Capítulo 17

Salvado por la campana, bueno, más bien por el doctor todo apresurado que entra en la sala dando gritos de cansancio y se frena en seco al ver a Neliver.

—Su alteza, le dije que sería un problema si la reina madre le encontraba acá —dice el médico mirándome por unos segundos, cambiando su semblante como si yo fuese una piedra en el zapato—. Pensé que se había deshecho de ese esclavo.

—Sabes que no lo haría, ahora por fin podemos estar juntos —dice Neliver mientras deja un beso en mi mejilla y yo lo limpio sonriendo, pero lleno de asco.

Un asco relativo... Por culpa de su marca. No sé como, pero me voy a deshacer de ti de una forma que te vas a arrepentir de haberte entrometido en mis perfectos planes para estar con mi dios.

—Creo que iré a descansar, no me siento bien, nada bien —digo entre risas y caminando a la puerta, no sin antes lograr dejar en la mesa la maldita daga bajo unos papeles.

Neliver me toma por la muñeca y me hace voltearme hacia él para devorarme con sus ojos violetas.

—Espero verte aquí pronto, ya ninguna ley nos va a detener, Cian —dice antes de soltarme.

Me apresuro a salir del sitio al saber a los guardias lejos. Es mi oportunidad para moverme sin que sepan donde estoy, pero dejarme encontrar será un problema, pues puedo poner en riesgo a Ahderon.

Ya lo extraño, muchísimo y eso que hace solo pocas horas que lo vi. Necesito que me desintoxique de la baba de este otro.

Salgo por el pasillo sintiendo la plática de desacuerdo dentro. Algo me llama a pegar la oreja, nunca se sabe que se pueda sacar de una situación turbia.

—No debía, su alteza. Lo sabe, todo por un esclavo —dice el médico.

¡Si tuviese una grabadora! Replico en mi mente para sentir las manos de alguien taparme la boca y pegar también su oreja a la puerta. No tiene aroma sexy, por lo que no es un alfa, ni siquiera tiene aroma, este posiblemente es un beta. Siento el metal en mi boca y lo primero que pienso es que es el guardia de antes, pero no. Este es el que vino desde la mansión.

—Todo estará bien, hasta usted saldrá beneficiado de esto —comenta Neliver al médico.

El guardia me saca del lugar llevándome a uno de los pasillos donde ahora mismo no hay sirvientas.

—El señor dijo que debías mantenerte en la habitación, salir es peligroso —dice el guardia.

—Es mi papel como su amante y futuro esposo ayudarle —comento mientras me toco el vientre orgulloso de mi mentira.

Ni tanto, algún día será verdad, solo necesito correr un poco más. ¡Aquí no hay miedo!

El guardia parece creerse mis palabras y abre los ojos para empezar a tratarme con más cuidado.

—Lo siento... No sabía, mi... Señor —agrega lo último como eligiendo con cuidado sus palabras.

—Ya sabes, ¿dónde está mi Ahderon? —comento con una sonrisa.

—En camino al funeral de unas horas. Pronto todos estarán ahí de la familia real —dice el guardia.

—Debe verse sexy vestido de negro —susurro sin darme cuenta.

—¿Dijo algo? —comenta el guardia.

—Que Ahderon es sexy —repito asintiendo con seguridad para tomar un tono más serio ante su sorpresa y verguenza—. Si me quedo solo en la habitación él va a perderlo todo. No es que no crea que él no puede, pero tampoco quiero dejarlo Confíen esto...

—Confie en el duque, todo está preparado. Solo necesito que la noche del juicio cuando termine el veredicto usted se mantenga en su habitación —dice el guardia.

—¿Por qué? —comento.

Según sé, no había movimiento en el palacio aun. Aunque hay varias tropas acá...

—No puedo decirle, espero me perdone —sentencia el guardia—. Ahora, necesito escoltarlo hacía su habitación, yo cuidaré la entrada para los curiosos.

...🦋Narra Ahderon🦋...

El carruaje marcha camino al cementerio de la familia real. Cientos de personas nobles se encuentran reunidos aquí hoy para darle santa sepultura al heredero de la corona. Nadie esperaba que algo como esto pasase, quizás sí que tuviese bastardos, pero no su defunción.

Los últimos en llegar son la familia real que demoran más de una hora. La emperatriz madre viene sin su hijo menor. Pocas veces se le ve en actos sociales y parece que el entierro de su familia tampoco será una excepción.

Las personas demuestran su luto entre lágrimas falsas mientras lucen sus mejores atuendos. Yo no pierdo el tiempo tampoco en socializar con los demás presentes de clase alta y dejar claro "lo mucho que me afecta está tragedia". Realmente, está mejor muerto.

La vieja arpia clava su mirada en mí, su principal sospechoso. Aunque no está muy lejos de la verdad porque fue acto de Cian, estoy seguro. Si embargo, no me creo en la facultad ahora mismo de entregarlo y al ser mi esclavo me veré afectado de igual manera.

...Solo nos queda salvarnos o undir nos juntos....

...Gran parte de ese veredicto se dirá en el juicio de mañana....

...🦋Narra Vicaria🦋...

Corro con las pocas fuerzas de mi cuerpo hacia los establos de la mansión mientras Laura me persigue. Sin embargo, logro frenar su paso al activar mi magia de escudos en medio del pasillo creando una barrera dorada qué la encierra.

—¡Nada va a impedir que lo ayude, Ahd es como mi hermano! —digo sintiendo un remolino de sentimientos en mi pecho qué me afirman que no es así.

—Señorita Vicaria, por favor, recapacite, esto solo va a se peor —dice Laura colocando sus manos en el cristal dorado—. ¿No lo entiende? Si el esclavo es culpable, el duque Ahderon será condenado a la guillotina.

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