No es ella

El duque Adonis llegó al palacio imperial.

La audiencia del duque y el emperador se llevó en la sala de audiencias.

"Vaya sucesos".

Dijo el emperador después de que el duque le explicará lo que pasó con Mireya.

"¿Qué planeas hacer, duque?".

Pregunto el emperador mirando al duque Adonis.

El heredero Adonis.

Un hombre bueno en la esgrima y en la magia.

Su especialidad es el trueno.

De vista no muestra debilidad a excepción de una persona y esa era Mireya Narciso.

Desde que se casó con ella siempre brillaba en lo que hacía.

Cualquier encargó incluso lo hacía de manera eficiente y rápida solo por una razón.

Ella.

Miró al duque que ha encontrado una verdad.

"Lo ayudaré, pero el divorcio está hecho".

"Tendría que casarse con ella de nuevo".

Dijo el emperador.

Los documentos legales habían sido aprobados y eran del conocimiento público.

Decir que es mentira que esos documentos existen no sería lo ideal.

"Trae a los culpables y haremos que hablen frente a todos".

"Es la forma de limpiar el nombre de la dama".

Con esas palabras el duque asintió.

"Gracias su majestad".

......................

La propiedad dél duque era extenso.

Con Sally guiando y platicando con lo que solía hacer todos los días.

Marla estaba sorprendida en la propiedad al igual que yo.

"¿En serio era normal para mí?".

Sally asintió y fue cuando miré él jardín de rosas.

"El jardín fue hecho por el duque para usted, fue su regalo por haber llegado a la familia".

Fue cuando de momento sentí un leve dolor en la cabeza.

El vago recuerdo de ese hombre que con una sonrisa me llevaba de la mano y me mostraba todo el jardín.

El jardín tenía su propio kiosco en el centro y estaba destinado para que yo disfrutará de una buena tarde.

"..."

"¿Pasa algo Mireya?".

Marla pregunto y asentí.

"Sigamos".

Dije mientras Sally seguía con el recorrido.

Solo el jardín me había traído ese recuerdo.

Recorrimos toda la propiedad en dos días y solo eso me había traído recuerdo.

"Mireya".

A lo lejos escuché la voz del duque.

Lo mire y salude.

"Bienvenido, duque".

Su rostro mostró tristeza pero después hablo.

"Quisiera que vengas a ver al sujeto, es posible que lo conozcas".

Dijo mientras estiraba la mano.

"¿Sujeto?".

Pregunté, pero después me di cuenta que hablaba del tipo en el vídeo.

"¿Puedo llevar a Marla?".

Pregunté evitando su mano que se quedó en el aire.

"Si".

Respondió alejando su mano con resignación.

Su plan era fácil.

Hacer que se enamore de él de nuevo.

En la academia así fue.

Él la había conquistado.

La había buscado y enamorado.

"Entonces, Madam".

"Vayamos".

Con un gesto elegante señaló el camino.

Asentí asombrada al verlo de esa forma.

Camine hacia donde me dirigía a un lado mío y Marla apareció detrás de mí con un caballero.

Llegamos al calabozo y un hombre de cabello castaño y ojos azules estaba frente a mí.

Con un gesto el duque hizo que me detuviera y hablo directo al hombre.

"Es hora que pagues".

El hombre miró a los alrededores y vio a Mireya.

"Te pareces a Mireya, ¿eres su familiar?".

Pregunto.

"¿Eh?".

Jadee y miré al tipo.

"¿No son familia?".

"Tienes sus ojos y su cabello, pero tiene una cicatriz en el lado del oído".

Señalando la oreja.

El duque miró al tipo con ojos fríos.

"Tiene una marca".

"Con el collar de disfraz es posible que haya usado eso".

Murmuró viendo lo tonto que fue.

Había sido totalmente un idiota ciego.

"¿Él fue con quién se supone engañaste?".

Pregunto Marla mirándolo.

"Está más bueno el duque".

Murmuró pero todos escucharon.

Me reí por como lo había dicho y voltee a ver a ambos.

El rostro del duque abrió los ojos en par y se quedó mirándola como juzgaba.

El capitán del ducado sonrió negando con la cabeza y después miro a Marla con curiosidad.

"Si".

Le murmuré a Mireya con asentimiento, la belleza del duque era más grande que el del hombre en la cárcel.

El duque se volteó a otro lado con una sonrisa feliz.

"Solo quería mostrarte a este tipo, irá al palacio para recibir la pena de su delito".

Dijo divertido.

"Ahora, salgamos".

"Tengo que hablarte de otra cosa".

Dijo y él viendo de reojo al capitán, él entendió para que se prepare al acusado para ser llevado al palacio imperial.

Al llegar al jardín fue cuando el duque hablo.

"Tu familia".

"La madrastra y tu media hermana".

Dijo el duque.

"Ellas deben de pagar".

"Lo siento".

"Pero quisiera que vayas conmigo".

Con una mueca incómoda dijo.

"Tu vida con tu familia jamás fue buena".

"Pero mejoraba con tu padre y creí que al menos te daría un lugar".

"Maldición".

En voz baja lo menciono, fue ciego, equivocación tras equivocación.

¿Cómo iba a esperar que ellos cuidaran de ella?.

Si nunca se preocuparon de ella, ¿cómo lo iban a hacer ahora?.

Suspiro pesadamente y miró a Mireya que lo veía sin saber cómo reaccionar.

"¿Cuándo iremos?".

Pregunté al verlo que estaba en sus pensamientos, su rostro tenía varios pensamientos complicados.

Si eso hacía que recuperara la memoria sería lo ideal.

Sería bueno saber y no andar en pasos pesados y poder enfrentarlo como tal.

"Mañana".

"A primera hora, por lo mientras".

"Mireya, ¿te gustaría cenar conmigo?".

Pregunto el duque después de sacudir su cabeza.

"..."

"Había quedado cenar con Marla".

Mencione y asintió con decepción.

"No te preocupes por mí, ve y cena con el duque".

"Además, ¿cómo negarte con el anfitrión?".

Marla que todo el tiempo estaba de espectadora dijo.

El duque sonrió.

"Bien, entonces te veo en la cena".

Con una sonrisa se despidió.

"Un hombre que se arrepiente, si lo vemos de esta forma, los dos son víctimas".

"Su corazón se rompió por este conflicto, salió lo peor de él por el despecho y después todo lo que creyó que pasó fue un error".

"Ahora busca cómo solucionar lo que hizo, pero cuando recuperes la memoria, ¿qué harás?".

"¿Lo perdonarás?".

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