VIII: TERMINAR

Enna ya llevaba más de un año trabajando, en la empresa hizo varios amigos, Vania la encargada de compras, una mujer de mediana edad, muy cariñosa, protectora con las chicas nuevas, le gustaba socializar, era una mujer que era directa en las cosas que decía y sincera, le gustaba apoyar a las nuevas integrantes de la empresa cuando estas le caían muy bien y Enna fue de esas jóvenes que ella consideraba una amiga, pues era una niña que mostraba ser tranquila, inocente, muy acomedida, dedicada en su trabajo, siempre ponía su mayor empeño en lo que hacía; Enna era auxiliar administrativo y a veces la ayudaba a Vania, a veces a otras áreas, Julissa era la encargada de logística, estaba a cargo de analizar, organizar, mover gente y todo aquello que permitiera que la llegada y salida de los productos que ahí se vendían se hiciera en tiempo y forma, generando el menor costo posible de empacado y transporte; Iván era supervisor, se encargaba de ver que el funcionamiento del Almacén y logística, fueran de acuerdo a los procedimientos y se tuviera el orden que correspondía, para evitar problemas que atrasaran ya fuera la llegada, acomodo o salida de los productos.

También

estaban Criss y Megan, encargados del área de ventas en línea, quienes a veces

requerían su apoyo para cubrir cuando alguno fuera a faltar, ver garantías con

el área correspondiente, llevar la información a sus jefes para poder ver si

era aprobada para alguna promoción o descuento especial por ser una venta con

monto considerable; le enseñaban algunas técnicas para poder crear algunas estrategias

para persuadir a los clientes a adquirir los productos con ellos y así aumentar

sus ventas y lograr algunos reconocimientos o estímulos.

Enna aprendía rápido, por lo que le asignaban por días en las diferentes áreas para ver donde podía desempeñarse mejor, ya que mostraba una facilidad en cada área diferente, por lo que al final la dejaron para desempeñarse en el área de compras con Vania y de vez en cuando apoyaba a Julissa, a Enna se le asignó para encargarse de realizar las cotizaciones de productos especiales, esto es, los que no tenían de línea para poder verificar en cuanto saldría, el costo de entrega, tiempo de llegada, para poder hacer llegar esa información a las personas que correspondían para hacer llegar al cliente ya con la respectiva ganancia. También apoyaba a sacar pedidos de compras a proveedores, estaba pendiente de las promociones de los proveedores para hacer llegar a Vania y está a su vez a su jefe para aprovechar los mejores precios en la mercancía.

Por lo menos dos veces al mes se iban a cenar y divertirse en sábado, así salían de su rutina, se desestresaban y se distraían para no estresarse tanto, Enna se adaptó muy bien al grupo de compañeros de trabajo, aparte del personal con el que convivía en el trabajo, estaban los vendedores y auxiliares del área operativa, que debes en cuando los acompañaban a divertirse, a Enna le empezó a gustar ese ambiente y los acompañaba en cada salida que tenían.

Como le gustaba sentirse integrada, se llevaba bien con todos, se hacían bromas y siempre se reía de lo que le decían, nunca se mostraba molesta si le decían algo fuerte, porque lo tomaba como normal entre compañeros, incluso cuando tomaba con ellos, no faltaba quien se ponía algo intenso y empezaba a tocarla más allá de como lo haría un compañero y ella solo se reía y se movía a un lado, pero no les decía nada.

Oye Enna, nunca traes a tu galán, ¿qué no te gusta mostrarte con él ante nosotros o crees que le vamos a hacer algo?

Hay no como creen, es solo que tiene mucho trabajo y no puede.

¿Pero a esta hora, ni a recogerte?

Es que no quiero molestarlo, termina muy cansando y mejor me voy yo sola.

Eso no es problema, si quieres nosotros te acompañamos, nos toca no muy lejos de nuestro rumbo, dijo Iván.

Hay no quiero ser una molestia, si no puedo tomar un taxi.

No es molestia y no podemos dejar que te vayas sola, es peligroso, eso no es de caballeros, dijo Criss.

Bueno, está bien.

Pues a seguir divirtiéndonos que nos queda mucha noche.

Así fue como Iván empezó a llevar a casa a Enna en las salidas que tenían y a acercarse más a ella, pero como la veía tiernita y chiquita, la veía como una niña y solo quería evitar que fuera a pasarle algo en el camino por irse sola.

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IVÁN

Oye Iván, cuéntame, como te fue ayer con la morrita que me contaste que te ha estado escribiendo, dijo Criss a Iván mientras terminaban su hora del almuerzo.

Pues que te digo, ellas me buscan y quién soy yo para negarles mi compañía.

No te da miedo que tu esposa se entere y te dejé.

Ella no puede dejarme, Susi me ama como a nada, soy lo más importante para ella, y es capaz de perdonarme cualquier cosa, esa mujer no vive sin mí.

No deberías sentirte tan confiado, una mujer que se siente ofendida puede actuar de maneras diferentes y si ella te llega a comprobar algo.

Por eso soy muy cuidadoso, nunca ha sabido nada y cuando ha sospechado, basta consentirla un poco más de lo normal y darle una buena revolcada en la cama y la tengo contenta y se olvida de todo.

Iván es un chico que le gusta sentirse importante ante las mujeres, ha conocido a varias chicas que no les importa que este casado y con una hija, lo buscan y no deseando algo estable, se le meten por los ojos hasta que les da lo que tanto les gusta, una tarde de pasión y lujuria y si te vuelvo a ver ni me acuerdo, hasta ese momento nunca le ha tocado estar con una mujer conflictiva, una que le haga tener problemas que le hagan jalarse el cabello.

Una ocasión comentó que debía viajar por trabajo, al regresar a casa no se percató que su ropa olía a perfume de mujer, por lo que al percatarse Susi del aroma le reclamo, pero Iván le empezó a decir palabras dulces, como, tú eres la mujer más hermosa del mundo, un mujerón que no solo tengo la dicha de tener para mí en mi casa, en mi cama, eres puro fuego, contigo no me hace falta nada, para qué buscaría afuera lo que no me hace falta, a ti te amo, tú eres la mujer de mi vida, sin ti mi vida no valdría, crees que me arriesgaría a perderte por una tontería, aunado a ello el acariciarle el brazo, luego la mejilla, hasta que la tenía entre sus brazos, forcejando al inicio pero dejándose llevar al final.

Susi le hacía pensar que le creía, pero siempre había una espinita que le hacía sentir que no era cierto y algo pasaba, por lo que en algún momento se vio tentada a revisar sus cosas y teléfono para ver si encontraba algo, pero nunca encontró nada. Después de una temporada pensó que solo estaba viendo cosas que no existían y dejó de darle importancia a sus sospechas.

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