Capítulo XIII: Analogías y cafés amargos

“Demián Cabot”

Mi frustración crecía mientras veía la dirección donde aquel auto se marchó, ni siquiera ya estaba a mi vista, es que como si me hubiera quedado paralizado unos breves instantes. Thiago MacQuoid, si bien nunca lo había visto, nunca había visto a Evolet confiar tan fácilmente en alguien e irse. No puedo evitar maldecir entre dientes y sin más guardar mis cosas. Definitivamente entre Thiago y Evolet se llevarán mi poca paciencia.

(---)

Desperté al escuchar la alarma de las 6:00 pm. Me removí en la cama con mucho pesar, otro día en este mundo. Con el mismo ánimo me senté en la cama intentando quitarme lo adormilado viendo fijamente las cobijas de mi cama. Finalmente al escuchar a mi familia despertar también me resigné a levantarme.

La monotonía de mi rutina pasó con normalidad, solamente que hoy, específicamente hoy, hubo un pensamiento que alteró todo mi ciclo, un par de ojitos redondos del color café que irrumpieron en mi cabeza; Me miraban produciendo una tranquilidad en el ambiente y si hace unos días no puedo sacarla de mi cabeza y me remueve el pecho probablemente sea por ese momento.

He aquí el miedo más absurdo, estar tan cerca de ella y quemarme.

Fruncí el ceño y me serví una taza de café. Tal vez así el café amargo, me quite las dudas del alma.

(---)

Es medianoche y no puedo dormir  pensando en Evolet y en MacQuoid. Me levanté de la cama yendo al piano de la sala, tocando cualquier cosa que llegara primero, no tenía orden, así como mi cabeza.

-Muy tarde para tocar, ¿no crees? .- Me dijo una voz en las penumbras, tan común que no fue sorpresa su visita.

-¿Tú no deberías estar tocando en las calles? ¿O qué? ¿Ya te aburrió abrumar a Palacio? .-El enmascarado soltó una risita sarcástica y como siempre intentando cautivar.

-Pareces que tú harás mi trabajo, Demián, despertaras a todo el vecindario con ¿tu música?.-dice burlón haciendo duda sobre, honestamente, el ruido que generan mis dedos.

-¿Ahora te escondes aquí? ¿Te aburriste de molestar a Maynard y al chiquillo? ¡Ah! ¿O Evolet ya se enojó contigo?

-Bueno, es una mujer difícil, difícil si me tiene miedo.-se encoge de hombros sin más.

-Sólo la cautivas.- Me levanto de golpe con ceño fruncido.- Sé lo que pasó. La tienes confundida con tus rollos.-me cruzo de brazos.

-Suelo cautivar, a veces, desilusionar a muchas personas, Demián, ¿Tú por qué tan alterado?.-Se quita el antifaz muy divertido dejando ver su rostro.-¿Te molesta que De Loughrey me mire a mí? Mientras que tú estás más que olvidado.-Ríe.- Vaya que no predicas con el ejemplo, Cabot, sin saber expresar lo que necesitas evitando a cualquiera de abrir tu puerta.-Siento que todo mi cuerpo se tensa.- ¡Claro!.-sonríe.- Eres parte de una hipofrenia, eso es lo que te sulfura, que me sienta.- Su expresión es fría y calculadora.-¿Qué, Cabot? No me mires así, tú y yo sabemos que te molesta.-me pica el entrecejo y yo aparto su mano de mala gana.-Odias que me sienta sin conocerme, aunque piénsalo bien, tú me sientes sin conocerme, pero justamente eso es lo que no cuadra, te crees acendrado y sólo te quedas en lo quimérico.

-¿Cómo pretendes que ame a quien no conozco? .-me pongo enfrente suyo, firme, siento mi mandíbula apretada.

-Ahí vamos de nuevo con tu pistantrofobia, con tus mentiras.-Rueda los ojos.-No te sorprenderás entonces si para Evolet seas un extraño. Te diré algo, un consejo.

-Si sabio fueras…-espeté con ironía y enfado dándole la espalda.

-A nadie le gusta sentirse vulnerable ante mí porque no entienden lo más simple, pretenden complicarlo con lo que soy, lo que produzco y mis orígenes. Y tú Demián, no sólo lo complicas con tu silencio y desastre mental sino que además lo quemas, dices no buscarlo pero veme aquí, que curioso, ¿no? Estás tan cerca de lo simple, como una rozadura, pero tú mismo.-me giro a él retándole con la mirada y él suelta una risita después de una pequeña pausa.- Tú y tu mente  hacen que todo se aleje, ¿Hasta cuándo vas a evitarme?

-Lo que yo me pregunto es como siempre logras encontrarme y no desistes, ya tienes suficientes víctimas, ¿No te parece?- El saxofonista se burla como niño por mi comentario.- Deberías hablar con Evolet, ¿Ella no era tu prioridad?.-me siento en el taburete nuevamente.- Escucho suspirar rendido al muchacho, mientras que yo veo las teclas del piano.

-Bien, al fin dices algo coherente.-de reojo veo como se pone el famoso antifaz.- ¡Ah! Y no te preocupes, veré quien es ese tal Thiago MacQuoid, el que te tiene despierto, quién sabe, tal vez sea alguien como tú.-De mis labios se escapa una risa traicionera.

-¿Como yo? ¿No lo ves? Nadie puede ser como yo.

-No digo que sea una copia exacta de ti, pero todos somos reemplazables.

-Si, pero ¿No decías que en uno estaba ser inolvidable?.- vuelvo a mirarlo y el caballero vestido de abrigo negro me sonríe una última vez antes de cruzar la puerta principal y marcharse.

Siento un vacío en ese momento que no me deja tranquilo, ¿Esta noche no acabará pronto?

(---)

-Buenos días, señorita De Loughrey.-salude al verla esperando la dosis de alegría de cada mes. Estas dosis son tanto obligatorias como molestas. La pelinegra me sonríe.

-Buenos días, joven Cabot, ¿Desde cuándo hay formalismo en nuestras conversaciones?- me encojo de hombros colocando mis manos en mi nuca.

-Creí que era lo correcto.-Evolet arquea una ceja.- Bueno, eso creí después de que el joven MacQuoid la busco y saludó con la misma formalidad, por cierto, ¿Quién era?- la chica me mira con una sonrisa divertida y algo dulce a la vez. Desvío la mirada del par de ojos castaños.

-Una disculpa por interrumpirte ayer, pero creo que tú y yo ya pasamos la formalidad, ¿no?.-me mira perspicaz ignorando mi pregunta.- Somos amigos ocasionales.-abro los ojos de golpe hacía ella.

-¿Amigos ocasionales?.-Me arrebata una risa y a la vez una presión en el pecho.- ¿Soy tu amigo ocasional, Ev?

-¿Tú no lo crees?.-ladea la cabeza dirigiendo su cuerpo hacía mí.-Nos escuchamos como hace un amigo, escondemos cosas como extraños y hablamos como conocidos.-Explica con algunos ademanes con las manos mientras avanzamos en la fila para recibir la dosis.- Piénsalo. Creo que nunca he tomado un café contigo o haber hablado sin interrupción alguna, ¿A eso como lo llamas?

Sonrío negando con la cabeza por su conclusión y luego en el silencio el contacto visual se hizo presente, algo que estaba evitando pero, cuando vi sus ojos castaños y brillantes, me di cuenta que de verdad sentía sus palabras; Así me veía Evolet: Un amigo ocasional.

(---)

Demián Cabot, otro palacista, no se sabe mucho de él, tampoco escuchas hablar de él entre la gente y cuando ocurre, suele borrarse con el viento de forma rápida y concisa.

Es un realista con un toque justo cuando se le da hablar de filosofía, aunque es muy extraño que se vaya por sus deseos o sentimientos o a lo mejor si lo hace de forma prevenida y con la cantidad que él considera justa. Según él, la madurez viene cuando la realidad se posee en los pies en la tierra y dejar anhelos en el olvido.

Si bien él también forma parte de los músicos de la esquina Bartonelli, se puede decir que tenía otras pasiones, como la arquería, a veces lo ves escaparse, justo al amanecer, al acantilado de Saeinz. El lugar no era concurrido por nadie excepto por él y además que según Demián, el aire era perfecto. Dicen que a veces se sienta en la orilla del acantilado a ver la vista que daba al mar Da Vinci y en el completo silencio y en compañía con la soledad, se pone a leer poesías que solía escribir de joven y otras veces, solamente disfrutaba del paisaje, de los olores y del magnífico sonido de las olas chocar con la orilla.

Ese es Demián Cabot, el chico que nunca pude entender.

Atentamente 

Evolet De Loughrey.

(---)

-Gracias.- Agradece la pelinegra al recibir su botecito de Xapá para después guardarlo en su bolso de mano.-Tenga un buen día -Siempre tan amable, yo sólo agradecí con un gesto con la cabeza.

-Evolet.- Llamé su atención.

-¿Si?

-Creo que podemos arreglar eso de "ocasional" en tu título extraño de nuestra especie de acercamiento.-le propongo con una sonrisa burlona.

-¿Ah sí?.- Arquea la ceja con interés  y con una sonrisa que demostraba que esta situación era fuera de lo común.

-Señorita De Loughrey, ¿Vamos por un café?

 

...****************...

Canción de inspiración:

"I hear a Symphony"- Cody Fry

Instagram: @Liristories

Facebook: @Liristories

Spotify: La melodía de una melancolía - Playlist

Más populares

Comments

Armyes

Armyes

Damien Ya tiene un Punto a favor 💖 no se lo pienso mucho 💘

2022-07-30

1

Total
Capítulos
1 Introducción: Parte I
2 Capítulo I: Aquellos cielos grises
3 Capítulo II: Dosis de alegría
4 Capítulo III: Todas esas preguntas sin respuesta
5 Capítulo IV: Los secretos de un completo egoísta
6 Capítulo V: Un individuo en una sociedad
7 Capítulo VI: El músico de la casa azul
8 Capítulo VII: La carta de un niño desconfiado
9 Capítulo VIII: Los ojos detrás de tu escudo
10 Capítulo IX: El amor tan complejo como el silencio
11 Capítulo X: Mentiras que rompen en cachitos el corazón
12 Capitulo XI: El dolor de la entelequia
13 Capítulo XII: Que esos huecos en blanco dejen de serlo
14 Capítulo XIII: Analogías y cafés amargos
15 Capítulo XIV: Tazas de café ocasionales
16 Capítulo XV: La falta de cariño que tu cuerpo manifiesta
17 Capítulo XVI: Dos mundos desafortunados
18 Capítulo XVII: Máscara que no te pertenece
19 Capítulo XVIII: La muerte en la tierra de los vivos
20 Capítulo XIX: Rosas ardiendo y el reloj corriendo
21 Capítulo XX: Perspectivas
22 Capítulo XXI: La forma más bonita de romper un corazón
23 Introducción: Parte II
24 Capítulo I: El libro que me hizo entender
25 Capítulo II: Maldiciones de un escritor
26 Capítulo III: Somos sombras hechss de tortura
27 Capítulo IV: Brindo por las gotas de la miseria
28 Capítulo V: Palabras Innecesarias
29 Capítulo VI: "η χαρά του ψέματος"
30 VII: Tú, pequeña sombra
31 Capítulo VIII: Entre santos y pecadores
32 Capítulo IX: Lagunas Mentales
33 Capítulo X: Un ser y la mejor obra del mundo
34 Capítulo XI: No basta con un "Tal vez"
35 Capítulo XII: La discrepancia de un charco a un océano
36 Capítulo XIII: Los “anormales” del pueblo
37 Capítulo XIV: Siempre vas a ser el amor de mi vida
38 Capítulo XV: Mil y un mundos de diferencia
39 Capítulo XVI: El envenenamiento de la musa
40 Capítulo XVII: El sacrificio que escribí para ti
41 Capítulo XVIII: Leal a lo que es unilateral
42 Capítulo XIX: El filamento de orbes astríferos
43 Capítulo XX: Baila con todo el caos
44 Capítulo XXI: Que el mundo arda debajo de las cenizas de la venganza
45 Introducción: Parte III
46 Capítulo I: Nacer, Desarrollarse, Reproducirse y Morir.
47 Capítulo II: La Belleza de lo complicado
48 Capítulo III: La ovación al verdadero artista
49 Capítulo IV: Las estrellas también sangran
50 Capítulo V: Como si el amor lo pudiera todo
51 Capítulo VI: Soltar
52 Capítulo VII: Ni con todos los ansiolíticos del mundo…
53 Capítulo VIII: La tortura de quererte
54 Capítulo IX: Justo en las comisuras de tus labios
55 Capítulo X: Mi absurda falta
56 Capítulo XI: Más que sólo sobrevivir
57 Capítulo XII: La llamada
58 Capítulo XIII: Las ansias de la libertad son tan viejas como la humanidad
59 Capítulo XIV: Si necesitas inspiración, vuela
60 Capítulo XV: Aferrado a tu efímera presencia.
61 Capítulo XVI: Interminable presente
62 Capítulo XVII: Un individuo contra la marea
63 Capítulo XVIII: El silencio tan peligroso como el amor
64 Capítulo XIX: El miedo de una mente en blanco
65 Capítulo XX: Una carta para los muertos en vida
66 Capítulo XXI: Coincidir en esta vida
67 Epílogo
68 Dedicatoria y Agradecimientos
Capítulos

Updated 68 Episodes

1
Introducción: Parte I
2
Capítulo I: Aquellos cielos grises
3
Capítulo II: Dosis de alegría
4
Capítulo III: Todas esas preguntas sin respuesta
5
Capítulo IV: Los secretos de un completo egoísta
6
Capítulo V: Un individuo en una sociedad
7
Capítulo VI: El músico de la casa azul
8
Capítulo VII: La carta de un niño desconfiado
9
Capítulo VIII: Los ojos detrás de tu escudo
10
Capítulo IX: El amor tan complejo como el silencio
11
Capítulo X: Mentiras que rompen en cachitos el corazón
12
Capitulo XI: El dolor de la entelequia
13
Capítulo XII: Que esos huecos en blanco dejen de serlo
14
Capítulo XIII: Analogías y cafés amargos
15
Capítulo XIV: Tazas de café ocasionales
16
Capítulo XV: La falta de cariño que tu cuerpo manifiesta
17
Capítulo XVI: Dos mundos desafortunados
18
Capítulo XVII: Máscara que no te pertenece
19
Capítulo XVIII: La muerte en la tierra de los vivos
20
Capítulo XIX: Rosas ardiendo y el reloj corriendo
21
Capítulo XX: Perspectivas
22
Capítulo XXI: La forma más bonita de romper un corazón
23
Introducción: Parte II
24
Capítulo I: El libro que me hizo entender
25
Capítulo II: Maldiciones de un escritor
26
Capítulo III: Somos sombras hechss de tortura
27
Capítulo IV: Brindo por las gotas de la miseria
28
Capítulo V: Palabras Innecesarias
29
Capítulo VI: "η χαρά του ψέματος"
30
VII: Tú, pequeña sombra
31
Capítulo VIII: Entre santos y pecadores
32
Capítulo IX: Lagunas Mentales
33
Capítulo X: Un ser y la mejor obra del mundo
34
Capítulo XI: No basta con un "Tal vez"
35
Capítulo XII: La discrepancia de un charco a un océano
36
Capítulo XIII: Los “anormales” del pueblo
37
Capítulo XIV: Siempre vas a ser el amor de mi vida
38
Capítulo XV: Mil y un mundos de diferencia
39
Capítulo XVI: El envenenamiento de la musa
40
Capítulo XVII: El sacrificio que escribí para ti
41
Capítulo XVIII: Leal a lo que es unilateral
42
Capítulo XIX: El filamento de orbes astríferos
43
Capítulo XX: Baila con todo el caos
44
Capítulo XXI: Que el mundo arda debajo de las cenizas de la venganza
45
Introducción: Parte III
46
Capítulo I: Nacer, Desarrollarse, Reproducirse y Morir.
47
Capítulo II: La Belleza de lo complicado
48
Capítulo III: La ovación al verdadero artista
49
Capítulo IV: Las estrellas también sangran
50
Capítulo V: Como si el amor lo pudiera todo
51
Capítulo VI: Soltar
52
Capítulo VII: Ni con todos los ansiolíticos del mundo…
53
Capítulo VIII: La tortura de quererte
54
Capítulo IX: Justo en las comisuras de tus labios
55
Capítulo X: Mi absurda falta
56
Capítulo XI: Más que sólo sobrevivir
57
Capítulo XII: La llamada
58
Capítulo XIII: Las ansias de la libertad son tan viejas como la humanidad
59
Capítulo XIV: Si necesitas inspiración, vuela
60
Capítulo XV: Aferrado a tu efímera presencia.
61
Capítulo XVI: Interminable presente
62
Capítulo XVII: Un individuo contra la marea
63
Capítulo XVIII: El silencio tan peligroso como el amor
64
Capítulo XIX: El miedo de una mente en blanco
65
Capítulo XX: Una carta para los muertos en vida
66
Capítulo XXI: Coincidir en esta vida
67
Epílogo
68
Dedicatoria y Agradecimientos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play