XVII: DESCUBRIENDO LA VERDAD

Enna no podía creer lo que escuchaba, ella estaba segura del amor que Iván le mostraba, no podía dejarla por su esposa, incluso llego a pensar que podía ser tan importante para él que hasta podría dejar a su esposa para irse con ella, sin embargo, la realidad ahí estaba, frente a sus ojos, él no la escogería a ella, había sido muy ingenua al pensar que eso pasaría, estaba enojada, triste, decepcionada, dolida, bajo de su regazo y salió azotando la puerta del coche y corriendo rumbo a su casa, sin detenerse, mientras corrió dejaba salir sus lágrimas, se sentía que se moría, con él experimento cosas maravillosas, se sentía importante a su lado, la hacía sentir toda una mujer, él la hacía incluso olvidarse muchas veces de sus malas prácticas alimenticias que padecía, se sentía hermosa cuando estaba a su lado, porque si estaba con ella teniendo una mujer tan bella como lo era Susi, es porque era hermosa a sus ojos y erróneamente pensó que era amada por él.

Iván se sintió mal por la mujer que había salido corriendo de su coche, pero le preocupaba más la manera en que había reaccionado su esposa la noche anterior, en su cara estaban reflejadas las ojeras producto de no haber dormido pensando lo que le había hecho y la decisión que tomaría por el bien de su matrimonio, nunca antes había puesto a una mujer por encima de su esposa, y no podía hacerlo ahora, buscaría el perdón de Susi y restituiría el daño que le había hecho, el remordimiento provocado por sus actos no lo había dejado dormir y menos al escucharla llorar y gritar tratando de sofocar el sonido con la almohada.

Iván encendió nuevamente el auto para ir a su casa, al lado de su familia, no sin antes pasar comprando flores y chocolates para poder darle a su esposa, tenía mucho que no lo hacía, llego a su casa buscándola, pero para su sorpresa la casa estaba vacía, no había señales de ninguna de las dos, dejando las flores en el piso y aventando los chocolates en el sillón de la sala, corrió a la recamara, temía que ella se hubiera ido de casa mientras él trabajaba y lo hubiera abandonado, pero sintió como el aire entraba a sus pulmones y recobraba las fuerzas al ver que estaba  todo en su lugar, no faltaba ropa, ni zapatos de su esposa e hija.

Regresando a la sala, Iván espero a que su esposa e hija volvieran, pasaron una hora, dos, tres, le había marcado varias veces, pero su celular estaba apagado, mientras esperaba rogando a Dios que su esposa regresará, ya que no sabía nada de ella y antes de salir se preocupó que la vio muy pálida y con sus ojos hinchados de tanto llorar, estaba desesperado, no sabía si salir a buscarla, si iba con los padres de ella, solo los preocuparía sino estaban, pero, necesitaba saber dónde estaban, daba vueltas hasta que decidió marcar empezando por los padres de ella, la madre de Susi contestó y le dijo que no sabía de su hija, le comentó que hablo con ellos el día anterior, pero ese día no se había comunicado, al ver que no estaba con ellos empezó a marcar a otros conocidos y tampoco sabían de ella.

Iván no sabía dónde más buscar a su familia o donde buscarlas, cuando pasada la medianoche se abrió la puerta y vio a entrar a su esposa acompañada de una compañera de trabajo que traía cargando a su pequeña, al verlas corrió a su lado y tomando a su pequeña de los brazos de la chica, le agradeció por ayudar a su esposa con la pequeña, la chica se despidió y salió subiendo al mismo taxi en que habían llegado. Él quiso preguntarle donde estaba cuando ella lo interrumpió y le dijo que acostaran a la niña y luego hablarían.

Listo, ya está bien arropada, vamos al cuarto para que te cambies y descanses amor, te ves cansada.

No me digas amor y no necesito que me acompañes, yo puedo ir sola, dijo seria.

Mi vida, sé que tienes razón de estar molesta conmigo, pero no puedo verte así, me duele, no quiero verte sufrir, solo…

Sino querías verme sufrir, no me hubieras mentido, ni hubieras jugado con esa tipa, solo te lo voy a preguntar una vez y no voy a repetir la pregunta, ¿hubo algo más entre ustedes, algo más allá de solo conversaciones, llamadas y… tus regalos?, ¿estuviste con ella más allá de eso?, recuerda que solo lo preguntaré una vez, el trago con dificultad y no sabía que contestar, decir la verdad era una arma de doble filo, hacerla confirmar sus sospechas y dejarlo, o decirle una mentira y si se daba cuenta igual lo dejaba.

Yo, yo, ella…

Tu dificultad para contestar contesto por ti, no tengo más que decir, dijo caminando a su recámara y cerrando la puerta en su nariz.

Mi amor, por favor, escúchame, necesitamos hablar, no quiero que estés así, perdóname por ser un cab**n, no debí dejar que esto llegará hasta este nivel, por favor, mi amor, perdóname, te prometo que no volverá a pasar.

Por más que le pidió y le dijo, Susi no le abrió la puerta, al entrar había visto el ramo de flores, pero sabía que solo lo había llevado motivado por los remordimientos de saber que le había faltado como esposo, se sentía decepcionada de él, pero a la vez se preguntaba en que había fallado como mujer, cuidaba de su casa, de su hija, trabajaba en sus tiempos libres sin desatender a su familia, se cuidaba para verse bella para su esposo, lo atendía como mujer, que le había faltado, en que había fallado para que él volteara y buscará fuera lo que debería tener en casa. Había salido con su amiga de paseo, necesitaba hablar y desahogarse, sacar todo aquello que le dolía.

Su amiga le contó cosas que nunca se había dado cuenta ni pensaba que estaban sucediendo, ella, así como otras amigas lo vieron en más de una ocasión con alguna de sus “amigas” entrando o saliendo de un hotel en las orillas de la ciudad, pero no querían lastimarla contándole lo que habían visto, por eso, cuando le contó lo que había pasado ella se atrevió a contarle lo que sabían sobre su esposo, fue algo tan duro que no dejo de llorar por mucho rato, no solo había sido de la vez que ella supo, sino que hubo muchas más veces de engaños e infidelidades; al empezar a oscurecer no quería regresar a su casa, no deseaba verle la cara a su infiel esposo.

Al ir a buscarlo lo vio salir en su coche y estacionarse unas cuadras más delante de su trabajo, ahí vio llegar minutos después a Enna, la compañera de trabajo que ella conocía muy bien, ya que varias veces le toco ir con ellos en sus salidas y la conocía, la vio entrar al coche de su esposo y comérselo a besos mientras él le acariciaba la espalda y la aceptaba ante ella gustoso, ella no soporto más y salió de ahí echa un mar de lágrimas al confirmar, no tenía dudas, esa chica era la misma del video y por tanto la de los mensajes, ya que la chica era exageradamente delgada como Enna, por lo que no era difícil darse cuenta que era ella la persona con la que se mensajeaba y había llamado a su esposa a altas horas de la noche.

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