Pedido de ayuda

Después de aquella llamada con Alan, él no me volvió a hablar o escribir directamente, exceptuando por el grupo que teníamos con Lyle, yo simplemente lo dejé pasar porque me seguía sintiendo culpable y sentía que me lo merecía.

Los días pasaban y de vez en cuando veía a Lucas por nuestra casa, como siempre, se quedaba a cenar, pero había algo que me seguía inquietando desde que tuve esa llamada con Alan, él me había dicho que los inhibidores no estaban funcionando, así que tomé la decisión de volver a hablarle a Lucas para pedirle ayuda con eso, ya que era el único alfa que conocía aparte de Alan, y Alan definitivamente no era una opción pues seguía molesto conmigo.

Esperé el momento perfecto para poder hablar con Lucas, hasta que llegó, Ellie había dicho que se iría a duchar y eso era bueno, ya que todos sabían que ella se demoraba demasiado en el baño, ya sea haciendo su skincare, cuidando su cabello o de por si solo bañándose.

-Oye.- Le dije a Lucas, estaba incómodo pero era necesario.

Él me miró extrañado y era entendible, durante todos esos días yo había hecho lo imposible por ignorarlo y evitar todo contacto con él, y si llegábamos a hablar, yo era cortante, frío y descortés con él, así wue comprendía su confusión, seguramente pensaba que yo era alguien con un comportamiento muy contradictorio.

-¿Me hablas a mí?- Lucas parecía no creer que le estuviera hablando a él.

-Sí, ven.- Dije directamen y me fui a la sala de estar, ya que no quería que mis padres me escucharan.

Lucas me siguió, todavía no podía creer que le había dirigido la palabra primero y por voluntad propia, eso me había causado algo de gracia, su expresión de confusión era divertida e incluso algo adorable.

-Necesito tu ayuda.- Dije serio.

-Uhm... sí, ¿qué pasa?- Titubeó un poco al responderme.

-Mis inhibidores no estan funcionando, ¿verdad?- Me mostré cabizbajo, la idea en sí me daba mucha ansiedad ya que me sentía constantemente en peligro.

-Bueno, no del todo, inhiben tu celo y un poco tu susceptibilidad a las feromonas, pero tu aroma se sigue sintiendo, y aunque uno pueda controlar sus feromonas, necesita estar consciente de ello y es difícil estar siempre consciente de eso.- Señaló de manera tranquila, me sentía un poco mal de que aún después de todo lo que pasó, él seguía tratándome bien, era injusto para él.

-Ah, el médico me dijo algo así.- Recordé aquel día cuando me enteré de mi casta, qué mal recuerdo.

-Bueno es normal no encontrar enseguida un inhibidor que te funcione en totalidad.- Su sonrisa era tranquilizante, parecía sonreírme así con esa intención porque notaba mi ansiedad.

-Bueno, necesito encontrar ese inhibidor, urgentemente.- Miré hacia un lado, tratando de no distraerme con el rostro de Lucas, eran difícil no tentarse a mirarlo directamente.

-¿Y cómo se supone que te voy a ayudar?- Alzó una ceja todavía incrédulo.

-Compraré muchos inhibidores distintos, y tú me dirás si funcionan o no.- Mencioné, jugando nervioso con mis manos.

-No es buena idea, los inhibidores tardan cerca de media hora en hacer efecto y podrías tener una sobredosis.- Frunció el ceño con preocupación, negando con la cabeza.

-Pero no tomaré todos el mismo día, no tengo tanto dinero como para gastarlo así. Primero probaré con unos tres, total ya puedo descartar el que estoy usando ahora.- Traté de convencerlo de que todo estaría bien, aunque realmente ni yo lo sabía si lo estaría pero era el único plan que tenía en mente.

-Bueno, podría servir.- Parecía haberse conformado con mi respuesta, al menos en parte.

Después y durante todos esos días, Lucas me ayudaba diciéndome si sentía o no mi aroma cada vez que Ellie nos dejaba solos, aunque eso no duró mucho, ya que ella notó lo cercanos que estábamos siendo, yo no supe cómo justificarme porque en todo este tiempo a los ojos de mi familia yo mostraba disgusto por el alfa y era extraño que de pronto quisiera o fuera cercano a él, pero Lucas me salvó el pellejo diciendo que se había descargado un nuevo juego, y que me preguntaba a mí cosas sobre este supuesto videojuego. Mi hermana ni se molestó en preguntar de que trataba este supuesto videojuego, definitivamente no le interesaba así que nos dejó en paz hablando de eso.

Una tarde como cualquier otra, Ellie nos había dejado solos y yo ya había tomado un inhibidor hace unos cuarenta minutos o más, así que como siempre le pregunté a Lucas si funcionaba.

-Parece que sí funciona, ya no siento nada.- Sonrió como siempre.

-¿Estás seguro?- Pregunté ansioso.

-Mmm... déjame asegurarme.- Lucas se inclinó hacia mí y se acercó a mi cuello, oliendo este, lo cual me alarmó, no pensé que esa sería su manera de asegurarse. -Sí, definitivamente funciona.- Sonrió con inocencia, volviendo a donde estaba.

-Ah... qué bueno, por fin.- Reí nervioso y rasqué mi cuello, donde Lucas había estado. Estuvo tan cerca que juré poder sentir sus labios un momento.

-Es una lástima, estaba disfrutando sentir tu aroma todos estos días.- Dijo como si estuviera bromeando, pero en el fondo ambos sabíamos que no era una broma.

-No seas idiota, gracias igual, ya no te pediré nada más.- Miré hacia un lado para no tener que verle, estaba avergonzado y sentía mis mejillas calientes, seguramente estaban sonrojadas.

-No me molestaría si me pides algo más.- Su sonrisa era tan inocente, de verdad era convincente.

-A mí sí me molestaría, odio deber cosas, y ya te debo demasiado.- Fruncí un poco mis labios.

-No me debes nada, lo que he hecho ha sido porque quiero y ha sido sin querer algo a cambio.- Aclaró con una voz tan tranquila.

Luego de eso llegó Ellie, y volví a ser distante con Lucas, el sonreía con decepción de mi actitud, parecía que iba a extrañar que lo necesitara, pero no sería así, yo ya podía sentirme seguro al tener un inhibidor que funcionaba, ya no necesitaba ocultarme en casa.

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