La tarde ardiente caía sobre la ciudad de Neo Tech City, mientras Electra se dirigía al modesto hogar de Max.
...Neo Tech City...
Ella no creyó volver a verlo, pero le era imposible y sabía que era una estúpida por dejarle sus decisiones al destino pero Electra aún creía en las señales. Entonces hace unas dos noches, vio este anuncio, en una de las tantas pantallas holográficas de la ciudad.
"No te des por vencida", era la imagen de una alpinista que promocionaba una marca de botas para escalar. La mujer morena, atravesó el frío y denso hielo de la montaña para llegar a la cima, y aun cuándo se vio vencida por los múltiples baches en el camino. No sé detuvo.
...Anuncio...
Electra cerró sus ojos manteniendo presente en su mente la imagen de la chica pero también recordando episodios tan dolorosos para ella en su vida. Ni cuando su madre enfermó de cáncer, ni cuando no había para las medicinas o para comer. Ella nunca, jamás se dio por vencida. Luchó aún cuando se la arrebataron de sus brazos.
Electra siguió adelante. Su madre le enseñó a ser una guerrera y esa era su palabra. "No detenerse". Sonrió recordando a la alpinista, se sentía como ella.
Así que por eso estaba aquí, extrañaba a Max y no quería darse por vencida. Creía firmemente que estar a su lado, la llevaría a su verdadero destino.
Con nerviosismo en su corazón y un plan cuidadosamente elaborado en su mente, tocó la puerta de la casa. Priscila la madre de Max, le abrió con una sonrisa.
—Electra, ¿qué te trae por aquí? —Preguntó Priscila, notando la ansiedad en los ojos azules de la joven.
—Priscila, necesito tu ayuda. Quiero hacer algo especial para Max —dijo la joven entrando en la casa que aunque pequeña, era muy acogedora.
—Así que algo especial, ya veo. —Le respondió la mujer mayor con una sonrisa cálida. Priscila tenía razón, esta joven gustaba de su hijo y porque no ayudarla.
—Sí. —Respondió Electra más animada.
Incluso sus ojos brillaban por la esperanza renovada, pensó haberla perdido esa noche que Max la rechazó, pero recordó ese mensaje en el anuncio. "No te des por vencida".
Al menos quería agotar todas las posibilidades. Solo ahí se consideraría una verdadera perdedora en el amor, de lo contrario aquí estaba intentándolo de nuevo.
Electra continuó. —Sabes que me gusta tu hijo y quiero prepararle una cena romántica que lo haga olvidarse de... —Ella se detuvo. "¡Oh Electra, porqué no cierras el pico!", se reprendió a si misma.
Priscila frunció su ceño. —¡Olvidar a quién!, ¡de qué hablas! —Preguntó la mujer con curiosidad.
Electra suspiró, no había forma de mentirle, debía decírselo. Priscila debía saber toda la verdad.
La chica de cabello corto y ojos azules, le contó todo. Max vendiendo su identidad, la forma tan rápida como su situación económica mejoro y también le contó sobre la visita que Max le hizo a Aria.
—Siento contarte todo de esta forma, pero debías saberlo....
Priscila la detuvo de hablar, su mirada reflejando compresión pero también desasosiego. Max no había sido completamente sincero con ella, no sobre esa chica. "Dios, Max, ¿en que te estás metiendo?", se pregunto la mujer mayor en su mente.
—Descuida Electra, Max me lo dijo. Ahora cuéntame sobre ese encuentro que tuvo mi hijo con Aria. —Priscila estaba dispuesta a averiguarlo todo.
—No estoy segura pero creo que Max siente algo por esa mujer a la que le vendió su identidad y es muy bonita, debo agregar. —Confesó ella mirando a la mujer con la esperanza de obtener apoyo pero también con amargura, por no ser tan agraciada para Max o al menos eso era lo que pensaba.
Priscila conociendo muy bien los desaires del amor, la abrazó para darle un poco de fuerza y confianza a esta chica tan dolida.
—¡Oh nena!, eres hermosa, no pienses que no. Sí mi hijo no te ha visto aun, es un tonto. —Priscila se alejó y le dio una sonrisa tan tierna que a Electra le vibró el corazón de alegría, le recordó a su madre.
La chica más animada que nunca por sus palabras, tomó las manos de la mujer, un constraste claro, sus manos callosas por la edad se aferraron a las de ella tan joviales y suaves.
Más sin embargo, Priscila debía ser clara con Electra y ayudarla a entender un par de cosas.
—Entiendo mi niña. Si eso es lo que necesitas, estaré encantada de ayudarte, pero quiero que sepas que las cosas no siempre salen como planeamos.
Electra asintió comprendiendo totalmente el sentido de sus palabras, pero ella ya había sufrido por el rechazo de Max la noche pasada y había salido viva de esto. Con una cicatriz pero viva y esto solo la había hecho más fuerte. Lo que viniera sabría que lo afrontaría sabiendo que hizo lo que pudo.
—Esta bien, manos a la obra —le dijo Priscila animada.
Esa tarde de crepúsculo en la cuidad de Neo Tech City, juntas comenzaron a preparar una cena especial en la pequeña cocina.
Mientras cortaban ingredientes y encendían velas.
Electra confesó las verdades más profundas de su corazón. —Me preocupa Max. Sé que no me corresponde, pero no puedo evitar sentir algo por él.
Priscila entendiéndola completamente, la observó con sabiduría. —Electra el corazón es complicado, a veces nos lleva por caminos inesperados pero debes recordar que mi hijo tiene su propia vida y decisiones que tomar. —La mujer mayor, no pudo ser más directa y sincera pero debía decírselo.
Electra suspiró con tristeza ante este comentario, aunque le dolió la posibilidad de perderlo, le sonrió a Priscila con valentía. Como dijo, lo afrontaría, ella no era una cobarde.
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Comments
Crystal Vega
Electra un gran personaje, espero que tenga un final feliz para ella escritora, se merece un hombre que la valore y la ame de verdad. con Max ya perdió el tiempo /Frown/
2024-02-27
3
Larrisa Flores
Max no valora el amor de Electra quisiera que ella se diera cuenta que ahí ya no es, esta claro que él quiere es a Aria
2024-02-27
1
Verónica
Me encanta tu historia
2024-02-27
1