Adrián, un joven creativo lleno de entusiasmo, comienza a trabajar en una agencia publicitaria donde conoce a Héctor, su exigente y distante director creativo. Lo que comienza como una relación profesional llena de tensiones se transforma en un vínculo inesperado cuando Adrián descubre la vulnerabilidad detrás de la fría fachada de Héctor. Juntos, enfrentarán prejuicios y sus propios miedos mientras intentan encontrar el amor en medio del caos .
NovelToon tiene autorización de Enay Dareck para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
cap:19
Adrián y Diana trabajaron incansablemente durante días, reuniendo pruebas y contactando a aliados estratégicos. La información que Diana había obtenido era un arma poderosa, pero necesitarían algo más para enfrentarse a Héctor y arrebatarle el control de la empresa.
El plan comenzó con una reunión clave. Diana, usando su red de contactos, había organizado un encuentro con un grupo de accionistas descontentos con la gestión de Héctor. Adrián no estaba seguro de cómo los convencerían, pero Diana parecía tenerlo todo calculado.
La Reunión Decisiva
La sala de juntas estaba llena de tensión cuando Adrián y Diana entraron. Los accionistas los miraron con curiosidad, algunos con escepticismo. Héctor aún no había llegado, pero el ambiente ya estaba cargado.
—Gracias por venir —comenzó Diana, su voz firme y clara—. Sabemos que algunos de ustedes han tenido dudas sobre cómo se está manejando la empresa, y estamos aquí para demostrarles que esas dudas están justificadas.
Adrián tomó la palabra, desplegando los documentos que habían recopilado.
—Lo que verán aquí son pruebas de que Héctor ha estado usando recursos de la empresa para beneficio personal. Contratos falsificados, transferencias de dinero y acuerdos ilegales con socios externos.
Los murmullos llenaron la sala mientras los accionistas revisaban los papeles. La incredulidad se mezclaba con el enojo.
En ese momento, la puerta se abrió de golpe, y Héctor entró, su rostro una máscara de ira.
—¿Qué significa esto? —espetó, mirando a Diana y Adrián.
Diana se levantó, mirándolo directamente a los ojos.
—Significa que tu tiempo al frente de esta empresa se acabó, Héctor.
Héctor rió con sarcasmo, aunque su nerviosismo era evidente.
—¿De verdad crees que puedes hacerme esto? Yo soy el CEO. Nadie aquí tiene la autoridad para destituirme.
—No todavía —respondió Adrián con calma, levantándose también—. Pero cuando los accionistas vean lo que hemos descubierto, no tendrán más remedio que votarte fuera.
Héctor se acercó a Adrián, su tono goteando veneno.
—¿De verdad crees que eres mejor que yo? Todo lo que tienes es gracias a mí.
Adrián no se dejó intimidar. Lo miró directamente a los ojos y respondió con firmeza.
—No, Héctor. Todo lo que tengo es a pesar de ti.
Héctor giró hacia los accionistas, tratando de recuperar el control.
—Esto es un ataque personal. Estas acusaciones no tienen fundamento. Están manipulando la información para su beneficio.
Diana dio un paso adelante, sosteniendo un sobre en la mano.
—Este es un informe completo de una auditoría independiente que pedí hace meses. Confirma cada irregularidad que Adrián mencionó. Si aún dudas, Héctor, ¿qué tal si explicas estas transferencias?
Héctor se quedó en silencio, incapaz de dar una respuesta convincente. Los accionistas comenzaron a intercambiar miradas de aprobación hacia Adrián y Diana.
El Momento de Decisión
Tras horas de deliberación, los accionistas convocaron una votación para decidir el futuro de Héctor. Cuando el último voto fue contado, el resultado fue claro: Héctor sería destituido inmediatamente, y el control de la empresa volvería a la familia de Adrián y Diana.
Héctor se levantó, su rostro rojo de furia.
—Esto no ha terminado —dijo antes de salir de la sala, dejando tras de sí un rastro de tensión.
Adrián y Diana se miraron, un peso enorme levantándose de sus hombros. La empresa estaba nuevamente en manos de su familia, pero ambos sabían que el trabajo apenas comenzaba.
Un Nuevo Comienzo
Esa noche, en la antigua casa familiar, Diana levantó una copa de vino.
—Por nuestra victoria.
Adrián sonrió, chocando su copa con la de ella.
—Y por lo que viene.
Aunque el camino aún era incierto, Adrián sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: esperanza. Sabía que reconstruir su vida y la empresa sería un desafío, pero esta vez no estaría solo.
Con Diana a su lado, estaba listo para enfrentar lo que fuera.