IX: ANIVERSARIO

Era el aniversario de Vania y su esposo, cumplían 10 años de casados y quisieron festejarlo con sus amigos, ese día Vania había convencido a todos de que llevarán a sus familias, ahí Enna conoció a Susi, era una hermosa mujer, con un cuerpo bien definido, no parecía haber tenido una hija, la cual también conoció y era muy linda, Enna llevó a su novio, Jon estaba algo incómodo, sentía que lo  veían raro desde que llegaron , él siempre le mandaba regalos al trabajo y los compañeros de Enna lo veían con curiosidad, no solo porque era la primera vez que lo llevaba a una reunión, cuando los demás a veces llevaban a sus parejas, sino por su físico, por cómo se veían juntos, los dos muy delgados, ella muy bajita y él muy alto, eran una pareja que llamaba la atención, Jon quería estar cerca de ella como siempre que salían, pero a ella le daba pena que los vieran cariñosos, por lo que solo se dejaba tomar de la mano y cuando podía le decía que iba con sus compañeras a algo y lo dejaba solo.

Ese día Enna observó mucho a Iván, ella sabía muy bien como era él, no solo había escuchado los rumores de sus compañeros, sino que, en algunas salidas, lo veía pasarse de la raya con alguna de las chicas, en una ocasión al salir del baño donde habían ido a bailar, lo vio en un rincón comiéndose a besos a una chica nueva de ventas y casi haciendo otra cosa ahí, los observo con curiosidad y se preguntaba si lo harían ahí frente a todos, porque poco les faltaba. En otra ocasión lo vio irse con una chica que le dijeron que era una ex compañera de trabajo que también tuvo lo suyo con él en alguna ocasión.

Ella se preguntaba si Jon le hiciera eso, ¿cómo se sentiría?, la chica era hermosa, le daba envidia verla tan bella, deseaba ser como ella de hermosa, al verlos abrazados y él dándole besos en el cuello de vez en cuando o en la boca, se preguntaba cómo sería en la intimidad, debía ser muy experimentado para tener tantas chicas detrás de él deseando una sola noche a su lado, se preguntaba que tenía de especial ese hombre que traía a muchas de cabeza.

Jon se acercó a ella y le dijo que, si estaba bien al verla pensativa, pero con una cara de preocupación, tristeza, no sabía definir que podría pasar por su cabeza para verse extraña. Ella le dijo que estaba bien, solo un poco cansada y quería irse, fueron a despedirse de Vania y su esposo y se marcharon, iban en camino a casa de Enna cuando ella lo detuvo.

Jon, quiero preguntarte, ¿a ti no te dan ganas de estar conmigo en la intimidad?

Claro que me dan ganas, preciosa.

Entonces ¿por qué nunca lo hemos hecho?

Porque se lo prometimos a tus padres y yo te respeto, no quiero faltarte al respeto antes de casarnos, sé lo valioso que es para ustedes llegar virgen al matrimonio como mujeres y lo acepto.

Es que yo sí quiero hacerlo.

¿Qué?

Jon estaba sorprendido, muchas veces se había controlado usando demasiada fuerza de voluntad, no quería faltarle, pero ahora ella lo deseaba y pedía, no sabía porque lo hacía, si alguien le había dicho algo, no sabía si seguir guardando su promesa o dejarse llevar igual que ella lo deseaba. Trato de hacerla saber que no quería que se sintiera presionada, que la amaba y estaba dispuesto a esperar el tiempo que fuera necesario para eso, pero ella insistió en que quería hacerlo ya. Tanto insistir, como era temprano todavía, lo termino convenciendo de llevarla a un lugar donde pudieran hacerlo.

Jon rendido de abstenerse, acepto cumplir lo que ella deseaba y la llevo a un hotel no muy caro cerca de donde ellos estaban, pidió una habitación y la llevo, estaban bastante nerviosos, pero eso no los detuvo, ella fue a la televisión y buscando los canales con puras películas para adultos, puso una película para estimularse ambos y dejara un lado los nervios, fue al jacuzzi y le abrió la llave para que empezara a llenarse colocando los líquidos que estaban a un lado, respirando profundo, regreso a la cama donde estaba Jon sentado viendo las escenas bastante excitado, ella se acercó y lo empezó a besar, primero nerviosamente y poco a poco fue subiendo de tono, hasta que poco a poco los gemidos que provenían de la televisión se empezaron a mezclar con los de ellos, ella se quitó la ropa, quedándose solo en ropa interior y fue al jacuzzi, jalándolo de la mano.

Jon solo la siguió, al verla desnudarse completamente frente a él, hizo lo mismo y aventando su ropa a donde no se mojara entro con ella colocándose detrás para poder abrazarla por la espalda, ella se volteó y lo empezó a besar pegando su cuerpo al de él como si tuviera experiencia, al besarlo se restregaba contra su cuerpo, haciendo que el miembro de Jon no pudiera dejar de desear lo mismo que ella, ella se sentó a horcadas como vio en una película y se dejó sentar sobre el miembro de su novio, al sentir la intromisión pego un grito y se quedaron los dos estáticos, Enna no sabía si seguir o parar, sabía que dolería al inicio, pero ya no podía dejar de sentir lo que veía que las chicas de las películas, así como la chica que vio con Iván y momentos antes a la esposa, que se ponía roja cada vez que él la acariciaba en la pierna o las bubis cuando pensaba que nadie los veía; sin embargo, ella si estaba observándolos.

Poco a poco empezó a moverse y ambos empezaron esa danza con sus cuerpos que pedía más y más, ambos eran inexpertos, pero no necesitaban más que dejarse llevar por lo que su cuerpo les pedía, se sentían en las nubes, él salió con ella y pasándole la toalla la llevo a la cama, donde continuaron, parte imitando lo que veían en la tele, parte lo que sus cuerpos hacía sin ellos saber por qué o cómo, Jon no quería arriesgarse a que ella quedará embarazada, por lo que cuando estaba por salir toda su semilla salió de ella dejando que todo se regará en las sábanas aun lado de ella.

Era la primera experiencia de ambos, no sabían si lo habían hecho bien, pero si sabían que había sido maravilloso, lo deseaba tanto, quería sentirse mujer, amada y que Jon lo hiciera con ella, le hacía pensar que era porque realmente la amaba, Jon por su lado se sentía feliz de que ella lo hiciera con él, la amaba con todas sus fuerzas, pero, por otro lado, se sentía un poco culpable, le había fallado a sus suegros, él había prometido que la respetaría hasta que se casaran, si así lo decidían, ahora como los vería a la cara.

Después de darse un baño y cambiarse, Jon la llevo a su casa, ella iba hablando todo el camino sobre lo maravilloso que había sido para ella y lo feliz que estaba de por fin ser una mujer de verdad. Jon no entendía por qué decía eso, ser mujer no es definido por estar en la intimidad, eso no hace más o menos a una mujer.

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