Capítulo 9 —Celos

Electra:

Mientras tanto en las sombras. Electra observaba la escena con celos e inquietud. No sabía que tanto les había dicho Max, a Scott y a los demás, incluso a su madre, pero ella lo sabía. Él había vendido su imagen, había sacrificado su identidad por Priscila.

Esa noche en su casa, en la fiesta de reunión que organizó Scott, ella espió las cosas de Max encontrando la verdad.

Electra no se consideraba fisgonada pero en cuanto a lo que se refería a su amor platónico haría lo que sea por descubrir por qué la rechazo y aquí habia una razón, lo estaba viéndo de primera mano. 

Max se encontraba saliendo de este edificio de ricos con esta mujer, que había visto en su "terminal". Electra sabía que esta tal Aría, era la compradora de la identidad de Max.

Lo había seguido, incapaz de resistir la tentación de descubrir a quién visitaba en secreto. No quería verse como una acosadora pero no podía evitarlo este hombre era de ella y necesitaba espantar a esta mujer.

Desde su escondite detrás de los arbustos, escuchó la conversación que tenían ellos dos, sintiendo una mezcla de emociones confusas.

—Entonces, debo irme. —Max le dio una sonrisa hermosa a Aria.

Esto solo encendió más los celos de Electra, él estaba claramente coqueteando con esta mujer. Impulsada por el enojo y la incomodidad, decidió salir de las sombras.

—Max, ¿por qué estás aquí? ¿No es suficiente con lo que hiciste por tu madre?

Max sorprendido al ver a Electra le preguntó —¿Qué haces aquí?

—Tu que haces aquí, ¿crees que Robó tech se quedara de brazos cruzados, si te ve visitando a uno de sus clientes en "secreto"? —Electra no pudo verse más celosa.

—Cómo..., ¿cómo lo sabes? —Le preguntó Max sorprendido.

—Eso no importa Max, piensa en tu madre, debemos irnos de aquí.

Él intentó justificarse —Electra, necesitaba asegurarme de que Aria esté bien. No puedo dejar de preocuparme por ella.

Electra mirando fijamente a Max dejó salir sus sentimientos reprimidos. —Es obvio que no puedes dejar de preocuparte por ella pero Max, deberías centrarte en tu vida y en tu madre en lugar de seguir a otra mujer.

Max sintiendo la intensidad de la situación, respondió con sinceridad. —Electra, entiendo tus preocupaciones, pero necesitaba estar seguro de que ella esté feliz. No puedo ignorar eso.

Mientras la tensión llenaba el espacio, Aria que hasta el momento se había quedado callada presenciando todo lo sucedido, intervino para calmar la situación.

—Max, comprendo tus preocupaciones, pero el propósito de Maxwell es cuidarme y hacerme feliz. No hay razón para temer.

—Ya lo ves, Max —dijo Electra muerta de celos por la protección que le daba su amor platónico a esta mujer que acaba de conocer. Ella continuó—. Debemos irnos antes de que Robo Tech noté tu desacato.

—Ella tiene razón Max —dijo Aria y a Electra no le agradó mucho su intervención.

Max suspiró y miró por último a Aria ante la presencia de Electra. —Siento haber venido pero tenía que ver que estabas a salvo y me alegró de conocerte en persona.

Estas palabras removieron el corazón de Aria y sentimientos confusos empezaron a surgir en su pecho por este desconocido.

Max sentía una presión en el pecho al dejar a Aria pero se recompuso. Ella solo era una extraña para él y no debía preocuparse por esta chica más de lo necesario, debía centrarse en su madre.

Mientras Electra, solo planeaba en su mente algo para que esta mujer no le quitara a su enamorado.

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