Capítulo III: Todas esas preguntas sin respuesta

Si te dijera que soñé contigo ¿me creerías? Sería una extraña reacción y probablemente después con un ceño fruncido me dirías que me alejara. Solté un suspiro viendo aún la cortina de mi habitación.

Son de esas noches que después de despertar ya no puedes volver a dormir de tanto pensar en el pasado o posiblemente en el futuro, a menos que traigas algo que da vueltas en la mente.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta, mi instinto fue levantarme de golpe. Miré el reloj de la mesilla que marcaba las 2:27 am, ¿Quién será a esta hora?

Bajé con cuidado las escaleras sin hacer ruido, me asomé por el pequeño agujero de la puerta.

-¿Evolet? ¿Estás ahí?-me alejé con temor hacía atrás hasta chocar con la pared, sin intención alguna de abrirle al extraño.- Evolet, sé que estás ahí, no tienes que abrir la puerta.Cuando me vaya, sólo toma la caja que dejaré, ¿okay?

Escuché unos pasos alejarse, yo no podía dejar de pensar ¿Cómo me encontró y qué quiere de mí? ¿Por qué me buscó? No es la manera habitual de conocer a alguien, bueno, si algo en Palacio fuera "habitual".

Me senté frente la puerta pensando si abrir o no, si bien, de pequeños nos enseñan a no abrirle o hablar con extraños, sin embargo había algo en ese sujeto que me parecía familiar, había una extraña sensación de tranquilidad cuando estaba cerca, ¿Es normal? Subí las escaleras deseando que todo fuera un sueño absurdo, por qué vaya que la realidad estaba volviéndose insólita.

Cerré la puerta de mi habitación detrás mío mientras que el aire que tenía retenido salía de mi sistema.

-¿Quién eres, saxofonista?- pensé acercándome a la ventana, me asomé un poco para ver si todavía seguía ahí, fue una suposición errónea, pues la calle estaba sin ninguna alma andante. En ese momento mi mirada pasó a las pocas estrellas que se veían debido a las luces de la ciudad, si tuviera un deseo, sería que todas las luces se apagaran para ver los astros brillar, puede que así te encuentre llenando el vacío que dejaste.

¿Desde cuándo cambió el hecho de creer que la luna nos seguía, a sólo llevar la realidad tomada de la mano temblorosos por lo que nos espera?, ¿Desde cuándo tenemos tantas preguntas?, ¿Desde cuándo el hecho de tomar Xapá nos importó tanto?, ¿Realmente no éramos felices?, ¿O nos guiamos por tantas preguntas sin respuesta?

Una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla, la cual limpie rápidamente, que extraño, se supone que el medicamento no debería hacerme sentir así. Cerré las cortinas, tomé un frasco con las gotas del medicamento y tomé dos más. Seguro que ha sido por la visita inesperada.

Volví a acurrucarme en mi cama y cerré los ojos, cayendo profundamente dormida.

(---)

Al abrir la puerta a la mañana siguiente mis pies chocaron con una pequeña caja de cartón. Así que no era mentira...

Tomé el objeto con cierta curiosidad, era tan liviana que parecía estar vacía ¿Me trajiste una caja vacía, chico misterioso?

Hice una mueca con ceño fruncido mientras veía la caja y debatía si abrirla o no en mi cabeza.

-Buenos días, señorita De Loughrey.-Se escuchó una voz suave y con ternura, mi sonrisa aparece cuando reconozco la voz.

-Hola, señor Villin, ¿Cómo está?-dejo la caja en el sofá a lado de la puerta y salgo poniendo llave a esta.

-"Como mango'' .-dice con una sonrisa animada. Según este hombre, los mangos son una fruta tan rica que te hace feliz. Solté una pequeña risa.-¿A dónde va, señorita Evolet?

-Iré a ver a mi familia, ¿y usted?

-Al banco, aún tenemos que pagar impuestos si queremos seguir habitando este lugar lleno de desdicha.-suspira pensativo.-Pero aún tenemos la oportunidad de un cambio, yo lo presiento.-asiento analizando sus palabras, el señor Villin siempre ha sido tan positivo, independientemente del medicamento, desde que tengo memoria, siempre ha sido así. Sin embargo, ¿oportunidad? Aún no descubren muchas cosas y menos si el gobierno no es transparente, encima que ni siquiera tienen información de aquel saxofonista extraño, o eso es lo que dicen, ¿Realmente tenemos oportunidad?

-¿Señorita? .-siento su mano se posiciona en uno de mis hombros.-¿Todo bien? Parece desconectada.-dice de forma preocupada pero con cierto cariño.

-Si, estoy bien.-Estaría mejor si pudiera encontrarte.-No se preocupe, vaya con cuidado al banco.-El hombre de ochenta años se despide con una linda sonrisa y sigue con su camino.

Concéntrate, Evolet.

-¡Willey!, ¡Willey!, ¿Cómo has estado, loquito? ¿Viste a tu amigo "el saxofonista"?-Se escucha a pocos metros de mí la voz de un hombre.

-Ya te dije que no estoy loco, realmente existe.-la multitud me empuja hacía donde está el escándalo, miro a un par de policías pero como siempre no pretenden hacer nada.

-Willey, Willey, Willey...todavía me pregunto por que tus padres no te han mandado al psiquiátrico.-todo el mundo se ríe, el muchacho retrocedió hasta chocar con un pilar, una vez ahí, sus brazos cubrieron su rostro para amortiguar los golpes que llegaban por parte de estos hombres.

-¡Veamos si así se te quita lo loco!-gritó otro de los tres señores que estaban lastimando al chico.

-¡Suéltalo!-grité por instinto desde donde estaba.- ¡Lo van a matar, déjenlo!-Rogué.

-¿Mmm?¿Quién dijo eso?.-la multitud se dispersó hasta que fui visible para los tres hombres.- ¡Uy!, una mujer valiente.-se rieron maliciosos.- ¿Qué va hacer una chiquilla como tú?-fruncí el ceño cuando le dieron un golpe más fuerte al muchacho.

-Dije que lo sueltes, imbécil, el único loco que veo yo, eres tú.-de pronto siento una de sus manos agarrándome bruscamente de las mejillas y encajando sus uñas.

-¿Quién eres tú? Yo veo sólo una niñata intentando defender a un loco, ¿o qué? ¿Tú también vives en el mundo del saxofón?-los tres hombres volvieron a burlarse mientras yo forcejeaba para que soltara mi rostro.- Miren, siempre hay complementos, ¿no creen?-Se burlan, yo sólo podía sentir como mi sangre hervía de coraje.

-Yo creo que tú eres el lunático al meterte con una De Loughrey.-Se escucha una voz al fondo de la multitud. Una voz que alguna vez ya había escuchado, sin embargo el dolor no me dejaba pensar con claridad.

-¿L-Loughrey? .-tartamudeo el hombre mientras me soltaba y abría los ojos de golpe.

Aquí vamos con lo de "De Loughrey".

...****************...

Canciones de inspiración:

- "Generation Why" - Conan Grey

- "The sounds" -Kayden

Instagram: @Liristories

Spotify: "La melodía de una melancolía"-playlist

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Comments

Armyes

Armyes

De quien fue Esa voz?? Mi Chico saxofonista???... misterioso!!!!

2022-07-28

3

Total
Capítulos
1 Introducción: Parte I
2 Capítulo I: Aquellos cielos grises
3 Capítulo II: Dosis de alegría
4 Capítulo III: Todas esas preguntas sin respuesta
5 Capítulo IV: Los secretos de un completo egoísta
6 Capítulo V: Un individuo en una sociedad
7 Capítulo VI: El músico de la casa azul
8 Capítulo VII: La carta de un niño desconfiado
9 Capítulo VIII: Los ojos detrás de tu escudo
10 Capítulo IX: El amor tan complejo como el silencio
11 Capítulo X: Mentiras que rompen en cachitos el corazón
12 Capitulo XI: El dolor de la entelequia
13 Capítulo XII: Que esos huecos en blanco dejen de serlo
14 Capítulo XIII: Analogías y cafés amargos
15 Capítulo XIV: Tazas de café ocasionales
16 Capítulo XV: La falta de cariño que tu cuerpo manifiesta
17 Capítulo XVI: Dos mundos desafortunados
18 Capítulo XVII: Máscara que no te pertenece
19 Capítulo XVIII: La muerte en la tierra de los vivos
20 Capítulo XIX: Rosas ardiendo y el reloj corriendo
21 Capítulo XX: Perspectivas
22 Capítulo XXI: La forma más bonita de romper un corazón
23 Introducción: Parte II
24 Capítulo I: El libro que me hizo entender
25 Capítulo II: Maldiciones de un escritor
26 Capítulo III: Somos sombras hechss de tortura
27 Capítulo IV: Brindo por las gotas de la miseria
28 Capítulo V: Palabras Innecesarias
29 Capítulo VI: "η χαρά του ψέματος"
30 VII: Tú, pequeña sombra
31 Capítulo VIII: Entre santos y pecadores
32 Capítulo IX: Lagunas Mentales
33 Capítulo X: Un ser y la mejor obra del mundo
34 Capítulo XI: No basta con un "Tal vez"
35 Capítulo XII: La discrepancia de un charco a un océano
36 Capítulo XIII: Los “anormales” del pueblo
37 Capítulo XIV: Siempre vas a ser el amor de mi vida
38 Capítulo XV: Mil y un mundos de diferencia
39 Capítulo XVI: El envenenamiento de la musa
40 Capítulo XVII: El sacrificio que escribí para ti
41 Capítulo XVIII: Leal a lo que es unilateral
42 Capítulo XIX: El filamento de orbes astríferos
43 Capítulo XX: Baila con todo el caos
44 Capítulo XXI: Que el mundo arda debajo de las cenizas de la venganza
45 Introducción: Parte III
46 Capítulo I: Nacer, Desarrollarse, Reproducirse y Morir.
47 Capítulo II: La Belleza de lo complicado
48 Capítulo III: La ovación al verdadero artista
49 Capítulo IV: Las estrellas también sangran
50 Capítulo V: Como si el amor lo pudiera todo
51 Capítulo VI: Soltar
52 Capítulo VII: Ni con todos los ansiolíticos del mundo…
53 Capítulo VIII: La tortura de quererte
54 Capítulo IX: Justo en las comisuras de tus labios
55 Capítulo X: Mi absurda falta
56 Capítulo XI: Más que sólo sobrevivir
57 Capítulo XII: La llamada
58 Capítulo XIII: Las ansias de la libertad son tan viejas como la humanidad
59 Capítulo XIV: Si necesitas inspiración, vuela
60 Capítulo XV: Aferrado a tu efímera presencia.
61 Capítulo XVI: Interminable presente
62 Capítulo XVII: Un individuo contra la marea
63 Capítulo XVIII: El silencio tan peligroso como el amor
64 Capítulo XIX: El miedo de una mente en blanco
65 Capítulo XX: Una carta para los muertos en vida
66 Capítulo XXI: Coincidir en esta vida
67 Epílogo
68 Dedicatoria y Agradecimientos
Capítulos

Updated 68 Episodes

1
Introducción: Parte I
2
Capítulo I: Aquellos cielos grises
3
Capítulo II: Dosis de alegría
4
Capítulo III: Todas esas preguntas sin respuesta
5
Capítulo IV: Los secretos de un completo egoísta
6
Capítulo V: Un individuo en una sociedad
7
Capítulo VI: El músico de la casa azul
8
Capítulo VII: La carta de un niño desconfiado
9
Capítulo VIII: Los ojos detrás de tu escudo
10
Capítulo IX: El amor tan complejo como el silencio
11
Capítulo X: Mentiras que rompen en cachitos el corazón
12
Capitulo XI: El dolor de la entelequia
13
Capítulo XII: Que esos huecos en blanco dejen de serlo
14
Capítulo XIII: Analogías y cafés amargos
15
Capítulo XIV: Tazas de café ocasionales
16
Capítulo XV: La falta de cariño que tu cuerpo manifiesta
17
Capítulo XVI: Dos mundos desafortunados
18
Capítulo XVII: Máscara que no te pertenece
19
Capítulo XVIII: La muerte en la tierra de los vivos
20
Capítulo XIX: Rosas ardiendo y el reloj corriendo
21
Capítulo XX: Perspectivas
22
Capítulo XXI: La forma más bonita de romper un corazón
23
Introducción: Parte II
24
Capítulo I: El libro que me hizo entender
25
Capítulo II: Maldiciones de un escritor
26
Capítulo III: Somos sombras hechss de tortura
27
Capítulo IV: Brindo por las gotas de la miseria
28
Capítulo V: Palabras Innecesarias
29
Capítulo VI: "η χαρά του ψέματος"
30
VII: Tú, pequeña sombra
31
Capítulo VIII: Entre santos y pecadores
32
Capítulo IX: Lagunas Mentales
33
Capítulo X: Un ser y la mejor obra del mundo
34
Capítulo XI: No basta con un "Tal vez"
35
Capítulo XII: La discrepancia de un charco a un océano
36
Capítulo XIII: Los “anormales” del pueblo
37
Capítulo XIV: Siempre vas a ser el amor de mi vida
38
Capítulo XV: Mil y un mundos de diferencia
39
Capítulo XVI: El envenenamiento de la musa
40
Capítulo XVII: El sacrificio que escribí para ti
41
Capítulo XVIII: Leal a lo que es unilateral
42
Capítulo XIX: El filamento de orbes astríferos
43
Capítulo XX: Baila con todo el caos
44
Capítulo XXI: Que el mundo arda debajo de las cenizas de la venganza
45
Introducción: Parte III
46
Capítulo I: Nacer, Desarrollarse, Reproducirse y Morir.
47
Capítulo II: La Belleza de lo complicado
48
Capítulo III: La ovación al verdadero artista
49
Capítulo IV: Las estrellas también sangran
50
Capítulo V: Como si el amor lo pudiera todo
51
Capítulo VI: Soltar
52
Capítulo VII: Ni con todos los ansiolíticos del mundo…
53
Capítulo VIII: La tortura de quererte
54
Capítulo IX: Justo en las comisuras de tus labios
55
Capítulo X: Mi absurda falta
56
Capítulo XI: Más que sólo sobrevivir
57
Capítulo XII: La llamada
58
Capítulo XIII: Las ansias de la libertad son tan viejas como la humanidad
59
Capítulo XIV: Si necesitas inspiración, vuela
60
Capítulo XV: Aferrado a tu efímera presencia.
61
Capítulo XVI: Interminable presente
62
Capítulo XVII: Un individuo contra la marea
63
Capítulo XVIII: El silencio tan peligroso como el amor
64
Capítulo XIX: El miedo de una mente en blanco
65
Capítulo XX: Una carta para los muertos en vida
66
Capítulo XXI: Coincidir en esta vida
67
Epílogo
68
Dedicatoria y Agradecimientos

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