XVIII: AMENAZA DE ABORTO

Susi trató de calmarse, pero no podía, era muy duro darse cuenta de que su esposo le era infiel, llevaban muchos años juntos, tenían una hija, aparentemente una buena vida juntos y sobre todo una relación amorosa, como es que de repente se daba cuenta de que tenía otra mujer, necesitaba desahogarse, hablar con alguien, fue como decidió hablarle a su amiga y después de recoger a su pequeña, porque su madre no podría cuidarla por más tiempo, se citó con su amiga en un parque, la pequeña estaba preocupada, podía ver a su mami que estaba mal, pero no quería preocuparla más preguntándole que tenía.

Mientras la pequeña jugó, Susi se desahogaba con su amiga, por la noche se fue con su amiga, así no estaría mucho tiempo en su casa y más, porque no quería martirizarse al darse cuenta de que como muchas otras noches, él no llegará por estar con su amante y ella sufriendo pensando en cuanto estarían haciendo en ese momento, acostó a su pequeña en la cama de su amiga y se fueron a la sala a platicar, su amiga le dio un té para qué se calmará, no era bueno para ella y menos para su bebé seguir así, Susi pensaba quedarse con su amiga esa noche, no quería regresar, pero casi a la media noche su pequeña salió preguntándole a su mami si ya se iban a ir a su casa, la pequeña no podía dormir si no tenía su cobija y oso de peluche, mismos que era sus compañeros desde que nació, así que sin ellos sería muy difícil que siguiera durmiendo, por lo que resignada Susi decidió regresar a su casa.

Tomaron un taxi y su amiga la ayudo a llegar la puerta de su casa, no quería que cargará ala pequeña, no fuera a afectarle en su embarazo, cuando abrieron la puerta para e ingresar se sorprendieron al ver un muy preocupado Iván que parecía que le volvía el alma al verlas ingresar.

Iván quiso correr a abrazar y besar a su esposa, pero esta lo esquivo y estirando la mano lo alejo, Iván tomando a la pequeña y agradeciendo a la chica tomó a su hija para subirla a su recámara y ayudar a su esposa a arroparla. Al ver que su esposa no quería hablar antes, respeto eso y asegurándose que la pequeña ya no despertaría, salió de la recámara, trató de hablar con su esposa, pero esta no solo no lo dejo, sino que lo dejó fuera de su puerta, parado hablando sin permitirle ser escuchado.

Iván, muy triste y dolido por no ser escuchado por su esposa, decidió dejarla dormir tranquila al no escuchar ruido en su cuarto y se fue a dormir con su pequeña, ya por la mañana intentaría nuevamente hablar con ella, esperando que estuviera más tranquila. Se abrazó a su pequeña y con mucho trabajo se quedó dormido, hasta que escucho a su esposa gritar, se levantó confundido y la volvió a escuchar gritar su nombre, corrió a la recámara encontrándola en la puerta recargada del marco mientras se agarraba el vientre.

¿Amor que pasa, te sientes mal?, dijo preocupado, tomándola en brazos mientras la colocaba en la cama.

Llama una ambulancia o llévame al médico, me duele mucho, creo que voy a perder mi bebé ¿Qué?, Iván se había quedado sorprendido, no estaba seguro de haber escuchado bien.

Me duele el vientre, llévame al médico, creo que estoy teniendo un aborto.

Iván corrió a ver a su vecina para suplicarle que cuidará de su pequeña mientras llevaba a su esposa al médico, Iván ya les había hablado a los abuelos de la pequeña para que fueran a cuidarla mientras él se iba con su esposa. Llegaron al hospital donde lo primero que hizo el médico después de escuchar los síntomas que presentaba, realizo un ultrasonido, ahí pudieron ver claramente que él bebé seguía en el vientre de su madre, le hicieron varios estudios más, los cuales debían esperar a ver qué resultado arrojaban mientras a ella le colocaban medicamento para detener la amenaza de aborto que estaba teniendo y le ponían una intravenosa.

Después de tener los resultados, el médico fue a ver a Iván y Susi, desde que ingresaron Susi se había acostado dándole la espalda no queriendo hablar ni verlo, Iván no quería alterarla más, el médico les había dicho que debía estar lo más tranquila posible, Iván solo la veía mientras pensaba en que esperaba que ese bebé se logrará, ya que llevaban varios meses intentando tenerlo y ahora que estaban pasando por esa situación se enteraba de que por fin estaba ahí, creciendo en el vientre de su esposa.

Estaba emocionado, pero a la vez preocupado, debía arreglar todo con su esposa lo más pronto posible para que toda esa situación no afectará a su pequeño, quería que su esposa tuviera un embarazo tranquilo como cuando tuvieron a su primera hija. El médico les dijo que por el momento estaban bien los dos, pero para asegurarse que no hubiera más inconvenientes, la dejaría unos días en observación en el hospital hasta estar seguros de que ya no había riesgos. Susi no quería perder a su bebé, por lo que decidió que lo mejor era calmarse y dar menos importancia al problema con su esposo, no quería decir que lo perdonaba y hacían como que no paso nada, pero trataría de verse lo menos posible afectada.

Mi amor, sé que estás despierta y no quieres hablarme… solo quiero decirte que estoy muy arrepentido de todo lo que ha pasado, todo empezó como un juego y sin darme cuenta se me salió de las manos… solo quiero decirte que te amo, aunque pienses que no y lo que más deseo es que tú y nuestro bebé estén bien, no me perdonaría si algo les pasa, perdóname por ponerte en esta situación.

Te vi con ella, dijo sin voltear.

¿Cómo?

Te fui a buscar a tu trabajo, tu ibas saliendo y te paraste a la vuelta de tu trabajo, ella llegó y ustedes… te vi con ella… no pudo seguir porque la voz se le quebró, empezó a respirar y sostener el aire para calmarse, aunque le estaba siendo imposible, pero por su bebé lo hacía.

Mi amor, Susi, yo… yo me imagino que viste, pero si te quedaste hasta el final debiste haber visto que la aleje de mí al final y le pedí que no me vuelva a buscar, que entre nosotros no puede haber nada.

Ya lo hubo y eso no se puede alejar o borrar.

Mi cielo, no sabes cómo me arrepiento, tú no te merecías eso, yo… soy un idi**a por no valorarte y darte tu lugar, pero te juró que esto no volverá a pasar, me voy a dedicar a ti y a nuestros hijos, nunca volveré a fallarte, yo…

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