20

Pasaron por la tienda y dieron una vuelta por la ciudad. Realmente se estaban divirtiendo como nunca antes, contaban historias, se reían, compartían helados... y se olvidaban que eran jefa y guardaespaldas hasta que llegó la noche y se les hizo recordarlo de una manera inesperada.

Eran las ocho de la noche, Elizabeth tenía que irse a la dichosa fiesta a la que había sido invitada. Se encontraba frente al espejo y ni se reconocía a sí misma, se veía distinta; se había puesto unos pantalones más cortos de lo que estaba acostumbrada, un sin mangas de color negro, unas botas y se había rulado el pelo. Se había maquillado más de lo normal y estaba dispuesta a marcharse en ese estado. Cogió su portamonedas y salió del cuarto.

Llegó en el salón pero Héctor estaba en la puerta esperando por ella, iba a llevarla. La observó desde los pies hasta cabeza, estaba irreconocible y... medio desnuda. Se demudó su rostro en seguida.

—¿Qué tal me veo?—preguntó ella sonriente, parecía feliz por su cambio pero al parecer no lo compartía con Héctor.

—Espero que no estarás pensando irte a la fiesta así vestida.

—¿Claro que sí, por qué no?

—Porque no te lo permitiría.

—¿De que estas hablando?

—De que vas a subirte a tu cuarto ahora mismo y te vas a quitar eso que llevas puesto.

—Es una broma, no estarás hablando

en serio.

—Sí que estoy hablando muy enserio.

—¿Y por qué iba a hacerte caso?

—Porque si no lo haces no te iras a ninguna fiesta.

—Pues si no vas a llevarme me iré sola.

Intentó salir por la puerta pero Héctor No la dejaba pasar.

—Creo que no me he expresado con claridad, o te cambias o no hay fiesta.

—No tienes derecho a decirme qué he de hacer ni cómo he de hacerlo, por lo que o me dejas ir a la maldita fiesta o estas despedido—la noche empezaba a calentarse.

—Lástima que no me contrató usted así que haz lo que te digo o tendremos que pasar a las acciones.

—¿Y qué piensas hacer?—dijo cruzándose de brazos.

—En serio ¿me está poniendo aprueba?

—No lo sé ¿tú qué crees?

Héctor la miró durante unos instantes, seguro que todavía no sabía de lo que era capaz. No iba a permitir que ella se presentara de esa manera frente a otra gente, iba a llamar mucho la atención y quería evitar eso, no quería que se acercaran a ella por lo que si tenía que romper algunas reglas para conseguirlo, iba a hacerlo. Antes de que ella reaccionara, él la tomó en brazos y la puso en su hombro subiendo a su cuarto sin importar los gritos ni los golpes e insultos de ella en su espalda. Abrió la puerta de la habitación y la echó sobre la

cama.

—Que no te vayas a esta fiesta sería un punto a mi favor, por lo que si no te cambias me estarías haciendo un grandioso favor dado que no tedejaría ir a ningún lado.

—¡No puedes hacerme eso, trabajas para mí!

—Vaya qué curioso, porque precisamente es justo lo que estoy haciendo—salió del cuarto y cerró tras si la puerta.

—¡Te odio!—gritó ella apuntando la almohada contra la puerta.

Se abrió la puerta de golpe y apareció Valeria preocupada.

—Pero niña a qué vienen tantos gritos, creía que ya te ibas a la fiesta.

—Se supone que aquí la que decide lo que se ha de hacer soy yo, pero el que se supone que ha de obedecerme no puede hacerlo ¿porque ahora se considera el jefe?—estaba furiosa.

Valeria se percató de la manera en la que se había vestido y maquillado y no parecía de su estilo, se veía distinta. Se sentó junto a ella.

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Comments

Sarah Fridriksson

Sarah Fridriksson

Se muere de celos jeje

2021-04-08

0

THEVictorYT

THEVictorYT

se me hace que su mama sabe quien es y lo quiere de yerno. claro que no la va a dejar it asi

2021-01-14

0

Estrella Moreno

Estrella Moreno

uuuyyyy que macho me salió el hectorin 🤭🤭🤭😅

2021-01-07

2

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