Desición

John asintió al asistente y me tendió la mano.

"Vamos".

Con ligereza lo evadí, pero esperé para que me dirigiera el camino.

"Si".

John la observó, fue fácil saberlo.

Ella ya recordaba.

En ese momento solo pudo sentirse ansioso.

Con una distancia considerable llegamos al palacio imperial.

No estaba lejos, ya que la sala de juicios estaba en el mismo palacio para que si se llega a un conflicto el emperador tomé el control.

Al llegar al lugar el emperador estaba sentando en su trono viendo unos documentos que le habían llegado.

Nos miró.

"Saludos al sol del imperio, su majestad el emperador".

Los dos saludamos y el emperador solo hizo un gesto.

"Es un placer verla, dama Narciso".

"No, mejor dicho ahora que su familia ha sido condenada usted es la única que puede tener el control del condado".

"Así que...".

El emperador no terminó su frase y eso fue porque el duque lo miro con sorpresa.

"¿Cómo?".

Pregunto John.

"Es normal que ella pueda tomar el condado del que pertenece, es una mujer divorciada".

Dijo el emperador.

"Pero, Mireya...".

El duque quería decir que ella no se irá de su lado de nuevo.

El emperador me observó fijamente y no pude tragar saliva.

Después sentí la mirada de John.

"¿Puedo ser condesa?".

Pregunté al emperador que asintió con la cabeza.

"Usted es quien sigue en la línea, he mandado un comunicado al periódico y a todos donde limpia su nombre, es un regalo pro haber regresado sana y salva".

"También puedo decir que puede elegir, puede quedarse y casarse de nuevo con su exmarido o ser la dueña de su casa".

Dijo el emperador.

"Bueno también existe que se pueda casar con alguien y hacerlo conde, es una persona soltera ahora".

"..."

Miré entre John y el emperador.

¿Condesa?.

No había más familiares y si no aceptaba se perdería el apellido.

Es lo que tengo.

John tenía una expresión pesada.

Unos ojos a punto de llorar.

"Acepto el condado".

Dije, el emperador y John se quedaron en silencio.

"Bien".

Hizo una señal para que un pergamino llegará.

"Este es el título".

"Espero que la nueva condesa de Narciso haga un buen trabajo".

El emperador dijo y volteo a ver al duque derrotado.

"Son las consecuencias de las acciones".

Dijo el emperador al duque.

La humillación y la falta de confianza no había forma que ella pudiera regresar.

El duque asintió y miró a quien es su amor.

Queriendo decir felicidades, solo no pudo.

Con el nudo en la garganta solo sé que o mirándola con una expresión triste y una sonrisa forzada.

"Bien, entonces pueden irse".

Con eso el emperador se levantó de su trono y salió de la sala.

Tomé camino hacia la salida.

"Mireya".

Dijo John.

Voltee a ver a John.

"Gracias por salvarme, gracias por curarme".

"¿Puedo ir contigo por mis cosas para después irme al condado?".

Pregunté y él asintió.

"Sabes que si".

"Haré lo que sea".

Con un sentimiento amargo empezaron a dirigirse a dónde se encontraba su carruaje.

"Yo, en estos casos cinco años era la mujer más feliz, sentía que tenía mi vivieron felices para siempre".

Dije con amargura.

"Pero desde ayer y hoy solo he pensado en como se tornaron las cosas, no me siento preparada para volver a tu lado".

"Todo nuestro matrimonio termino ese día del banquete".

"Esa felicidad termino".

John que la miraba con tristeza, también lo sabía.

"Si te hubiera enfrentado primero, solo tú y yo tal vez hubiera sido diferente".

Los dos ahora estaba dolidos.

Una sensación de ¿cómo poder superar todo esto?.

Mientras el carruaje avanzaba a la mansión del ducado se formó un aire silencioso y triste.

John que quería decir algo no pudo.

"¿Puedo visitarte ocasionalmente?".

Pregunto con timidez.

"Si".

Respondí también igual.

Al llegar a la mansión Marla y Sally estaban esperando.

Me acerqué a Marla con una sonrisa y le dije.

"He obtenido el condado de mi familia, ¿quieres venir conmigo?".

Al preguntar Sally dijo.

"Yo voy".

Eso hizo que sonriera y asintiera.

"Claro, Sally".

"Angie estará por esa zona ahora que lo recuerdo".

Los ojos de Sally se abrieron y dijo.

"La dama recuerda, a no si tuvo un condado ahora es ¿la condesa Narciso?".

Asentí con una sonrisa en el rostro.

"Entonces nos mudaremos".

John que aún no había entrado estaba a lado del mayordomo que tenía los ojos abiertos.

El mayordomo miró a su maestro que tenía una expresión triste.

¿No lo acepto de nuevo?.

"¿Cuándo?".

Marla pregunto.

"Creo que hoy prepararemos mis cosas y mañana partiremos".

Voltee a ver a John que no dijo nada, pero hizo un asentimiento en su cabeza.

"¿Cenamos?"

Pregunto John.

"De acuerdo".

Respondí mientras me dirigía a mi habitación.

John miraba como subía la escalera y el mayordomo lo observó.

"¿Necesita ayuda?, maestro".

Pregunto el mayordomo.

"¿Puedes regresar el tiempo para que no sea un imbécil que arruinó su vida perfecta?".

"Ella ya decidió, decidió que no vale la pena un hombre como yo".

El mayordomo lo miro.

"¿Por qué no empezar desde cero?".

Le pregunto a su maestro que se quedó parado.

Hasta ahora no había dicho nada y solo observó.

Pero ver por más tiempo miserable a su maestro es algo que ya no quería ver.

"Puede volver a forjar lo que se rompió".

"Aunque no se sabe si funcionará, pero ¿por qué no decir al menos lo intente?".

Se quedó quieto mirando al mayordomo y volvió su mirada al cuarto ahora cerrado.

......................

En la cena.

Los dos estábamos sin mucha comunicación.

Aunque la anterior cena fue armoniosa ahora todo era caótico.

Aún no había recuperado mis recuerdos en ese momento.

John traía puesta ropa que me gustaba.

Hacía que sus atributos de hombre fueran marcados.

No pude evitar verlo.

Pero después voltee a ver mi plato evitandolo.

"Se tiene que hacer nuevas inversiones al condado, ¿no necesitarás ayuda?".

John comento sobre el estado del condado.

Aunque el condado es bueno, no pude evitar suspirar internamente.

Solo de pensar que hay mucho trabajo hacia que me cansada antes de empezar.

"No lo sé, tendré que revisar todo mañana".

"Pero espero aún tener a amigos con los que puedan invertir".

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