Episodio 14: Sensación

^^^Catherine Howland.^^^

Algo cambió después de aquella noche, cuando Landon no podía apartar la mirada de mi cuerpo con ese vestido verde esmeralda que se ajustaba a mi figura.

Algo peligroso y primitivo, comenzó a devorar el último gramo de inocencia que había guardado hasta ahora cuando rezaba por ser besada en ese momento.

Han pasado un puñado de meses desde entonces, retomando nuestra rutina anterior para vernos los fines de semana. Ahora, a diferencia de antes, viendo mi muy larga lista de películas favoritas mientras me deleito con su cuerpo.

Le abrazo y él me corresponde, sería algo bastante inocente si no fueran por los pensamientos que encienden una llama prohibida en mi cuerpo.

Hoy fue un hermoso y tormentoso miércoles, soleado y brillante hasta que llegó la noche para mostrarnos un cielo estrellado.

La escuela estuvo bien y mis padres no han tenido muchos motivos para castigarme, así que he salido de su radar por ahora.

También estuve hablando durante horas con Fanny, planeando su decimoséptimo cumpleaños para el próximo mes y terminando un proyecto que teníamos juntas para la asignatura de ciencias.

Hoy fue particularmente agradable, aunque no fue perfecto, no podía serlo cuando no he visto a Lan desde este lunes.

Todavía tengo que esperar hasta el viernes por la tarde para que venga por mí y pueda llevarme al apartamento.

Hago nota mental para comprar más inciensos, he comprado un centenar de ellos para encenderlos en el apartamento. Después de un tiempo desapareció por completo la esencia de Amy, pero sigo comprándolos porque me gustan y no parece molestarle a mi hermano.

Enciendo mi celular cuando veo marcar las once de la noche en el reloj que cuelga en la pared de mi habitación. Tengo las luces apagadas y estoy mi cama mientras me dirijo al chat que comparto con Landon.

Yo: ¿Trabajando?

Muerdo mi labio inferior, esperando su respuesta, algo que no tarda en llegar.

Lan: Todavía tengo tiempo para ti.

Yo: Estabas trabajando cuando me dejaste en la escuela este lunes, ¿siquiera has dormido?

Lan: Dos horas, creo. Estoy bien, me dieron un caso fácil.

El jefe del bufete de abogados decidió darle el primer caso de defensa a mi hermano, según sus palabras, se supone que la defensa tiene todo a su favor y debería ser un caso sencillo para cerrar a favor de su cliente, pero eso no significa que Landon no esté trabajando hasta el cansancio para evitar cabos sueltos.

Al parecer un mínimo detalle sin conocer puede perjudicar un caso de este tipo.

No entiendo mucho de leyes, pero confío en Landon y sé que lo hará bien.

Yo: Procura no saltarte las comidas y descansar como se es debido.

Lan: Estoy en perfectas condiciones, no necesitas preocuparte por mí.

Yo: ¡Lo hago de todos modos! Nunca te preocupas por tu salud y siempre terminas al borde del colapso.

Estoy preocupada por él, tal vez deberíamos reconsiderar nuestros fines de semana juntos para que tenga más horas libres y pueda dormir las horas recomendadas para un adulto, podría soportar el dolor de no verle si es por su bienestar.

Lan: No está funcionando esto de los mensajes. Asegúrate de contestar lo antes posible para que mamá no escuche tu celular.

No me da tiempo para responder cuando mi celular comienza a vibrar y sonar, así que respondo la llamada un segundo después de verla llegar.

—Mamá piensa que estoy durmiendo, no puede escucharme hablar.—Estoy susurrando.

—Necesitaba escuchar tu voz, dolly. Se siente solitario sin ti.

—¿Has estado bebiendo?

Le escucho reírse.—No. Solo es la falta de sueño.

Mi cabeza descansa en mi almohada, sosteniendo mi celular contra mi oído, sintiendo su voz profunda del otro lado de la línea.

Mi corazón late emocionado por escucharle y mi cuerpo reacciona con un hormigueo en mi vientre bajo, tentándome a deslizar mi mano hacia abajo para encontrar algo de alivio.

—Lan...

—Te escucho, pequeña.

—Soy feliz contigo, alejas a los demonios, los ahuyentas y estos no me persiguen, o al menos no tienen la fuerza para afectarme.—Quiero decirle que es mi cura, es la cura para el dolor, pero entonces preguntaría algo que no puedo responder.—Me gustan nuestros fines de semana juntos, pero siento que no es suficiente.

—No lo son.—Está de acuerdo conmigo.

El hormigueo de mi vientre se extiende hacia abajo, sintiendo un cosquilleo entre mis piernas.

—Lan, me siento extraña.—Me muevo en mi cama, inquieta por la extraña sensación.

—Dime cómo te sientes.

—Como si mi cuerpo estuviera ardiendo.—Sigo hablando en voz baja, viendo hacia la puerta de mi habitación para asegurarme de que sigue cerrada.

Mi hermano no habla, pero sigue en la línea, todavía puedo escuchar su respiración a través del móvil, ahora más pesada y agitada que antes.

—¿Dolly, te has tocado antes?

—¿Tocarme?

—¿Nunca te has tocado entre las piernas?.—Su voz suena mucho más gruesa y grave.

—No.—Mi respiración es acelerada.—Tengo miedo de que mamá entre y me vea, no se me permite cerrar la puerta con seguro, así que...

—Así que nunca te has tocado.

—No, no lo he hecho.—Asiento, aunque no pueda verme.

Esta extraña sensación ha aumentado desde aquella noche, cuando fuimos a su apartamento y buscamos su ayuda para volver a casa. Siento que desde aquel momento un interruptor fue presionado y ahora no puedo conformarme con solo verle.

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