Capítulo 10

Rafaela llegó a la oficina de la empresa y encontró a Ava ocupada ajustando detalles para una fiesta que tendría lugar la próxima semana. Tan pronto como Ava la vio, sus ojos se iluminaron con un brillo curioso.

¡Por fin! ¡Pensé que me ibas a dejar sola aquí! Ava la jaló del brazo hacia un rincón. ¡Entonces, cuéntame!

¿Contar qué? Preguntó Rafaela, confundida, mientras dejaba su bolso sobre la silla.

¿Cómo que "qué"? Ava enarcó las cejas. _ ¡Contarme sobre anoche, claro! ¿Viste a Nick?

Lo vi... Respondió Rafaela, vacilante.

¿Y entonces? ¿Te reconoció? ¿Hablaron? ¿Qué sentiste? Ava disparó una pregunta tras otra, curiosa por descubrir qué había pasado.

Rafaela suspiró, evitando la mirada directa de Ava.

_ No, no nos vimos, o mejor dicho, él no me vio.

¿Cómo? ¿Te pasaste toda la noche escondida? Ava puso las manos en la cintura, claramente decepcionada.

_ No fue así... Estaba ocupado con un grupo de empresarios. Y, además, no sé si se acordaría de mí. Han pasado años, Ava. Hemos cambiado.

Ava resopló, cruzando los brazos.

_ ¡Cambiado nada! Estás prácticamente igual, solo que más guapa y con el pelo largo. Seguro que se acuerda de ti. En el instituto, cuando te mudaste, Nick me rogó que le diera tu número, pero no lo hice porque me pediste que no se lo diera. Después de eso él cambió, ya ni siquiera hacía las bromas que solía hacer.

_ Ava…

_ Pero cambiando de tema... ¡Está aún más irresistible, ¿verdad?! La última vez que lo vi de lejos, ¡estaba buenísimo! Siempre ha sido guapo.

Rafaela no pudo evitar que un ligero rubor le subiera a las mejillas, pero intentó disimular.

_ Es un hombre guapo, y parece que ahora más... Pero algo me dejó confusa.

_ Confusa… ¿por qué?

Rafaela dudó antes de responder, jugueteando con uno de los papeles sobre la mesa para evitar la mirada curiosa de su amiga.

_ Porque incluso desde lejos, parecía que estaba inquieto, que estaba buscando algo... o a alguien.

Ava abrió mucho los ojos, animada.

_ ¡Claro que sí! ¡Te estaba buscando a ti, Rafa! Simplemente no te vio.

Rafaela se rió, negando con la cabeza.

_ No delires, Ava. No tenía ni idea de que yo estaba allí. Y, sinceramente, no creo que se acuerde de mí aunque nos encontremos de nuevo.

_ ¡Ay, para, Rafa! Tiene que acordarse. Tenéis historia, y estoy segura de que ese encuentro puede ser solo el principio.

¡Ava, tú y tus teorías descabelladas...! Rafaela suspiró, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa. _ Deja eso. Tenemos mucho trabajo que hacer, y prefiero centrarme en eso.

Ava levantó las manos en señal de rendición, pero no sin antes lanzar una mirada a Rafaela.

_ Está bien, me callo... por ahora. Pero escucha, si el destino os ha puesto en el mismo lugar, es porque algo tiene que pasar todavía, esa es mi teoría.

Rafaela puso los ojos en blanco, pero, en el fondo, las palabras de Ava la habían afectado más de lo que quería admitir.

_ Vaya teoría, ¿eh?

_ Una buena teoría. Fuiste tú misma la que dijiste que nunca habías sentido con otro hombre lo que sentiste con él.

Rafaela miró a Ava sorprendida por el recuerdo de su amiga.

_ ¡Ava! Eso fue hace mucho tiempo, y cuando te lo conté, me estaba desahogando, puede que exagerara...

Ava se encogió de hombros, y una sonrisa traviesa se formó en sus labios.

Ah, claro. Solo desahogándote... Replicó, enfatizando las palabras. _ Pero seamos sinceras, Rafa, solo fue una vez. La primera vez de los dos, y aún así nunca lo has olvidado.

Rafaela vio como los recuerdos de aquella noche invadían su mente. El nerviosismo, la curiosidad y la inexplicable conexión que habían sentido volvían a su mente como si todo hubiera ocurrido ayer.

¿Y qué? Rafaela intentó sonar indiferente. _ Fue solo un momento. No significa nada ahora.

_ ¿No significa nada? Entonces, ¿por qué todavía te pones roja cada vez que se menciona a Nick?

¿Yo? Replicó Rafaela inmediatamente, pero el tono defensivo hizo reír a Ava.

Claro que no... Bromeó Ava, gesticulando como si se limpiara las manos. _ Pero mira, Rafa, si quieres seguir engañándote, vale. Solo digo que hay algo ahí. Y, sinceramente, quizás deberías dejar de huir.

Rafaela negó con la cabeza, intentando concentrarse en los papeles que tenía delante.

_ ¿Huir de qué? ¿De alguien que probablemente ni siquiera se acuerda de quién soy? ¿Que me pidió que no le contara a nadie sobre nosotros? Por favor, Ava. Ha pasado el tiempo, y debe de ser un hombre totalmente diferente de aquel chico que conocí, y yo también he cambiado.

Ava inclinó la cabeza, evaluando a su amiga con cuidado.

_ ¿Diferentes? Tal vez. Pero todavía no has dicho lo que sentiste al verlo. Incluso desde lejos, lo percibiste, ¿no?

Rafaela abrió la boca para responder, pero no salió ninguna palabra. Lo cierto es que Ava tenía razón. Algo en Nicolas todavía tenía el poder de afectarla, incluso después de tanto tiempo.

¿Lo ves? No hace falta que respondas. Ava sonrió victoriosa. _ Creo que vosotros dos tenéis una historia sin terminar, que necesita un punto final.

Rafaela suspiró, derrotada por la persistencia de su amiga.

_ Ava, centrémonos en el trabajo, por favor. Ese es el tema que necesita un punto final.

¡Por ahora! Susurró Ava, volviendo al trabajo que estaba haciendo. Pero la mirada maliciosa que le lanzó a Rafaela dejó claro que no se rendiría tan fácilmente.

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