Engaño y traición

Los días siguientes estuve bien, con los nuevos inhibidores me sentía seguro, podía salir a la calle sin miedo, aunque de por sí no era mucho de salir.

No pasaron muchos días desde que había encontrado mi inhibidor ideal, cuando recibí una llamada de Alan. La llamada me había sorprendido, pensé que finalmente me había perdonado así que contesté. Se escuchaba algo raro pero me habló con normalidad dentro de todo, me había dicho que fuera a su casa a beber, que me pediría perdón por haber exagerado la otra vez.

Me cambie de ropa y me preparé para salir, no estaba tan lejos la casa de Alan, solo debía tomar un autobús. Después de un rato llegué a la casa de él y toqué el timbre, algo ansioso, aún temía que estuviera molesto conmigo.

Alan me abrió la puerta y me invitó a pasar, llevándome a su habitación, no me extrañó pues cuando íbamos con Lyle siempre nos la pasábamos ahí, aunque era extraño que no haya invitado a el beta, pues ya había regresado de su viaje familiar. Cuando entré a la habitación de Alan, sentí su aroma por todas partes, pensé que era normal pues la última vez que estuve ahí todavía era un beta. Me senté sobre la cama de Alan y lo miré algo incómodo, el rostro del alfa parecía muy serio.

-Lo siento por cómo te traté... Fui un imbécil.- Sonrió algo apenado y se sentó a mi lado.

-Un poco, pero me lo merecía en parte.- Sonreí incómodo.

-No... no te merecías eso.- Alan tomó mi mano, cosa que me extrañó, al mismo tiempo comencé a sentir su aroma aún mas fuerte.

-Ya pasó.- Dije apartando mi mano, confundido.

-Debo decirte algo.- Dijo directamente.

-¿Qué pasó?- Lo miré con confusión.

-La verdad ese día no sólo queria decirte que sabía eras un omega, pero me molesté tanto cuando me enteré de que otro alfa te había tocado que ni pude pensar en decirte lo otro.- Alan habló rápido, como si estuviera desesperado.

-¿Y qué es lo otro?- Alcé una ceja, cuestionándolo.

-Me gustas... desde hace mucho, y cuando supe que te habías vuelto omega estaba muy feliz, pero a la vez muy molesto, porque significaba que fue culpa del novio de Ellie que te hayas vuelto así.- Echó su cabello hacía atrás, parecía estar algo agitado.

-¿Cómo sabes tanto?- Ni siquiera pensé en que se acababa de declarar, sólo no entendía como sabía que fue culpa de Lucas que me hay vuelto un omega.

-Simple deducción.- Respondió.

-Ah...- No me sentí conforme con la respuesta de Alan.

-Einar, sé mi novio.- Tomó ambas de mis manos y me miró esperanzado.

-Eh... no, Alan, no quiero.- Ni siquiera pude mirarlo a los ojos.

-¿Por qué?¿Es por ese alfa?- El aroma de Alan se volvió asfixiante y se notaba molesto.

-No, él no tiene nada que ver, deja de meterlo en esto.- Dije ya frustrado de que siguiera metiendo a Lucas en todo y aparté mis manos.

Alan me empujó contra la cama y se puso sobre mí, inclinándose para besar mi cuello de manera brusca.

-Claro que se trata de él, todo se ha tratado de él desde que se apareció de la nada...- Sostuvo mis muñecas con su mano y con la otra comenzó a levantar mi camisa. -Me imagino que ya debes saber qué sigue, seguramente él te lo enseñó.-

-Alan... Alan por favor... para...- Me sentía débil, era asfixiante como si estuviera siendo drogado por las feromonas de Alan.

-Einar, eres un omega y yo soy un alfa, es parte de tu naturaleza querer esto.- Comenzó a besar mi pecho. -Yo te conozco mejor, te conozco hace años... te he observado, sé qué te gusta y qué no.-

Su mano comenzó a bajar hacía mi entrepierna, colándose debajo de mi ropa. Gemí e intenté patalear un poco para zafarme del agarre de Alan pero él era mucho mas fuerte. Él siguió tocándome, no se sentía bien, me sentía asqueado, quería vomitar, ¿por qué tenía que pasar por esto de nuevo?¿Por qué mi mejor amigo me hacía esto? No tenía nada de sentido. Me sentí en un trance mientras Alan seguía tocándome, como si me hubiera disociado, si pensaba en golpearlo todo mi cuerpo se sentía con un leve hormigueo como si me dijera que no sería capaz de golpear a nadie, pero no podía dejar las cosas así. Alan me dio vuelta y comenzó a intentar bajar mis pantalones, pero en un momento de valor, juntando todas mis fuerzas patée su entrepierna, haciendo que este se apartara adolorido. Me arrastré abajo de la cama y subí mi ropa. Me sentía tan mal, estaba mareado pero hice lo posible por salir de la habitación. Cuando iba por la escalera, Alan me empezó a seguir, al parecer el dolor de la patada que le habia dado empezaba a ser soportable y no tenía intención de dejarme escapar, pero eso no me detuvo, seguí corriendo hasta la calle, ni siquiera sabía a donde iba, sólo corría y corría, esperando alejarme lo suficiente.

Cuando estuve seguro, me senté en una banca, mi teléfono comenzó a sonar, era Alan pero obviamente no contesté y preferí bloquearlo de todas partes.

Intenté calmarme pero no podía, tenía demasiada ansiedad y mis manos temblaban, pensaba que tal vez si no hubiera encontrado el inhibidor con la ayuda de Lucas, Alan hubiera logrado violarme. Tal vez Alan estaba en su celo y por eso se comportó así, pero eso no lo justificaba, él me llamo sabiendo lo que haría, o lo que intentaría hacer.

Muchas preguntas pasaban por mi cabeza y no le podía encontrar sentido a nada, quería regresar a casa pero me daba miedo volver solo, la verdad es que solo quería desaparecer o dejar de ser un omega, mi vida se había vuelto una mierda, odiaba tener que pasar por esto de nuevo y me angustiaba demasiado la posibilidad de que me podría volver a pasar.

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