El desahogo con un poco de alchol

Terminé mi cerveza e inmediatamente tomé otra, abriéndola y bebiendo de a grandes sorbos. Lucas me miraba con preocupación pero me daba igual, quería dejar de sentirme mal, quería olvidar todo lo que había pasado, enterrar todos esos malos sentimientos con mucho alcohol.

-Oye... Einar, ¿estás bien?- Preguntó, no muy seguro de sus palabras.

-¿Te parece que estoy bien?- Lo mire algo ofendido, claramente no estaría bien después de lo que me había pasado.

-No es lo que quería decir, o sea... ¿necesitas algo?- Dijo con duda, claramente no sabía cómo comportarse en una situación así, bueno, nadie sabría.

-Matar a Alan, a todos los alfas o dejar de ser un omega...- Respondí con molestia, sentía mucho odio en el momento que dije esas palabras.

-Supongo que lo merecemos.- Sonrió incómodo, con decepción m

-Nah... tú no te lo mereces, eres al único alfa que no mataría.- Agaché la cabeza, algo avergonzado, pero era lo que de verdad pensaba, no lo odiaba, era lo peor y lo mejor al mismo tiempo.

-¿Gracias?- Rió un poco.

-Tú no me violarías... ¿no? Incluso cuando me tocaste, nunca fuiste irracional... yo sé que sólo querías ayudarme, nunca me forzaste a nada.- Dije angustiado, mis ojos estaban llorosos de nuevo, intentaba buscarle un sentido a las cosas.

-Creo que soy alguien bastante racional, jamás te haría daño.- Su mirada demostraba que sentía pena por mí.

-Es que todo se ha vuelto tan horrible, primero ese tipo en Cannes, ahora mi mejor amigo...- Había comenzado a llorar y no podía parar.

-Ey, está bien...- Lucas se acercó a mi y limpió mis lágrimas con una servilleta.

-No está bien, tengo miedo, tengo mucho miedo de tantas cosas.- Le miré, apartando la servilleta y tirándola al piso, no quería compasión en ese momento.

-Sé que tienes miedo Einar, yo también lo tendría... pero puedes contar conmigo al menos.- Lucas sonrió consolándome.

-Tú jamás lo entenderías...- Dije aún con molestia.

-No lo entendería, pero me importas y la preocupación que siento por ti me hace empatizar con lo que sientes.- Se explicó de manera tranquila.

El alfa me rodeó con su brazo y me acercó a él, liberó sus feromonas con la intención de tranquilizarme y funcionaba, me sentía protegido estando a su lado, quería estar para siempre así, era como aquella vez en la playa.

-Ellie tiene mucha suerte de tenerte en su vida...- Me dejé abrazar.

-Yo tengo suerte de tenerla en mi vida, también tengo suerte de que tu hayas venido incluido.- Bromeó un poco y acarició mi hombro.

-No, yo te trato mal, a menos que seas masoquista, no creo que sea suerte tenerme en tu vida.- Dije desanimado.

-¿Por qué no? Me agrada tenerte cerca, es divertido.- Su sonrisa era tan cálida como siempre.

-¿Soy un payaso?- Alcé una ceja, fingiendo que me había ofendido.

-No, me refiero a que eres lindo.- Sus ojos se encontraron con los míos.

-¿Te parezco lindo?- Mis ojos mostraron ilusión.

-Sí...- Dijo con timidez.

-Bueno, debe ser porque soy igual a mi hermana, solo que...- Me detuve algo pensativo.

-¿Sólo que...?- Me miró con duda.

-Tengo un pene.- Reí un poco y bebí nuevamente.

-Ah bueno, sí, tienes razón.- Rió también.

Seguí conversando con él, hablaba cosas sin importancia o sin sentido, tanto así que ni me di cuenta de que había olvidado durante todo ese rato todo lo malo que había pasado, me sentía a gusto conversando con Lucas, sin quererlo él se había vuelto mi espacio seguro.

No supe cuanto rato había pasado, pero ya estaba bastante ebrio y me sentía bien, quería seguir, beber más y más si es que eso hacía que el momento durara por siempre y mantendría a Lucas a mi lado.

-Lucaaas.- Dije risueño, apoyando mi cabeza en el hombro del alfa.

-¿Qué pasa, Einar?- Me miró con una sonrisa, también estaba ebrio, pero ni tanto como yo.

-Si fuera mujer... ¿te acostarías conmigo?- Dije aún con una sonrisa boba en mi rostro.

-Ah...- No me respondió.

-Ya sé que no, mi hermana aunque seamos iguales, es mil veces más linda, su piel, su pelo... su personalidad, por eso te gusta, es la mejor hermana, ¿sabes? Si le hicieras daño te mataría.- Comencé a divagar en mis pensamientos.

-Creo que ya es mejor que te vayas a acostar, te llevaré a la habitación de visitas.- Sonrió con preocupación.

-No quiero dormir.- Hice un puchero.

Antes de poder seguir reclamando, Lucas me tomó en brazos como si yo tratase de una princesa y comenzó a caminar hacia la habitación de invitados, recostándome sobre la cama. Me levanté con rapidez y cerré la puerta de la habitación antes de que Lucas pudiera salir.

-No me dejes solo... me da miedo.- Dije agachando la cabeza.

-Einar, debes dormir.- Me regañó.

-No quiero.- Dije marcando más mi puchero, queriendo convencerlo.

Lucas se acercó a mí e intentó quitar mi mano de la manija de la puerta para poder irse, pero yo me negué. Levanté mi mirada que se encontró al instante con la suya, de nuevo su rostro estaba tan cerca y a penas podía distinguir sus rasgos con la luz de la luna que entraba por la ventana, pero llegué s la misma conclusión de siempre, el era hermoso y perfecto. No sabía si estaba loco o de verdad estaba pasando pero parecía como si el rostro de Lucas cada vez estaba más cerca, quería besarlo pero mi cuerpo temblaba de los nervios, probablemente porque en mi inconsciente sabía que estaba mal. Recordé que ya había evitado besarlo una vez, pero no me sentía capaz de evitarlo una segunda, la tentación era demasiada.

-Oye...- Dije apoyando mi mano en su pecho, sobre su camiseta.

-Lo sé...- Su sonrisa era cómplice.

Lucas se inclinó hacia mí y beso mis labios con una gentileza que no había sentido antes. Sus labios eran tan suaves, sus movimientos lentos en perfecta sincronía, todo se sentía tan perfecto que hasta había olvidado lo mal que estaba lo que hacíamos.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***