Lágrimas Vivas
CONTENIDO (+18)
~Dacrifilia (también conocida como dacrilagnia) es la parafilia en la que una persona se excita con las lágrimas o el llanto. Está asociada tanto a hombres como mujeres.~
~Los términos dominación y sumisión, hacen referencia a una serie de comportamientos, costumbres y prácticas sexuales centradas en relaciones de consenso que implican el dominio de una persona sobre otra, en un contexto sexual o en uno más genérico, parcial o global, limitado o indefinido en el tiempo. Es una de las prácticas del BDSM.~
~En los juegos de rol animales, una Mascota es una sumisa que adopta la actitud de un animal de compañía, mientras que el dominante ejerce el rol de dueño. Hay varios fetiches de mascota, los más populares son los cachorros (“puppy-play”), los gatitos (kitten-play) y los ponys (“pony-play”). El “pet-play” o juego de mascotas es un fetiche de roles que NO tiene nada que ver con la zoofilia o el bestialismo. ~
*** "Sus lágrimas imploran mi nombre. Son lágrimas vivas, provocadas por mí, que despiertan a mis demonios internos, los enloquece y los alimenta".***
Es estresante no encontrar a alguien capacitado en estos tiempos. Cada entrevista se vuelve peor. Por más flexible y comprensiva que trato de ser a la hora de exigir, cuando tienen la oportunidad de trabajar en mi empresa, simplemente abandonan el trabajo y dejan todo desorganizado. Necesito personas capaces y competentes, me he hartado de darle trabajo a simples niñas caprichosas e irresponsables.
—Una mañana sin un buen café cargado, equivale a dolor de cabeza y malhumor todo el día. ¿Qué esperas para traerlo, Scott?
—Inmediatamente, Sra. Brown.
—¿Cuántas quedan?
—Presentes, solo una, señora.
—Hazla pasar. Ya quiero terminar con esta tortura.
Scott deja de pasar a la última solicitante, pero como era de esperarse, era otra jovencita más. Veamos qué tiene para ofrecer. Iré directamente al grano, porque sé que será una pérdida de tiempo como lo fueron todas las demás.
—¿Ha trabajado en una empresa anteriormente?
—No, señora.
—¿Cómo asistente?
—Sí.
—¿Cuánto tiempo tiene de experiencia en servicio al cliente?
—Tengo casi un año de experiencia.
—¿Puede trabajar bajo presión?
—Claro que sí.
—¿Posee auto propio?
—No, señora.
Había una nota adjuntada al currículo que tenía en la mano y era la letra de Scott.
—He leído que fue despedida en su último empleo. ¿Cuál fue la razón de su despido?
—Es un poco complicado de explicar — se puso nerviosa ante mi pregunta.
—La escucho— muevo el bolígrafo entre mis dedos, ansiosa por oír su respuesta.
—Deseaba encontrar un empleo en lo que estudié.
—Entiendo. Puede ir a su casa. Le estaremos llamando de ser elegida para el puesto. Muchas gracias por asistir. Que le vaya bien — disfracé el disgusto con una sonrisa.
Le acompañé a la puerta con la intención de ir en busca de Scott, pues no respondía por el teléfono de la oficina. Me lo encontré en su escritorio, hablando con una mujer que no era de la empresa, pues no llevaba uniforme.
—Por lo visto, solo cuento con incompetentes en esta empresa. ¿Cuánto más debo esperar?
—Disculpe la espera, Sra. Brown. Ya iba a llevárselo a su oficina. Ella es la Srta. Katie Bermúdez, estaba citada para las ocho, pero tuvo un imprevisto y llegó tarde.
—Buenos días, Sra. Brown. Le pido miles disculpas por no haber llegado a tiempo. Sé que he dado una mala impresión, pero realmente no estuvo en mis manos.
Examiné su cuerpo de arriba a abajo. Sus mejillas estaban enrojecidas, su frente sudorosa, sus ojos hinchados y su respiración agitada. La blusa blanca le cubría todo, sus manos tampoco se veían debido al largo de las mangas. Su falda pareciera de una persona mayor, pues lleva muchas flores y ni siquiera se pueden ver sus pies. Su cabello negro estaba un poco despeinado y su rostro no tiene nada de maquillaje.
Miré el reloj y ya son las 9:30. Los jóvenes de hoy en día no tienen sentido común o de responsabilidad. Aun así, esta jovencita tiene los ovarios para presentarse en mi empresa tarde, no solo dando mala impresión con ese hecho, sino por esa ropa tan deteriorada. Probablemente se amaneció y se levantó tarde, ahora busca un pretexto para justificarse.
—Ya las entrevistas se acabaron, Srta. Bermúdez. Acabo de despachar a la última. Tenga usted un buen día.
—Le comprendo cabalmente, Sra. Brown. Aun así, puede sonarle descarado de mi parte, pero le ruego que me dé una sola oportunidad, al menos de hacer la entrevista, por favor.
Pareciera que en cualquier momento podría quebrarse en llanto. Es muy curiosa su expresión.
La traje a mi oficina y ambas nos sentamos. Le doy una ojeada a su currículo y leo toda su información. Katie Bermúdez, dieciocho años, sin experiencia laboral, pero completó sus estudios y se graduó de asistente de oficina recientemente. Un currículo prácticamente vacío. Aspira para un puesto tan alto, sin tener nada que ofrecer.
—Por lo visto, nunca ha trabajado, Srta. Bermúdez.
—No, señora.
Aun así, ruega por la entrevista solo para hacerme perder el tiempo. Arreglo mi corbata, pues siento que se ajusta cada vez que la escucho hablar. No sé si pueda disfrazar por más tiempo el disgusto. El descaro es inmenso.
—Es cierto que nunca he trabajado, no tengo experiencia como posiblemente las otras candidatas la tienen, pero estoy en la mejor disposición de aprender. Ahora mismo soy una hoja en blanco, pero puedo asegurarle que, si me da una oportunidad de trabajar en su empresa, voy a esmerarme en ser una buena empleada.
—¿Tiene licencia de conducir?
—Sí.
—¿Auto propio?
—Sí. Bueno, es de mi mamá, pero como donde está no lo puede usar, lo he estado usando yo— juntó sus manos de los nervios y observo su reacción con detenimiento.
—¿Su mamá sabe que está aquí?
—No — sonríe nerviosa, mientras que sus ojos adquieren un brillo muy interesante—. Discúlpeme — seca sus lágrimas desesperadamente y la analizo.
Viéndola desde esta perspectiva, no luce tan desagradable. Sus mejillas se enrojecen con suma facilidad, tanto como sus ojos, algo que me produce espasmos. El brillo de la humedad en sus mejillas es extrañamente entretenido. Me gustaría verla más de cerca.
—¿No se molestará su mamá? — he notado que es una palabra muy sensible para ella, por eso le pregunté.
—No, señora — agita la cabeza y contemplo esa lágrima que se escurre por su mejilla.
En el momento que lleva su mano al rostro, suelto los papeles sobre el escritorio.
—No se limpie. Quiero decir, no se tape. Deje salir todo lo que tiene ahí dentro. La escucho — descanso mis codos sobre el escritorio y junto mis manos, en espera de su siguiente reacción.
¿Por cuánto tiempo más logrará entretenerme?
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Updated 48 Episodes
Comments
Sandra Mora
su madre esta muerta????
2024-02-22
4
Maris Benitez
Intrigada 😜😜🤔🤔🤔🤔🤔
2023-12-19
0
jazmín2
Otro trauma pero esta buena la historia 😌
2022-12-31
0