Aria:
El apartamento de Aria estaba iluminado por la luz tenue de las pantallas holográficas, pero la luz natural también ayudaba a su propósito. Después de haber tomado la decisión de adquirir un robot personalizado, sentía la necesidad de compartir sus pensamientos con su mejor amiga, Luna. Ambas se sentaron en el sofá, rodeadas por la sofisticada arquitectura de NeoTech City que imperaba en estos tiempos.
...Apartamento de Aria...
Aria respiró profundamente antes de hablar. —Luna, necesito contarte algo importante. He decidido obtener un robot personalizado de Robotech.
Luna frunció el ceño, sus ojos verdes reflejando sorpresa. —¿Un robot? ¿Por qué harías algo así, Aria? ¿No crees que la tecnología ya ha invadido suficiente nuestras vidas?
...Luna...
Aria intentó explicar su elección. —Después de la traición de Alex, necesito algo en lo que pueda confiar. RoboTech me promete un compañero que nunca me traicionará, alguien que me amará incondicionalmente. ¿No merezco eso?
Luna suspiró, cruzandose de brazos. —Aria entiendo que estés herida, pero ¿confiar tu vida emocional a un robot?... no sé, suena peligroso. La tecnología puede tener consecuencias impredecibles.
Aria, firme en su decisión, respondió —Luna, necesito algo más en mi vida. Algo que no me haga daño. Este robot será lo que yo quiera que sea, y no permitiré que me lastime como lo hizo Alex.
Luna no estaba de acuerdo con lo que hacía su amiga y agradeció al cielo que hubiera tenido el sentido común para contárselo porque ella como buena amiga que era, haría algo para detener esta decisión que Aria está a punto de tomar.
Mientras tanto, en un rincón más sombrío de NeoTech City, Max lidiaba con el conflicto interno generado por su decisión de vender su apariencia a Robotech. El dinero prometido para él y su madre era una tabla de salvación, pero la idea de entregar su personalidad a un robot humanoide le generaba ansiedad.
En su modesta vivienda, veía la imagen holográfica de su versión robótica.
...Casa de Max...
—¿Qué estoy haciendo? —Se preguntó a sí mismo—. ¿Vale la pena sacrificar mi identidad por el bien de mi madre?
En medio de sus dudas, recibió una llamada de la Dra. Elora. Él no quería contestar pero la llamada se volvió insistente, Max se recordó que ya había firmado un acuerdo con RoboTech y si no atendía a la llamada, traería consecuencias para su vida.
Tomó el teléfono —Sí, diga.
—Max, hola soy la Dra Elora, solo llamaba para decirte que queremos agradecerte nuevamente por tu valentía. El robot humanoide está listo. Estamos ansiosos por que experimentes la nueva vida que has creado. Te esperamos mañana para la entrega.
—Esta bien, allí estaré. —Respondió Max con voz forzada y colgó rápidamente, paso una de sus manos por su cabello y tiró con frustración.
Max, con un nudo en la garganta, trato de respirar profundo para calmarse pero el peso en su corazón se lo impedía. —Espero que esto realmente ayude a mi madre —dijo a nadie en la soledad de su habitación.
A la mañana siguiente, Aria recibió la noticia de que su robot personalizado estaba listo para ser entregado. Emocionada y nerviosa, se dirigió a las instalaciones de Robotech para encontrarse con su compañero diseñado a medida.
En el centro de la recepción, la Dra. Elora la recibió con una sonrisa. —Aria, estamos encantados de presentarte a tu compañero. Ha sido creado con esmero para ajustarse a tus deseos y necesidades.
Aria, con los ojos brillando de expectación, se preparó para encontrarse con su robot. Al mismo tiempo, en otro rincón de RoboTech, Max se encontraba con su versión robótica, ahora completamente preparado para ser entregado.
La Dra. Elora, consciente de la conexión única entre los dos sujetos, se aseguró de que la entrega se realizara de manera sincronizada. Mientras Aria recibía a su compañero, Max observaba a la distancia a la futura dueña de su identidad con una extraña mezcla de emociones, tanto de fascinación, como de melancolía.
Aria observó al robot frente a ella, sus ojos reflejando expectación y temor. —¿Cómo te llamas? —Preguntó con cautela.
El robot, diseñado con la apariencia de Max sonrió.
—Me llamo Maxwell, tu compañero leal. Estoy aquí para hacerte feliz y nunca traicionarte.
Aria, sorprendida por la similitud con el nombre de su creador, sonrió, pero algo en sus ojos reveló una sombra de duda. Pensando que tal vez estaba cometiendo un error al adquirir este androide, y sí su amiga Luna tenía razón y esto perjudicaba su vida.
Ella sacudió la cabeza y se negó pensar en esto, ya la decisión estaba tomada y no había nada porque temer.
A medida que la chica y el robot se conocían, Max no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad y también una sensación de pérdida. Él se preguntaba cómo su identidad, su esencia, había sido encapsulada en ese ser mecánico frente a él.
Después de la presentación formal, Aria se preparó para llevar a Maxwell a su hogar. La Dra. Elora se acercó a Max, quien aún observaba desde las sombras, y le dijo —Max, tu sacrificio ha permitido la creación de algo especial. Este nuevo prototipo tiene la capacidad de traer alegría y compañía a quienes lo necesitan.
Max asintió con gesto serio, pero no dijo lo que pensaba, ¿cómo podía una tecnología reemplazar la conexión humana? —Espero que sea así. Solo quiero que mi madre tenga una vida mejor. —Respondió en cambio.
Mientras Aria y Maxwell se alejaban, Max se sumió en sus propios pensamientos. Recordó cómo había considerado la posibilidad de ofrecerle compañía a Aria, pero las barreras de la sociedad y la desigualdad económica lo habían frenado. Él, un hombre de bajos recursos, sabía que no sería aceptado en el círculo de vida de alguien como ella, Aria era claramente una mujer de dinero si pudo adquirir esta clase tecnología.
Aún así Max se preguntó una vez más mientras la veía alejarse. "¿Por qué eligió un robot en lugar de un ser humano?", ella era realmente hermosa y podría tener al hombre que quisiera, ¿pero qué sabía él?, tal vez la respuesta más obvia era que Aria podría crear su propia realidad perfecta sin preocuparse por las diferencias sociales y económicas.
...****************...
En su pequeño apartamento, Max contempló las imágenes holográficas de su versión robótica y la de Aria. Una sensación de soledad y resignación lo invadió, pero también se aferró a la esperanza de que al menos su sacrificio pudiera brindar felicidad a quienes lo necesitaban.
La entrega de Maxwell marcaba un punto de no retorno en la historia de ambos protagonistas, quienes, a pesar de sus elecciones, se enfrentaban a la incertidumbre de un futuro entrelazado con la tecnología y las complejidades de las relaciones humanas.
¿Qué creen que pase con esta historia?, quisiera saberlo en los comentarios.
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Updated 44 Episodes
Comments
Lilia Muñoz
no creo que un robot reempleze a un ser humano es imposible
2024-10-27
1
Dilegna Rodriguez
Debería de tomar fuerzas y presentarse ante Aria..ella lo reconocerá.🌸🌼👏👏😊☀️☀️🥀💕✨🤩
2024-04-15
1
Celeste Lopez
Le hacía falta la ayudadita económica a Max 😬
2024-02-22
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