V: INGRESO A LA UNIVERSIDAD

Jon desde ese día empezó a ahorrar y hacer algunos trabajos para poder tener dinero, ya que espera que en un futuro no muy lejano pudiera cumplir con el sueño de su novia, ya que escucharla hablar de lo que le gustaría en su futuro le encantaba, porque esos ojos veían el cielo imaginando y brillaban como dos hermosos luceros.

Las semanas pasaron y los meses, ambos presentaron examen para ingresar a la universidad y ambos quedaron en las carreras que querían, él en la carrera de derecho y ella en la carrera de negocios internacionales, lo bueno que las dos carreras estaban en la misma universidad, por lo que podrían seguir viéndose durante las horas libres y no solo a la salida, además que como él trabajaba, no siempre estaba disponible.

El día que darían los resultados, los dos estaban muy nerviosos, sentían que les había ido bien en sus resultados, pero eran dos carreras tan demandadas que, con tantos aspirantes, las posibilidades disminuían. Su amiga había presentado para otra Universidad y desgraciadamente no había quedado, por lo que empezaría a trabajar en una empresa cercana su casa, caminando estaba a quince minutos y si la llevaba su papá en coche estaba a cinco minutos.

Cuando por fin pudieron acceder a la página e ingresaron sus datos, en estos se desglosó una ventana que les daba la bienvenida a la carrera para la que eran aspirantes, Enna salto de emoción, Jon estaba feliz, ambos podrían seguir con sus sueños de hacer una carrera y en la misma institución, vieron todos los requisitos y pasos para iniciar su proceso de ingreso, por lo que imprimiendo la hoja empezaron a recolectar la documentación que debían tener a la mano para el proceso.

Después de unos días y los respectivos pagos, eran oficialmente universitarios, ese día, salieron con otros amigos que también habían quedado para festejar el nuevo paso que daban en la vida, Mara a pesar de no haber quedado le daba mucho gusto por su amiga y también fue con ellos. Ese día fueron a cenar y bailar, Jon había pedido permiso a los padres de Enna, quienes desde unos meses antes ya le conocían y le estimaban mucho, por ser un buen muchacho y venir de una buena familia, Amara solo le aconsejaba que fueran con calma, que podía disfrutar de su noviazgo, pero que se cuidaran y no se adelantaran a vivir una etapa que todavía no le tocaba para que no estancará su progreso por tener que casarse si llegaban a tener intimidad y se embarazaba.

Después de esa plática, Enna había ido a escondidas al médico con Mara para que le colocaran el implante, porque, aunque aún no estaba en sus planes empezar a tener relaciones con su novio, no se sabía qué podía pasar y no quería arriesgarse y, más porque en ninguno de los planes futuros estaba el ser madre.

Enna se divirtió con sus amigos, Jon paso a dejarla a su casa sana y salva como lo prometió a Luciano y Amara.

Los primeros días de la Universidad fueron fabulosos, sentirse mayores, la adrenalina de experimentar cosas nuevas, nuevas materias, la bienvenida que, aunque no fue muy agradable, porque los ataron y los bañaron con agua apestosa y a algunos los ensuciaron con huevos, pero fue divertido para ellos, fue una semana de fiestas, un baile en un club de los mejores, las clases no eran tan abrumadoras, ya que estaban en proceso de inducción y sensibilización. Al terminar la semana, empezó lo bueno, las clases con los maestros que conforme pasaban los días dejaban más trabajos y debían pasar algunas horas en la biblioteca para presentar todas las tareas y actividades que les dejaban. Pero dentro de todo era un ambiente que le agradaba mucho a Enna, se sentía feliz de esta etapa en su vida, solo que como pasaba entre clases y tareas, salidas con su novio, empezó a tener un desajuste en su alimentación, por lo que empezó a subir un poquito de peso.

Jon estaba feliz de verla subir de peso, sabía que estaba algo baja de peso y con un diagnóstico de desnutrición leve, él trataba de hacerla comer a sus horas cuando le era posible, pero él no sabía que cuando ella no estaba gusto con la cantidad que él le hacía comer, o se disculpaba para ir al baño a vomitar, o si no le era posible porque le podía darse cuenta, se tomaba laxantes para sacar todo lo que se había comido. No falto un comentario de sus compañeras diciendo que la veía más llenita que la hizo sentir mal.

Enna te ves bien con esa ropa, ya subiste un poco de peso…

Me estás diciendo que me estoy poniendo gorda…

Claro que no, ton*a, si estás bien delgada, solo que estabas más y así como estas llenas mejor ese vestido que traes por lo que lo luces mejor.

No, Dime la verdad, estoy gorda.

Amiga, ya quisiera ser más delgada, casi como tú, pero, en cambio, mírame, estoy pasada de peso.

Pero si tú estás superbonita, la que no se ve bien aquí... soy yo, mira... ya tengo lonjas.

Mejor cambiemos de tema, porque por lo visto no es posible hacerte ver que de gorda no tienes nada, es tu imaginación.

Enna se quedó con esa idea que había subido de peso y podía ponerse gorda, por lo que empezó a hacerse ideas en su cabeza que debía bajar de peso, porque no podía ponerse bofa y fea, sino ni Jon ni nadie la querría. Así fue como empezó a hacer nuevamente rutinas exageradas de ejercicio, a tomar laxantes y cuidar lo que comía, no quería subir y ponerse gorda.

Cuando fueron las vacaciones de verano, Jon tenía suficiente dinero para invitarla a pasar un fin de semana a una hermosa playa, donde había un lugar como el que le describió Enna casi dos años atrás, por lo que hablo con Amara y Luciano, donde les prometió cuidarla mucho y que todo estaría bien si le permitían llevarla a ese viaje, Luciano fue el que más lo dudo, pero al final los convenció de que permitieran ir a Enna con él, Jon contaba con apoyo de sus padres, pero a él le gustaba la idea de trabajar para darle a su novia detalles y regalos pagados con su propio esfuerzo.

Así fue como Jon llevó a Enna a uno de sus primeros viajes como novios, en el cual, aunque durmieron en la misma habitación, solo durmieron abrazados, sin pasar de los límites prometidos a los padres de ella. Claro que ella quería que pasará algo más, y aunque a él le costó demasiado cumplir con su promesa, logro cumplir con ella.

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