Episodio 9: Invisible

^^^Catherine Howland.^^^

[16 años]

Uno pensaría que el corazón es honorable y bondadoso, o bueno, eso pensaba yo cuando disfrutaba de las hermosas historias de cuentos de hadas con finales felices cuando todavía no era consciente del amor que siento por Landon.

Estaba tan equivocada al creerlo.

Mi corazón no es honorable y mucho menos es bondadoso.

Es sucio, codicioso y egoísta.

Hoy es sábado y estoy en el apartamento de mi hermano, viendo una película mientras Amy y Lan hablaban en el cuarto de cocina.

Me siento molesta y frustrada, no se supone que ella estuviera aquí. Los fines de semana estaban destinados para mí, eran los únicos días en los cuales podía ver a mi hermano.

Por supuesto, no puedo quejarme porque ella tiene todo el derecho de estar aquí.

Amy sigue siendo la novia de Landon, también sigue siendo la favorita de mis padres.

Resoplo y apago el televisor cuando me pongo de pie, sin ánimos de continuar con la película.

Me acerco a la habitación que utilizo cuando me quedo a dormir y recojo únicamente mi mochila con los útiles escolares y el uniforme. El resto de mi ropa está dividida entre el armario de esta habitación y el armario que tengo en la casa de mis padres.

Salgo de la habitación y me dirijo a la puerta para salir del apartamento.

—¿Ya te vas, Cath?.—Pregunta Amy.

Me giro a verla, encontrándome con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Debe estar satisfecha con este resultado porque odia tenerme entre mi hermano y ella.

—Olvidé que tenía otros planes.—Me excuso.

—¿Con quién?.—Inclina la cabeza hacia un lado, fingiendo interés.—¿Con un chico tal vez? No me extrañaría que estuvieras viendo a alguien cuando todos dicen lo hermosa e inteligente que eres.

—No es con un chico.—Niego con la cabeza, sintiéndome extrañamente incómoda con sus ojos puestos en mí.

No pierdo más el tiempo cuando salgo del apartamento, sin siquiera despedirme de Landon.

No fue su culpa, solo no podía soportar verle cerca de Amy.

Tal vez podamos disfrutar juntos del próximo fin de semana.

Al llegar a casa, me encuentro con mamá al teléfono, clavando sus ojos marrones en los míos azules.

Sigo en la entrada cuando ella termina la llamada y me ordena acercarme. Sé que algo está mal con su actitud, pero no tengo el valor para desobedecerle, así que dejo el bolso en la entrada de la casa y me acerco a mamá.

—Sé honesta, Catherine.—Habla con frialdad.

—¿Qué ocurre, mamá?

—¿Estás saliendo con alguien?.—Niega con la cabeza.—No, ese no es el problema.

—¿Cuál es el problema?.—Estoy confundida.

—El problema, Catherine.—Hace una mueca de asco, observando mi cuerpo de pies a cabeza.—Alguien llamó diciendo que te vieron con otra mujer, besándote y tocándote en público con ella.

—¿Qué? No, no es cierto...

Me interrumpe al darme una cachetada en el rostro, haciéndome callar.

—No quiero escucharte, no quiero escuchar tus asquerosas excusas.—Dice con repulsión.

—Mamá, no me gustan las mujeres.

Intentaría defender el tema diciendo que no tiene nada de malo sentir atracción hacia alguien del mismo sexo, pero eso me pondría en una peor situación.

—Tu padre no estará feliz con esto.—Continúa ella, sin escuchar realmente mis palabras.

—¿Fue Amy, verdad? Ella te lo dijo, estabas hablando con ella, ¿no es así?

Mamá tira de mi cabello, sosteniéndolo con fuerza entre sus dedos.

—No vas a culpar a esa chica.—Me advierte.—No quiero que tenga otra discusión con tu hermano por tu culpa ¿Cuándo dejarás de estorbar en las vidas de los demás? ¿Por qué insistes en decepcionarme?

Mis ojos se llenan de lágrimas.

—Nunca debí haberte dado a luz, debí abortar cuando tu padre me dio la idea de hacerlo.

—Mamá, no digas eso...

Por favor, no digas que soy un error.

—Ve a tu habitación.—Ordena cuando suelta mi cabello.—No quiero verte salir de ella hasta que yo te lo diga, hasta que me asegure de que tu padre no te matará por ser una jodida lesbiana de mierda.

—¡Ella mintió! ¿Por qué no me escuchas?

—Vete ahora, Catherine.

Es tan injusto, ellos son tan injustos, papá y mamá nunca me escuchan, nunca lo hacen y me duele tanto, me duele porque los amo y estaría tan feliz de recibir el mínimo gesto de amor por parte de ellos.

Me encierro en mi habitación colocando el seguro en la puerta, lo hago porque cuando papá llegue a casa intentará entrar para matarme, si no lo hace entonces me golpeará tan fuerte que no podré asistir a la escuela.

Papá golpea mucho más fuerte que mamá y sus castigos siempre son mucho más severos, por eso siempre intento ser invisible para él, pero ahora solo el seguro de la puerta puede alejarme de su furia.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***