III: RELEVO

Enna tenía 14 años, estaba por cumplir 15, muy enojada, era un día de lluvia y algo frío cuando llego a su casa y esperando que llegará su madre del trabajo le reclamó, estaba harta de ser la madre de sus hermanas y no poder tener una vida diferente.

Mamá, necesitamos hablar, dijo enojada y con seriedad Enna.

¿Paso algo con tus hermanas?, ellas están bien, ¿qué sucedió?, habla ya que me estás preocupando.

Mamá, estoy cansada de ser tú. Ya no puedo más con esto.

¿Ser yo?, no estoy entendiendo Enna.

Madre, ¿quiero saber por qué me tuvieron?

Te tuvimos porque tu padre y yo nos amamos y producto de ese amor naciste tú, mi niña, pero sigo sin entender a qué te refieres con ser yo.

¿Para qué tuviste hijos si no ibas a cuidar de ellos?, llevo toda mi niñez y juventud siendo la madre de mis hermanas, haciendo las funciones que tú como madre deberías haber hecho, estando esclavizada a cuidar de tres niñas por ser la hermana mayor - decía Enna frustrada- no digo que no debiste apoyarte de vez en cuando en mí, pero no dejarme toda a carga, solo cuando mis hermanas se enferman es como tú las cuidas de día y de noche, es cuando te preocupas por ellas - Enna expresaba tratando de hacer ver a su mamá como se sentía-  pero el demás tiempo me las dejas a mí, a mi cargo, y aun cuando no podías cuidarlas por más días por tu trabajo me las dejabas que yo siguiera haciendo tu trabajo, yo siempre fui una esclava de tus funciones…

Hija, lamento que lo veas así, pero todos somos parte de esta familia y todos debemos apoyar para poder mantener la casa, tu padre y yo traemos el sustento, pagamos la casa, les compramos cosas, a ti solo te pido que las cuides a ellas en mi ausencia, expresaba su mamá tratando de hacer que su hija entendiera su postura.

Exacto, en tu ausencia, ese es exactamente el problema, tú siempre estas ausente mamá, nunca estás aquí, nadie está para mí, yo estoy para ellas y ¿Quién para mí?, mis amigos salen, se divierten, tuvieron una niñez llena de experiencias chistosas, bonitas con sus padres y hermanos, en cambio, yo solo tengo recuerdos persiguiendo a mis hermanas, enseñándoles, sufriendo el castigo por sus travesuras y muchas cosas más que ya no aguanto. Ya no quiero seguir siendo tú, quiero ser yo, una joven normal, no una joven madre sin haber tenido hijas- Enna quería que su madre la entendiera, que se diera cuenta que ella necesitaba también tiempo para vivir lo que las demás chicas de su edad pasaban.

Hija perdóname, nunca me imaginé que te sentías así, tienes razón, tú siempre has estado para tus hermanas, no quise que te sintieras así, tus hermanas ya están más grandes, ya entienden más, vamos a hablar con ellas para que empiece, cada una a comportarse de manera que no tengas que ser tú la que tenga que estar sobre ellas, Fanny tiene 12 años y las mellizas 10, ya no están tan pequeñas como para no saber cuidarse solas cuando no este, aun así voy a procurar darles más tiempo a ustedes y nuevamente hija perdóname por no ser la mejor madre, no es fácil tener tantos hijos cuando no tenemos una posición económica mejor, tu padre y yo hacemos nuestro mejor esfuerzo, pero no es suficiente, si vez a tu alrededor, gracias a nuestros trabajos tenemos esta bella casa de dos pisos, con un gran patio para ustedes, pero entiendo que las comodidades y los temporal no lo es todo y necesitan de nuestro cariño, nuestro amor.

Lo sé mamá, veo cuanto haces por darnos lo mejor, pero a veces es mejor que pases tiempo con nosotros, que nos demuestres amor, antes de darnos cosas materiales que nos gustan, pero no las necesitamos como los necesitamos a ustedes, un abrazo tuyo es mejor que una muñeca.

Amara al escuchar los reclamos de su hija y analizar la situación entendió que estaba afectando a su hija al haberla hecho madurar siendo muy pequeña, no debía haberle dado tal responsabilidad, debieron buscar otra forma de cuidar de sus hijas, darles más tiempo, no cargarle la mano tanto, se daba cuenta de que su hija pedía a gritos un relevo de esas funciones de madre que aún no le tocaban, aunque en realidad estaba más afectada de lo que parecía.

Enna empezó a sentir como el peso se le quitaba de sus hombros, por fin sabría lo que era ser joven, seguía teniendo un cuerpo muy delgado, bajo de peso, pocas curvas, se sentía que ya debería haberse desarrollado más, sus amigas ya tenían un cuerpo mucho más definido, incluso su hermana Fanny, estaba más alta que ella y con curvas bien definidas donde debía haber, esperaba que solo fuera cuestión de tiempo para poder lucir mejor su cuerpo y la ropa que le encantaba.

Poco a poco se le fue quitada toda la carga del cuidado de sus hermanas y pagando un poco más a Clarita para que ayudará con los cuidados de las cuatro hijas, le quito peso a Enna de esas funciones que la agobiaban. Ya podía darse el lujo de quedarse un poco más en la escuela para hacer tareas con sus compañeros, cuando antes tenía que hacer todo desde casa y sola. Ya podía quedarse un rato platicando con sus amigas o dar una vuelta por el parque cercano antes de regresar a casa, empezaba por fin a sentir que actuaba como una joven común, como sus amigas. Seguía apoyando con sus hermanas, pero con menor responsabilidad y peso.

Aunque no todo era color de rosa, en la escuela había varios que le hacían Bullying por ser pequeña y muy delgada.

ADIÓS, CAMPEONA DE NATACIÓN, nada por aquí, nada por acá, JA, JA, JA, decía un chico haciendo señas que no tenía curvas ni por el frente, ni por atrás, mientras pasaba a su lado por los pasillos de la escuela.

ADIÓS, TABLA DE SURF, decían otros cuando iba por el patio.

DEJEN AL CADÁVER DE LA NOVIA, gritaba burlándose otro que estaba en la entrada.

YA CÁLLENSE BOLA DE PEN*****S\, decía muy molesta la amiga de Enna al ver cómo le afectaban esas frases.

Tranquila, estoy bien, Enna trataba de hacer ver que no le afectaba, pero sus gestos hacían notorio cuánto le afectaba todo lo que le decían..

No es cierto, yo veo en tu rostro como te afecta cuando te gritan esas cosas, Decía su amiga Mara.

Ya déjalo, mejor vámonos, quiero caminar un rato antes de volver a la casa.

Faltando un año para ingresar a la universidad conoció un chico de su salón, era un chico nuevo, a este también le hacían Bullying por ser nuevo y muy delgado, le decían la garrocha por ser muy alto, Jon era un chico que había llegado a esa escuela por un cambio de residencia, a su padre le habían ofrecido la oportunidad de ascender a un puesto mejor pagado, peor debía cambiar de ciudad, lo platico con su familia, que estaba integrada por su madre Clarissa, su hermana menor Julissa, Jon y su padre Jeffrey Bustamante, todos aceptaron el cambio, ya que era casi el doble de ingresos los que obtendría y la empresa les pagaría los primeros meses de renta mientras se establecían y acomodaban, en lo que adquirían una casa dentro de sus posibilidades.

Clarissa tenía muchas amigas, pero le parecía la idea de conocer un nuevo lugar y conocer más gente, además de que seguiría con sus amigas en contacto, gracias a la tecnología. Jon era más reservado, pero, no les tenía miedo a los cambios, por lo que dijo que apoyaba lo que la mayoría decidieran. Así fue como la familia Bustamante llegó a la ciudad donde vivía Enna.

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