Max:
Las emociones de Max se hallaban descontroladas y decidió que necesitaba ponerles un alto. Debía decirle a alguien lo que le estaba pasando, sacar todo de su interior. La mejor opción era hablarlo con Electra, ella sabía de su situación pero era imposible, la chica de ojos azules, no había contestado a sus llamadas y Max tampoco creía que sería justo intervenir en su vida sino quería verle. Él lo entendía completamente, le había roto el corazón y esto tardaría en sanar.
Como todas las noches después de su trabajo en la fábrica, Max llegó a su casa un poco agotado, esta vez las luces no estaban apagadas. Su madre Priscila lo esperaba sentada en una de las sillas del comedor con una mirada de amor que solo ella podía dar.
—Mi niño llegaste, te preparé algo para comer.
Max le sonrió. —No debiste molestarle. —Él se acerco y le dio un beso en su frente.
Priscila sonrió gustosa, amaba sus formas de afecto, ella se alejó un poco para mirarlo a los ojos. —No me gusta que siempre comas esa chatarra que compras de camino aquí. Esta sí es comida real, que llenará tu estómago.
A Max no le quedo de otra, la mirada de su madre no admitía discusión. Él la observó con ternura y no sabía cuánto le agradecía encontrarla despierta esta noche.
—Esta bien —dijo él sentándose para degustar la cena hecha con mucho amor.
Priscila observó a su hijo mientras devoraba su comida. "Pobre Max, debe estar agotado de tanto trabajar", pensó ella. Él llevaba toda la carga de este hogar, como hubiera querido Priscila darle otra vida, pero era lo que era. Su esposo había muerto antes de que naciera Max y los dejó a su suerte en este mundo donde no había oportunidades para los de su clase.
El pecho de ella dolía al recordar el pasado y no podía hacer nada para que dejara de esforzarse. Max era terco como su padre, así que lo mejor que Priscila podía hacer era cargar el peso de sus problemas, al menos quería verlo feliz y esta era la ocasión. Había utilizado de excusa la cena para hablar con su hijo, estaba convencida y por tanto decidida a averiguar lo que pesaba en su corazón.
Max se sintió con el corazón desbordado de amor por su madre, ella siempre lo había tratado con amor y devoción pero hoy era distinto las atenciones de esta noche habían calentado el frio de las preocupaciones de los días pasados.
Una vez terminada su comida le dijo. —Gracias mamá, esta cena estuvo deliciosa como siempre.
Su madre asintió con una sonrisa, puso una de sus manos entre las suyas y no dejó de mirarlo. La mirada de Max se quedó trabada en la suya de ojos azules tan parecidos a los de él.
Max lo supo, su madre esperaba algo de él. Ella lo había notado, ¿no? Seguro había mostrado todo este tiempo sus caras largas sin percatarse que su madre lo veía.
—Mama....
Priscila le dio una sonrisa amorosa. —Anda cuéntame hijo, qué es lo que te aqueja. Puedes decirme.
Max no pudo contenerlo y habló con la verdad.
—Madre, te mentí no me ascendieron en el trabajo. Esta casa... —Él se detuvo recorriendo con su mirada el lugar— ....Nuestra comida, todo esto fue porqué vendí mi identidad a RoboTech para darnos una vida mejor. No quiero que te preocupes, pero necesito que sepas la verdad.
Priscila, con sabiduría en sus ojos, abrazó a Max, se sintió aliviada de por fin saber la razón de su preocupación.
—Hijo, siempre has hecho lo necesario para cuidar de nosotros. A veces, la vida nos lleva por caminos inesperados, pero lo importante es que sigamos adelante juntos. No dejes que el pasado pesé sobre ti y sí quieres saberlo, no te juzgo por la decisión que tomaste. Te amo Max y estoy agradecida por todo lo que has hecho por mi, eso solo te hace valiente y especial.
Max, la apretó más fuerte en su abrazo. —Y lo seguiré haciendo. No lo dudes.
Priscila se alejó y tomó entre sus manos el rostro de su hijo que ya tenía unos cuantos años pero para ella siempre seguiría siendo su pequeño angel de ojos azules.
Max se sentía liberado, la paz que le trasmitía su madre no se comparaba con nada, agradecido por la carga liberada de sus hombros, se preparó para ir a la cama y por fin descansar como no lo había hecho en las semanas anteriores. Mientras cerró sus ojos las palabras de su madre resonaban en su mente, dándole fuerza para enfrentar las decisiones que había tomado.
...****************...
Por otro lado, en el bar, Aria y Luna compartían risas y recuerdos. A pesar de las diferencias, la amistad que habían construido a lo largo de los años, no podía borrarse fácilmente. Mientras disfrutaban de la noche, las tensiones se disipaban gradualmente.
Aria con una copa en la mano, observó los ojos verdes de su amiga. —No quiero que nuestra amistad se pierda por este malentendido. Necesitamos seguir adelante, Luna.
Ella asintiendo con sinceridad, respondió. —Tienes razón, Aria. A veces dejamos que las emociones nos controlen, pero no quiero perder a mi mejor amiga y mas por un robot que el día de mañana se convertirá en chatarra.
Aria negó sintiéndose mal por Maxwell. —No digas eso.
Mientras Luna contoneaba sus caderas al son de la música, resopló por su comentario. —No creerás que Maxwell tiene sentimientos ¿o sí?, o es que te has enamorado de él. —Le dijo con mirada crítica.
—¿Enamorada yo? Lo dice la aficionada a la tecnología, en ese caso serías tú. —Aria trató de sonar burlona pero en su interior, no se sentía de acuerdo con esta afirmación.
Sí, ella quería a Maxwell, atraves de él estaba empezando a enamorarse del hombre de carne y hueso. Hablar y convivir con su robot era lo mismo que estar con Max en cierto sentido.
Así que sí, fue la respuesta en su mente. Aria conocía muy bien a Max y a Maxwell y estaba enamorada de los dos. Por tanto no quería escuchar a su amiga decir que su robot sería chatarra, esperaba algo mejor para él.
Luna continuó. —Yo amo darle órdenes a la tecnología y lograr que haga su trabajo en grandes creaciones. No hago el amor con ella. Esas son dos cosas muy distintas. —Le dijo ella levantando sus cejas para crear más burla en su respuesta.
Aria le sonrió y cansada de hablar de cosas tan complicadas para su corazón, le dijo a su amiga.
—Tienes un punto Luna, ahora calla y vamos a bailar. —Y así lo hicieron.
La noche avanzó entre risas y diversión, marcando un nuevo comienzo reformado para la amistad entre estas dos chicas.
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Updated 44 Episodes
Comments
Tammy Montero
Encantada con tu libro, muy interesante el tema
2024-03-16
1
Verónica
más capítulos
2024-02-25
1
Mafe S
Más capítulos ➕esta interesante
2024-02-25
1