Capítulo V: Un individuo en una sociedad

"Willey Ajax"

Las personas se obsesionan en tener siempre la razón, pareciera que intentan que toda la verdad gire a su alrededor. Y en realidad, pareciera que yo voy en contra la marea, aunque pienso que toda mi vida ha sido así, soy como un barco luchando con las grandes olas.

Me levanté de la cama de mi hermano con un suspiro pesado y dejé todo tal y como lo encontré. Vi el reloj en la pared y tomando mi cámara, salí del departamento.

No mentiré, la zona donde mi familia y yo vivimos, no es la más cotizada y moderna de todo Palacio, pero para ser pagada por unos padres alcohólicos que apenas y pueden levantarse para ir a trabajar, la verdad es que, no nos quejamos mucho.

Caminé por las calles nocturnas y silenciosas, mientras que veo a mi hermano irse del otro lado para cubrir más terreno. A esta hora todo el mundo se esconde de aquello que yo busco: El saxofonista.

Mi hermano y yo estamos buscando pruebas de su existencia desde hace unos meses. Yo siempre lo busco por la esquina Bartonelli y Andrés por la esquina Shakespeare.

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Aquella mañana Willey había ido a la escuela, Andy dijo que se sentía mal, así que se quedó en casa solo.

Su padre trabajaba en la fábrica Xapá y su madre tenía un local de ropa para niños y bebés. No eran de clase alta, pero no eran una familia infeliz, se podría hasta decir que tenían todo.

Hasta ese día...

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Me escondí en uno se los pilares escondiendo mi cámara, seguro Andy estará muy nervioso por qué lo dejé solo, le mandé un mensaje:

-¿Listo? Hoy lo atraparemos

+Listo :)

En cuánto respondió me tranquilicé, así que puse toda mi atención para ver quien pasaba.

No había pasado más de una hora cuando escuché los pasos de alguien, los cuales se distinguía que no tenía prisa alguna. Me asomé un poco apuntando con la cámara y tomé la foto. En cuanto vi la foto, abrí mis ojos de par en par, ¿Evolet? Salí de mi escondite preocupado por ella, no está bien que ella esté afuera a estas horas y es peligroso que se encuentre con ese hombre.

-¿Señorita Evolet? ¿Qué hace aquí? Debería irse a casa.-la chica me miró con sus bonitos ojos cafés que reflejaban la luz de la única lámpara de aquella esquina.

-¿Willey? Esas preguntas debería hacértelas a ti, ¿no te parece? Tu madre debe estar preocupada.-dijo nerviosa volteando a ver hacía atrás mío.

-Descuide, salí con mi hermano, entre los dos nos cuidamos.-Sonrío.

-¿Tienes hermanos?-preguntó aún preocupada.

-E-ese no es el punto, debería irse, é-él puede venir y...

-¿Quién? ¿Tu hermano? .-Ladeo la cabeza, seguro no sabe la leyenda, seguro su padre no le contó para protegerla.

-El saxofonista, no querrá volverse loca.-hice bizcos.- ¿Qué dirán sus padres?-Evolet frunció el ceño.

-Hace tiempo que me dejó de importar lo que la gente piensa, además, quien debería irse es...-La chica dejó de hablar de pronto.

-Creí que dijimos que vendrías sola.-la voz de otro chico se hizo presente, volteé y era como lo recordaba, mi pregunta es, ¿Por qué actúa como si conociera a Evolet?-¿Quién es él?-me señaló con la mirada.

-¡Vine sola! ¡Él ya estaba aquí cuando llegué, pero ya se iba! ¿Verdad, Willey?- ¿La señorita conoce a este hombre? Por momentos me quedé congelado por aquella presencia que nadie creía de su existencia y yo lo tenía a cinco pasos de mí.

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Érase una vez un niño de seis años corriendo entre el laberinto de la ciudad, llorando porque su madre no había accedido a sus caprichos y ahora intentaba escapar de ella.

Andrés, llegó a la esquina Bartonelli, donde los músicos tocaban alegremente por todas las siguentes dos cuadras.

El pequeño chocó con el torso de alguien, cayendo así, al suelo. Sus sollozos aumentaron llamando la atención de todos.

-Hey, Hey, ¿Quién es la causa de tu martirio?-era un joven que en apariencia del niño, era alto, vestido con un abrigo, las lágrimas de Andy pararon confundido, porque no entendía el amplio vocabulario. El joven río un poco por la inocencia del niño, así que al ver su rostro, cambió sus palabras.-¿Quién te hizo llorar?, ¿Quién te hace sufrir?- el joven ayudó a que Andrés se pusiera de pie.- ¿Estás perdido?

-E-es que, mamá no quiso comprarme el juguete de la tienda.-balbuceó el niño limpiándose los ojos mientras que el chico de abrigo suspiro de forma pesada al escuchar a Andy.-P-pero ahora quiero volver a casa.

-¿Cómo te llamas, pequeño? .-El chico se puso a su altura para poder ayudarlo y entenderle.

-Andrés.-dijo desolado.

-¿Sabes dónde vives, Andrés?- el niño negó viendo sus zapatos.-Bien, vamos a la estación de la policía, ¿Si? Ahí será más fácil llevarte a casa.- Andy asintió, y el joven tomando su manita se preguntó así mismo si a este niño le habían enseñado a no irse con extraños, probablemente no, porque se dejó llevar hasta que llegaron con la policía.

-Descuida, aquí lo tendremos hasta que vengan por él.- la policía le sonrío al desconocido.

-Muchas gracias.-asintió.- Pequeño, ya debo irme, no te escapes de nuevo, ¿si? Tus padres no tardarán en llegar.- El último recuerdo de Andrés era que, con una de sus manos, acarició su cabello, sacó un caramelo de sus bolsillos y se lo regaló, finalmente cruzó por la puerta para no volverlo a ver en mucho tiempo.

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-¿Willey?- preguntó Evolet tratando de llamar mi atención y preocupada, aunque no sé exactamente la razón, si ella es la que está en peligro.

-¡Ah! Debo irme, mi hermano seguro está preocupado.-tomé la mano de Evolet.- Vamos, acompáñame.-empecé a correr tan rápido como pude hasta que la señorita De Loughrey se soltó bruscamente.-¿Mmm? ¿Qué sucede? Debemos irnos, está en peligro aquí, su padre se enojara con usted.

-Gracias, Willey, por preocuparte, pero tengo asuntos que atender con él.-me sonrío honesta.-Ve a buscar a tu hermano, ya es tarde. Y por favor, no le digas a nadie que me viste.

Fruncí el ceño.

-¿Lo conoce? ¿Está de su lado?-Lo señalé con desprecio.- Vamos, señorita, está a tiempo de salir de aquí.

-Sólo vete, Willey, por favor.-El rostro de la chica reflejaba paciencia pero su voz no era exactamente de tranquilidad.

-Evolet, debemos irnos, viene la policía de revisión.-dijo el hombre de máscara tomando del brazo a De Loughrey. Hubiera insistido más si no fuera por que ambos desaparecieron entre los oscuros callejones.

-¡Oficiales! ¡Se fue por allá!-Señalé el callejón.- Tiene secuestrada a una mujer.-grité desesperado.

-¡Ay!, es sólo Ajax, de nuevo.-le dijo a su compañero frustrado.- Vamos, Willey, te llevaremos a casa, sabes que no puedes salir de tu casa a estas horas.

-¡No!, ¡De verdad era él!- los policías me tomaron de los brazos.- ¡No, no, no! ¡Esperen, debo ir por mi hermano, está en la esquina Shakespeare!- los hombres uniformados ignoraron mis palabras y me subieron a la patrulla. Le mandé un mensaje a mi hermano inmediatamente.

-Andy, los polis me detuvieron, ¿Estás bien?

Como siempre, no tardó en contestarme:

+Si, ya estoy en casa. Te espero aquí.

Me tranquilicé un poco, sin embargo, la señorita De Loughrey me preocupaba, sólo espero que esté bien.

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Aquella mañana Willey había ido a la escuela, Andy dijo que se sentía mal. Su padre trabajaba en la fábrica Xapá y su madre tenía un local de ropa para niños y bebés, tenían que trabajar. Andy dijo que se quedaría solo y que si sucedía algo, una llamada bastaba para ir y ayudarlo. Su madre volvió a preguntar, antes de irse, si estaba seguro, que si quería podía quedarse. A lo que ahora, chico de quince, respondió:

-Estaré bien, mamá, ve a trabajar.

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Mientras mi cuerpo acorralaba en la pared a Evolet, intentaba recuperar la normalidad de mi respiración, al igual que ella intentaba calmar la suya después de haber corriendo una cuadra completa para perder a los policías. Evolet empuja mi cuerpo.

-¡Ouch! ¿De nada?-sobé mi pecho exagerando. Evolet rueda los ojos.

-No dramatices, no es necesario tu acercamiento.-dice aún con la respiración algo agitada.

-Agradece que al menos, tu amigo nos sirvió para salir de ahí.- me río burlón.

-No eres tan serio como aparentas.-siento su mirada en mí desde los pies a la cabeza.

-No te acostumbres.

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Canción de inspiración:

To Build a home -Cinematic Orchesta, Patrick Watson

Instagram: @Liristories

Spotify: La melodía de una melancolía- playlist

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