IV: NOVIAZGO

Jon no le importaba que los demás se burlaran, estaba acostumbrado a escuchar a la gente hablar de los demás y a defenderse si fuera necesario, por lo que ante sus comentarios siempre les regresaba frases que los hacía enojar más, pero a su vez callar.

Ahí va la garrocha, adiós

larguchon.

Adiós, amigo, que tengas buen día también, por cierto, cuidado, acuérdate que a las chicas les gustan los altos, no sea que tus seguidoras desean cambiar de prospecto por alguien único como yo.

Ya quisieras.

No es que quiera, pero es normal ver cómo han dejado de andar tras de ustedes como antes, no se han preguntado porque ya no son tan populares.

………………

Oye amigo está por llover, avísame cuando empiece para poder buscar refugio.

Será un placer, el privilegio de los altos es que somos los primeros en sentir el agua, pero también en ver más lejos y por encima de los que llegaron tarde a la repartición de altura como tu… comprenderás.

¿Qué insinúas?

Nada pequeñin, que tengas buen día, archivederchi, decía caminando mientras hacía la seña con la mano de estar despidiéndose.

………………

Oye que dice el clima por allá arriba, mencionaba un chico en otra ocasión.

Mejor de lo que esperas, digo, es que no creo con tu pequeñez de cerebro, puedas disfrutar de lo hermoso del cielo, del clima ni nada.

Frases así, escuchaba al inicio, pero al darse cuenta los demás que no solo no se enojaba, sino que les daba la vuelta, tornándolo a veces en su contra, dejaron de molestarlo, esa era su manera de mostrarles que no le afectaban con niñerías, él sabía que era una persona como todos los demás jóvenes de la escuela, con cualidades especiales, físicamente diferente, pero tan valioso como todos, su estima era alta, se amaba tal como era, le gustaba fijarse más en sus cualidades como le enseñaron sus padres y no en los defectos, menos los que otros veían como si lo fueran. Cuando llegó a su nueva escuela trato de pasar desapercibido, más que nada para poder hacer una evaluación de su entorno, para saber cómo eran los jóvenes del lugar, no quería sacar una idea errónea de las personas, desafortunadamente se encontró que, así como había personas que eran indiferentes, encontró varios que disfrutaban de molestar y burlarse de los más débiles de la escuela.

Al ver como se burlaban de una jovencita que le pareció muy tierna y frágil, sintió deseos de acercarse a ella para ayudarle a que no les hiciera caso a esos muchachos, ya que solo sacaban sus molestias e inconformidades molestando a otros, le gustaba ver como su amiga la defendía y los mandaba muy lejos con sus comentarios. Poco a poco se fue acercando a ella hasta que un día se dio la oportunidad y viendo que por las carreras se le habían caído unos papeles, los tomo y la alcanzó para entregárselos, ella estaba muy agradecida, se presentó con él y cada vez que se encontraban se saludaban.

Cada que tenía la oportunidad, Jon aprovechaba a preguntarle sobre algo de la escuela, a decirle que como le tocaba de paso si podía irse con ella, porque todavía se le olvidaba el camino y luego daba más vueltas para llegar a su casa. La amistad que surgió entre ellos fue muy bonita. Cuando los chicos querían molestarla, este se les quedaba viendo como diciendo que intentas, que aquí estoy yo para defenderla, así dejaron de molestarla.

Un día mientras iban a su casa, pasaron a un parque, se sentaron en los columpios mientras platicaban de sus clases, amigos y lo que les gustaba, ahí Jon supo que a ella le gustan mucho los peluches y los girasoles, así como todo lo que ella había pasado con sus hermanas de niña y adolescente y como eso le hacía desear tanto cuando fuera grande tener su pareja y disfrutar mucho, pero sin hijos, ella no deseaba ser madre y menos tener que volver a tener niños a quienes cuidar y educar, sentía que con sus hermanas no quería saber nada de eso, Jon no estaba de acuerdo, entendía que la hicieron vivir una etapa su pareja, seguramente iban a desear tener hijos y cambiaría de opinión, pero ella era muy necia en que nunca tendría hijos, porque no lo quería.

Jon no quiso seguir insistiendo en hacerla cambiar de opinión, entendía que su renuencia a ellos estaba marcado por el trauma vivido de tener que actuar como una madre desde muy pequeña. Mejor cambio de tema y le empezó a preguntar que cuando tuviera oportunidad a donde le gustaría viajar, qué lugares le gustaría conocer, la hacía soñar con un hermoso futuro, al lado de un hombre que la amara y viviera por ella y para ella.

La hizo empezar a soñar de forma que los ojos le brillaban y como si estuviera narrando una novela, ella empezó a contarle todo lo que visualizaba en su mente, ella al lado del chico que la amaba, caminando por la tarde mientras se escondía el sol, iban por la orilla de la playa, descalzos, mientras el agua por momentos mojaba sus pies, tomados de la mano, sintiendo el aire en sus rostros, teniendo una sensación de relajación que los hacía sentir como si flotaran al caminar, ella con un vestido veraniego, que le llegaba a la rodilla, de tirantes delgados, el chico con unos pantalones cortos, y una playera fresca. Al final llegaban a unas rocas donde se sentaban a observar el ocaso, con esas bellas nubes ligeramente anaranjadas con algunos brillos saliendo entre las nubes a punto de dejar de verse.

Es muy hermoso, la manera en que lo describes me ha hecho imaginar de tal manera como si hubiera sido transportado a ese lugar de tu mente, tu descripción es tan exacta que me han dado ganas de prometerte…

Prometerme que Jon…

Que cuando seamos más grande, quiero llevarte a ese lugar de tus sueños, te prometo que buscaré un lugar que cumpla con tu descripción y te llevaré, claro, si me lo permites.

Hay Jon, qué cosas dices, dije que me gustaría que fuera con mi novio.

Eso tiene solución, solo basta que aceptes ser mi novia y esa parte estará cubierta.

Deja de jugar conmigo.

No estoy jugando Enna, me gustas mucho y me gustaría ser el que cumpliera cada uno de tus sueños.

¿No estás jugando?, como va a gustarte alguien como yo.

¿Cómo tú?, ¿según tú que es por lo que no podría estar con alguien como tú?

Tú eres alto, guapo, en cambio, yo estoy muy flaca, chaparra y con algo de acné en mi cara.

Pues déjame decirte que yo te veo por lo que eres, y no veo lo que tu vez, yo veo una hermosa mujer, tierna, calmada, con buenos sentimientos, soñadora, lo físico es lo de menos, yo también soy flaco y no por eso soy menos que los demás.

De verdad te gusto como soy.

Así es, entonces ¿aceptas?

Sí, sí acepto, dijo saltando al columpio donde él estaba haciendo que casi cayeran al piso.

Desde ese día empezaron un noviazgo, siendo Enna muy feliz de tener a una persona a su lado, que la aceptaba como era.

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