que soporta los dolores del parto y trae vida a este mundo, así que por eso les daban tal honor a ellas. De más esta decir que aquel que se case con una mujer Ivanov, automáticamente adquiere su apellido y está obligado a la fidelidad hacia ella, aunque siendo sinceros, quien desearía serle infiel a alguien que es capaz de matarte de miles de maneras diferentes y una más dolorosa qué la otra.

El arte de matar se les inculca a partir de sus 7 años, pero no solamente aprenden a usar armas de fuego, también se les enseña el combate cuerpo a cuerpo, uso de armas blancas y el manejo de autos o motos. Cuando cumplen 14 años son enviadas a una misión simple, pero arriesgada y si vuelven se les da el derecho de elegir con quien pasaran el resto de su vida. Muchos hombres al principio vieron de forma estúpida permitir que las mujeres se metieran en sus negocios y mucho más opinaran de ellos, pero esta familia entendía el valor de cada una de sus mujeres y también las respetaban como si fueran reinas. Todo comenzó hace muchos años con el viejo Ivanov que sé salvo de ser asesinado por su propia gente en una revolución, gracias a que su esposa, aquella mujer que nunca considero más que la que le tenía que dar herederos y a quien había engañado con otras, le salvo la vida y demostró ser digna compañera. Desde ahí el viejo cambio su postura y enseñó a todos sus hijos varones a respetar y a amar no solamente a las mujeres con las que se casaban sino también a sus hermanas y madre. Aunque de trasfondo también estaba que nadie sospecharía que una mujer sería capaz de matar a varios hombres en un cuarto, pero eso quedó demostrado con las nietas del viejo.

Así fueron pasando de generación en generación la devoción por el sexo femenino y hasta me atrevería a decir que ya eran consideradas diosas de la muerte. La única petición que debían cumplir era que aquel que les quitara La pureza sería su esposo, Así que muchas de ellas llegaban puras al matrimonio. Nunca se dio el caso de que no naciera una mujer en la familia, por ende la tradición se pasó de generación en generación hasta la actualidad.

actualidad

Hoy por hoy el cabeza de familia es Víctor Ivanov, casado con Ivana Ivanov con la cual tiene tres hijos, Diego de 24 años, Natacha de 18 años y la pequeña Nizza de 9 años. Siguiendo con la tradición de la familia, tanto la de 18 como la pequeña son las lobas y fueron entrenadas para hacer lo que mejor les sale hacer.

Natacha empezó a los 14 años a ir a misiones de las cuales salió siempre victoriosa, aunque en las primeras sus heridas habían sido considerables. Su madre era quien la atendía y la curaba, como regalo su padre le compraba joyas o lujosos vestidos. Diego estaba aprendiendo el oficio y hace varios años había empezado a ir a las reuniones con su padre, aunque siempre estuvo en desacuerdo qué luego de estas sus padres se encerraran en su despacho para tomar las decisiones correspondientes. Para él, su madre no tendría que opinar en los asuntos de los hombres, pero sabiendo que era ley de la familia, jamás le dijo algo a su padre, pues así como se hacía el valiente también era muy miedoso, mal combinación para alguien que pronto tomaría el poder de la empresa.

En la casa, aparte de la seguridad y de varios lobos que la familia criaba, también estaba la nana de las niñas, una mujer japonesa de avanzada edad que había servido casi 30 años y a la cual la señora Ivana había salvado de un destino peor que la muerte, la señora Ming. Ella había sido la que había asistido los partos de los tres hijos de la familia y había ayudado a cuidarlos, tal así que los consideraba como suyos y también les enseñaba diversas cosas.

Señorita Natacha por favor espere a la cena, deje de robarme las verduras de la ensalada- reto a la joven.

Nana no te enojes, te prometo que te regalaré algo, pero tengo hambre- dijo ella robándose una hoja de lechuga mientras salía corriendo de la cocina.

Esta niña- se reía Ming mientras seguía cocinando.

La joven llegó corriendo hacia el gran comedor donde su hermano y hermana ya estaban sentados esperando a sus padres.

Nat deberías dejar de robarle comida a la nana- dijo enojado Diego, quien tenía un humor de perros porque unos negocios le habían salido mal.

Oh vamos solamente me robé una hoja de lechuga- dijo ella haciendo un puchero mientras se sentaba.

Deberías haberle robado un pedazo de la carne que está haciendo, de solo olerla se me hace agua la boca- le reprocho Nizza.

En un rato servirán, parecen muertas de hambre- las regaño de nuevo Diego.

Puff ¿qué ocurre hermanito? ¿Acaso perdiste más plata en el casino?- la sola mención de esa broma hizo que Diego se tensara de golpe dando por asentada la respuesta de esa pregunta.

Cierra tu maldita boca- se levantó de golpe haciendo que la silla cayera hacia atrás.

Natacha era conocedora de los cambios de humor repentinos de su hermano y decir que estaba sorprendida de que reaccionará así sería mentirles, pero lo que aún le hacía ruido en su mente era el hecho de que supuestamente Diego estaba en un programa para adictos a los juegos, y si él reaccionaba así con una broma entonces quizás y solo quizás no le estaba yendo bien en la recuperación y había tenido una recaída.

Perdón, era solamente una broma- dijo para evitar llegar a un enfrentamiento que sabía que su hermano perdería.

Mientras sus padres bajaban las escaleras, Diego volvió a poner la silla en su lugar y se sentó nuevamente intentando cambiar la cara de enojado. La cena transcurrió con normalidad a pesar de que entre los hermanos había quedado muy tenso el ambiente.