Capítulo 19

El restaurante elegido por Nicolas era elegante, con una iluminación cálida que volvía el ambiente acogedor. Se sentaron a la mesa en un rincón más reservado, lejos del bullicio principal, asegurando privacidad para la conversación que tendrían.

Apenas ambos se acomodaron e hicieron sus pedidos, un silencio se cernió momentáneamente en el aire. Mientras esperaban, Nicolas la observaba atentamente.

_Entonces, Rafaela, ¿cómo están las cosas? Preguntó rompiendo el silencio.

Rafaela ajustó la servilleta en su regazo, aún intentando entender el verdadero motivo de aquel almuerzo.

_Bien… Estoy confiada en que el evento será un éxito, especialmente con las ideas que discutimos.

Nicolas se inclinó ligeramente hacia adelante, con una sonrisa en sus labios.

_No era exactamente sobre el evento que te estaba preguntando…

_¿Qué quieres decir? Ella lo miró desconfiada.

_Quiero saber… cómo te sientes al encontrarme de nuevo después de tanto tiempo. Nicolas fue directo.

Rafaela respiró hondo, manteniendo la compostura.

_Nicolas, estamos aquí para hablar de trabajo. Si quieres discutir el pasado, sugiero que fijemos otro día…

Él sonrió, negando con la cabeza.

_No has cambiado nada, ¿sabías?

Ella cruzó los brazos, intentando ignorar el calor que subía por su rostro, algo que siempre sucedía cuando estaba cerca de él.

_Y tú sigues creyéndote irresistible, por lo visto.

_Solo contigo, Rafa… Nicolas sonrió de una forma que la dejaba desconcertada, haciendo que Rafaela desviara la mirada.

Él se recostó en la silla, dejando los brazos sobre la mesa aún observando la reacción de ella.

_Entonces, Rafa, ¿qué has hecho en los últimos años? Además de evitarme, claro.

Rafael soltó una risa irónica, discordando con la cabeza.

_No te he estado evitando.

_Ah, ¿no? No lo parece.

_No. Solo estaba ocupada viviendo mi vida. Pero si quieres saberlo, estudié, trabajé y construí mi carrera. No soy de quedarme quieta, ya lo sabes.

_Lo sé. Siempre inquieta y llena de ideas. Pero cuéntame, ¿cómo terminaste en el mundo de las fiestas y eventos? No me imaginaba que tuvieras interés en esa área.

_Todo comenzó en la facultad. Cuando decidí estudiar Publicidad y Propaganda. Empecé a percibir cuánto me gustaba esa área. Proyectos, campañas, presentaciones… Todo lo que implicara planear y crear algo que uniera a las personas me emocionaba.

_Publicidad y Propaganda… Encaja contigo. ¿Y después?

Ella se inclinó ligeramente hacia adelante, más cómoda al hablar de su trayectoria.

_Bueno, cuando volví a la ciudad, me reencontré con Ava. Ella estudiaba en la misma facultad y siempre tuvimos gustos parecidos. Ava tiene un talento increíble para la decoración, pero no sabía cómo transformar eso en algo más grande. Un día, tuvimos la idea de crear una empresa de fiestas y eventos. Comenzamos con cosas pequeñas: cumpleaños infantiles, pequeñas conmemoraciones, cosas sencillas…

Hizo una pausa, con los ojos brillantes al recordar aquel período.

_Al principio, éramos solo nosotras dos. Hacíamos todo: planificación, presupuesto, decoración, contacto con proveedores, todo lo que se necesitara. Yo me ocupaba de la comunicación y la planificación, y Ava creaba ambientes preciosos con un presupuesto mínimo. Fue agotador, pero ver a la gente feliz con lo que hacíamos nos daba fuerzas para continuar.

_¿Y cómo pasaron de los cumpleaños a los grandes eventos? Nicolas escuchaba cada palabra con atención, algo que sorprendió a Rafaela. No la interrumpió, solo hacía preguntas puntuales, como alguien a quien realmente le importara.

_Fue un proceso. Después de los cumpleaños infantiles, vinieron las bodas. Y, bueno, si a una novia le gusta tu trabajo, te recomienda a todas sus amigas. Tuvimos la suerte de atender a algunas personas influyentes, y eso nos abrió puertas.

Ella sonrió, mirando sus manos.

_Nuestro primer gran evento fue un concierto de un nuevo cantante famoso. Fue desafiante, porque nunca habíamos trabajado con algo tan grande. Pero salió bien. Luego vinieron otros espectáculos, conferencias, eventos diversos…

_Impresionante, Rafa. Lograste construir una empresa desde cero.

_No fue fácil, Nicolas. Hubo noches sin dormir, presupuestos ajustados, e incluso momentos en los que pensamos en abandonar. Pero Ava siempre fue mi apoyo, y juntas logramos superar los desafíos.

_¿Y ahora? ¿Cómo es estar al mando de algo tan grande?

Ella rio.

_Ya sabes, es agotador. Pero vale la pena. Cada evento es único, y me gusta saber que estoy creando recuerdos para la gente.

Él la observó en silencio durante unos segundos.

_Siempre fuiste especial. Y parece que el mundo finalmente lo está reconociendo.

La mirada que Nicolas lanzó a Rafaela fue tan intensa que ella necesitó desviar la mirada nuevamente, sintiendo el peso de sus palabras.

_Gracias. Agradeció tomando la copa de agua, bebiendo un sorbo para esconder la sonrisa que amenazaba con surgir.

Nicolas sonrió, percibiendo la ligereza en el aire. Sabía que aún había más para conversar, pero decidió dejar que el momento fluyera.

Entonces, vamos a hablar sobre ti ahora… Rafaela miró a Nicolas, inclinándose ligeramente hacia adelante. ¿Qué has hecho todos estos años?

Nicolas soltó una risa baja, poniéndose serio a continuación.

_Fui el hijo bueno, que siguió el camino que mi padre planeó para mí… Eso me llevó a ser el CEO de uno de los grupos empresariales más importantes del país.

_Eso es… un logro enorme, para el chico rebelde que conocí…

Nicolas esbozó una sonrisa contenida, pero su mirada parecía distante.

_Tal vez, pero para llegar hasta aquí tuve que dejar muchas cosas de lado. Amigos, momentos, sueños… Tal vez incluso una parte de mí mismo.

Rafaela lo observó en silencio, percibiendo la melancolía en sus palabras.

_Parece que has madurado mucho, Nicolas.

Él sonrió, pero su mirada continuaba reflejando algo más profundo.

_Madurar es inevitable, ¿no? Pero hay cosas que nunca he podido olvidar…

Ella sintió un leve apretón en el pecho al escuchar aquello, pero mantuvo un tono ligero.

_Bueno, te has convertido en alguien importante…

Nicolas se inclinó nuevamente hacia ella, y el brillo de sus ojos la hizo contener la respiración.

_¿Sabes?, siempre te he envidiado algo… Dijo Nicolas dejando a Rafaela intrigada.

_¿Qué?

_Tu libertad de elección… Tu ligereza… siempre pudiste hacer lo que quisiste, seguir a tu corazón.

_¿Tú no? Él inclinó la cabeza, como si considerara la pregunta de ella.

_No, pero eso está a punto de cambiar. Completó Nicolas, con un brillo decidido en los ojos.

_¿Qué quieres decir con eso? Preguntó Rafaela intentando entender qué quería decir.

Él sonrió misteriosamente, como si guardara un secreto que aún no estaba listo para compartir.

_En la fiesta lo sabrás. En la fiesta…

El almuerzo continuó con discusiones intercaladas entre el evento e intercambio de indirectas veladas. Nicolas, claramente, estaba aprovechando cada segundo de aquella interacción, mientras que Rafaela intentaba mantener la atención en el trabajo.

Cuando el almuerzo terminó, él la acompañó hasta el estacionamiento donde ella había dejado el coche.

_Gracias por aceptar la invitación, aunque fuera reacia. Él le abrió la puerta del coche.

_No ha sido como si hubiera tenido elección. Rafaela le lanzó una mirada desafiante.

_Ah, Rafa… siempre hay una elección… Y en este caso mi invitación fue irresistible.

_Ya… no voy a decir nada sobre elecciones. Rafaela se metió en el coche, sin concederle la última palabra. _Buenas tardes.

Mientras ella se alejaba, Nicolas permaneció de pie en el estacionamiento, observando cómo el coche desaparecía. La sonrisa que surgió en su rostro era la de quien sabía exactamente lo que estaba haciendo.

_Un paso a la vez… dijo.

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