PROBLEMAS.

^^^Flagstaff. 25 de Julio del 2020.

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Johan se encontraba en su habitación, estaba muy nervioso y asustado. Daba vueltas una y otra vez por toda la habitación. Quería salir corriendo, gritar, lo que fuera que hiciera olvidar lo que había visto. No quería estar más en ese lugar, pero no podía dejar solos a sus amigos, no con esos monstruos vagando por aquí. Johan, había visto todo lo que había pasado con Kai y Joseph. Había visto esa criatura extraña y aterradora, y al mismo Blas convertirse en un lobo gigantesco. Sin darse cuenta, Johan había empezado a preocupar a Bill.

—¿Te encuentras bien? —Bill se acercó con cuidado a Johan, quizás para no asustarlo, pero no lo logro—. Desde que pasó lo de Kai y los otros no has salido de aquí, apenas y vas a clases, y casi no hablas con nosotros.

—No queremos incomodarte… —Habló Jesse desde su cama, levantándose para estar más cercas de ellos—. Realmente me preocupas, ¿Ocurre algo?

—Si… digo no… —Johan estaba nervioso—. Estoy bien, y no pasa nada. Gracias por preocuparse, pero estoy bien, solo un poco confundió, es todo. Las clases se ponen cada vez más difíciles.

—¿Estás seguro que todo está bien?

—¡He dicho que si, Bill! —Johan simplemente se aparto de ellos, acostándose en la cama. No soportaba sus miradas. Estaba aterrado, no sabía que decir. No sabía que hacer. «Mañana ellos irán de nuevo a clases, ¿Cuál debería ser mi reacción? ¿Cómo le digo a Bill y Jesse lo que ví? ¿Siquiera tengo que decirlo?» Los pensamientos de Johan se apoderaban de él constantemente. Quería decirles lo que vio, pero estaba seguro que lo tratarían como un loco, como un enfermo mental. No quería que ellos pensaran que estaba loco. Fingir que estaba bien era lo que tenía que hacer. Cubrir sus miedos con ira era la opción más lógica para él. No supo cuánto tiempo llevaba en sus pensamientos, pero Bill y Jesse ya no estaban en la habitación, lo que hizo que sus lágrimas salieran de sus ojos—. ¿Qué debo hacer? Ellos… ellos… son unos monstruos.

^^^Habitación de Joseph. 25 de Julio del 2020.

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Joseph podía ver de reojo a Rosa, estaba metiendo algunos cuadernos a su mochila, sin embargo su vista estaba fija en Kai, quién de igual forma no apartaba sus ojos de él. La tensión que se sentía en la habitación era asfixiante.

—Si lo vas a hacer, te sugiero que lo preguntes de una vez. —Habló Kai. El acento ruso de Kai siempre le hacía creer a Joseph que estaba molesto, aunque probablemente está vez lo este.

—¿Por qué conocías a esa demonio? —Preguntó. Joseph se levantó y camino hasta Kai, quién seguía sentado—. Quiero que me lo digas ahora.

—Dasha Smirnova es hija de mi maestro Valak. —Kai respiró hondo antes de continuar—. Valak también era un demonio. Pensé que había regresado al infierno, pero Dasha me confirmó que ella fue quien acabó con su vida.

—Eso quiere decir que tú lo eres también, ¿No es verdad? —Joseph cambió sus ojos inconscientemente, los ojos rojos del lobo hicieron que Kai se pusiera de pie.

—Tengo el poder de uno… pero no lo soy.

—¿Es por eso que tu magia deriva del hielo? —Joseph tomó de la playera a Kai, quién no tuvo más que empujarlo para que lo soltara—. ¡Dime todo! —Gritó preparándose para pelear.

—¡Basta! —Gritó Rosa—. ¿¡Van a pelear por tonterías!?

—Joseph y yo no vamos a pelear, Rosa, ¿O me equivoco, Joseph?

—Es solo una pequeña conversación. —Dijo regresando sus ojos a la normalidad—. Pero no deberías interferir si eso ocurriera.

—Valak era un demonio sumamente poderoso… —Prosiguió Kai, olvidando las discusiones—. Su poder se basaba en la manipulación del hielo y las llamas negras. Era uno de los más poderosos en el infierno, su sola presencia hacia que el enemigo prefiriera huir antes que enfrentarlo. Su personalidad fría y calculadora hizo que fuera uno de los candidatos para gobernar el infierno. No recuerdo el nombre de los otros dos… recuerdo que a uno lo maldecía constantemente… siempre dijo que las moscas eran su peor pesadilla, y que no dijera nada frente a una. Era sumamente poderoso, como ya te dije, por eso me extrañaba cada vez que su cara se ponía pálida, y su voz temblaba cada vez que hablaba de Lucifer. Uno de los seis guerreros que llegaron para apoderarse del infierno.

—¿Lucifer? —Rosa se sorprendió al escuchar el nombre—. Es uno de los arcángeles de los que me habló Rafael.

—¿Qué dices? —Kai parecía aún más sorprendido.

—Cuando ustedes estaban inconscientes, Rafael nos habló de cinco arcángeles, y uno de ellos era Lucifer.

—¿Saben lo que eso significa? —Kai sin duda sospechaba algo.

—En realidad no… —Contestó Joseph—. ¿Cómo podría?

—Es más que obvio: Rafael oculta algo. —Rosa solo observaba como Kai andaba de un lado a otro, al igual que Joseph—. ¿Por qué sabría entonces lo de Lucifer y los demonios?

—Pero tú también lo sabías.

—Ese es el punto, Rosa. —Kai la sujeto de los hombros, poniendo un poco celoso a Joseph—. Yo lo sé por qué me lo dijo un demonio, eso quiere decir que Rafael es un demonio… o conoce a alguno.