¿Quién soy?

Cuando abri los ojos mire un techo de madera.

Estaba acostada en una gran cama y solo pude ver el techo, fue cuando vi a una mujer aparecer en mi rango de vista.

“¿Estas bien?”.

Pregunto mirándome al ver que había despertado, la mujer de cabello negro y sus ojos cafés con piel algo morena me miraron con preocupación.

Asentí con mi cabeza, pero por alguna razón no podía decir algo.

Cuando intenté enderezarme termine cayendo de nuevo, sentia que todo me daba vueltas.

Todo mi cuerpo se sentia tan pesado.

No sabia si podia pararme pero la mujer frente a mi solo nego con la cabeza.

“Estás muy malherida”.

"No hagas eso y mantente acostada hasta que puedas calmarte".

Ella lo dijo mirando que no había mucho que pudiera hacer para ayudarme.

Si tuviera dinero le daría una poción de recuperación, pero esas cosas valen mucho dinero.

Así que lo único que podía hacer es estar acostada hasta que pueda tener fuerzas.

“¿Sabes que paso?”.

Ella pregunto mirando y acercando un poco de agua para darme.

Fue cuando me quede en blanco.

“...”

El shock fue evidente y la mujer volvió a preguntar.

“¿Sabes quien eres?”.

No supe responder.

No recordaba nada y cuando empece a intentar recordar me empezó a dolor tan fuerte la cabeza.

Sostuve las manos en mi cabeza.

Para intentar calmarlo pero entre más intentaba pensar en quien era más me dolía.

“¿Duele mucho?”.

Volvió a preguntar y asentí.

Ella hizo un gesto de ¿qué puedo hacer para ayudarte?.

Pero no había mucho que pudiera hacer en esta condición.

Solo mirar.

El doctor ya había venido a revisarla así que solo queda que el mismo doctor venga al otro día.

“Me parece que has perdido la memoria”.

“No se si es temporal, espero que sea temporal”.

La mujer dijo con una mirada de esto será un gran problema.

"Mañana vendrá el doctor así que solo espera hasta entonces".

Dijo la mujer que después se le ocurrió algo.

“Traere algo para darte de comer”.

Dijo para salir de la habitacion sin poder decir algo.

¿Que es esto?.

No pude evitar preguntarme.

¿Quien soy?.

No recordaba nada.

Sin embargo, cuando dejé de intentar pensar dejo de dolerme la cabeza.

La sensación pulsante seguía en mi cabeza.

Pero ya era más leve.

La señora regresó con un poco de sopa caliente y con su ayuda logré enderezarme con dificultad.

"Gracias".

Le dije con palabras apenas entendibles

"Te encontré en las orillas del río, no sé cómo sobreviviste a eso, pero realmente estás lastimada de todo".

"Tardarás al menos un mes para recuperarte".

Me quedé en shock al escucharla.

"Estabas tan mojada y apenas con vida, llevas tres días sin despertar, no sé cómo es que vives".

Dijo sinceramente.

¿Acantilado?.

¿Río?.

Al escucharlo da la sensación de que es un milagro absoluto al haber sobrevivido.

Miré la sopa y con mi mano busqué la manera de tomarla, pero vi las muñecas todas heridas.

Parecía que estaba amarrada.

Vi las dos muñecas con una expresión de desconcierto.

La mujer me observó sin decir nada.

Trajo un espejo que tenía en la pared y fue cuando miré mi rostro.

Estaba con raspaduras de muchos lados de la cara.

Fue cuando me vi.

Unos ojos azules y un cabello café rojizo.

Tenía una mirada algo distante por alguna razón.

No sabía que esa era yo.

La mujer alejó el espejo y fue cuando volvió recordó que no se había presentado.

"Mi nombre es Marla".

Dijo presentándose, hasta ahora no sabía su nombre.

“Vivo sola, bueno ahora estas tu así que somos dos por el momento”.

“Puedes quedarte hasta que te recuperes”.

Con esas palabras se mostró confiada.

"¿En serio puedo quedarme?".

Pregunté mirándola con expresión complicada.

No conocía a esa mujer y todo esto da la impresión de que es la primera vez que la veo.

“Gracias”.

Miré mi estado y me pregunté ¿que puedo hacer?.

En las condiciones que estaba no había nada que pudiera hacer.

"¿Cómo puedo retribuir a tu ayuda?".

Pregunte, tenía que preguntar.

"Cuando te recuperes veremos en qué me ayudas, mientras recupérate y vuelve a ponerte de pie".

Con esas palabras Marla empezó a cuidar de mí.

Al mes empecé a caminar de nuevo, aunque sea un poco y con algo de dificultad.

"Bueno, no te ves atlética, no eres buena en la magia y tampoco se ve que tengas alguna habilidad".

Marla la miró y no vio mucho en ella.

"Vaya que realmente eres inútil".

La miré con pesadez, ella tenía razón.

Ella resoplo.

¿Qué se supone que hacía?.

Se preguntó mirando sus manos que parecían nunca haber trabajado.

"Ten".

Marla le dio un cuchillo.

"Te enseñaré a cocinar para que puedas ayudarme".

Asenti con mi cabeza a las palabras de ella.

"Cuando te encontré tenías la misma ropa que traes".

"Una ropa normal, pero no te ves como una mujer común y corriente, aunque no recuerdes quien eres tu cuerpo hace sus funciones como fue entrenado".

"Así que eso es lo que veo, una mujer que ha de ver ha sido adinerada porque muestras elegancia incluso con la ropa que traes y la forma en la que estás sentada".

Dijo Marla al ver la postura de como estaba sentada.

"No tengo idea".

Respondí con un rostro pesado.

Según yo estoy sentada con normalidad.

Pero a la vista de ella era diferente.

Cada vez que intentaba pensar le dolía horriblemente la cabeza así que mejor lo dejaba de lado.

No había razón para que pensara en ello.

Eventualmente, sus recuerdos regresarán, ¿no?.

Tomo el cuchillo e intento pelar la papa que tenía frente a ella.

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