En palacio

Cuando los niños ya iban en el carruaje, se podía ver cómo Archer, prácticamente estaba temblando por el miedo de llegar al palacio. Sasha solo pudo hacer algo.

—Alteza, le prometo que si usted está cerca de mi, nunca le pasará nada— tomando la mano izquierda del pequeño príncipe, Sasha se acercó y le dio un tierno beso en la mejilla de éste.

Era claro que a Sasha le gustaba mucho el pequeño niño, pero aún más importante, ella jamás dejaría que le volvieran hacer daño. Parte de su plan es hacer pagar a los que también lo dañaron a él, ahora sus enemigos se habían vuelto demasiados.

El príncipe solo se sonrojó y le sonrió dulcemente a Sasha, por aquel acto que claro, lo ayudó a calmarse un poco.

—Lady Sasha, de verdad agradezco que viniera conmigo, no sabría que hacer si hubiese venido solo— ahora era Archer quien tomó ambas manos de Sasha y de esta forma le agradeció.

—Alteza, se que es un príncipe, pero está bien no ser fuerte todo el tiempo. La verdad quiero que sepa que yo estaré a su lado siempre, no solo porque sea mi futuro esposo, si no porque lo quiero y lo estimo mucho—

Con dicha confesión, el hecho de ser apenas una niña a la vista de todos, Sasha solo pudo bajar un poco la cabeza, mostrando un poco de vergüenza, a lo que Archer lo único que pudo hacer, fue recostarla en su hombro y seguir su camino de esa manera.

El príncipe claro que también estaba más que encariñado con Sasha, lo que en un futuro le podría causar que tome decisiones no muy favorables para él, o quizás no.

El recorrido duró alrededor de cuarenta y cinco minutos y por fin llegaron a las puertas del palacio. Los recibieron a ambos, pero recibieron indicaciones distintas.

—Alteza, lady. Sean bienvenidos, por favor acompáñenme adentro— dijo, al parecer muy amable un hombre de mediana edad, parecía ser un secretario.

Al estar ya adentro, aquel hombre mandó llamar a un par de guardias.

—Lleven al príncipe a su habitación— ordenó, pero en su rostro mostró una sonrisa que daba miedo.

—Disculpe, ¿a dónde iré yo?— pareciendo sorprendida, Sasha preguntó.

—Usted se reunirá con su majestad, la emperatriz, ella quiere hablar con usted lady— respondió indiferente

—Bien, alteza lo iré a ver después de mi reunión con su majestad, por favor espere hasta que vaya— haciendo una reverencia llena de elegancia, Sasha se despidió de Archer.

Así la pequeña fue guiada hasta una zona alejada del lugar donde habían estado, cuando llegaron, Sasha se sorprendió por lo hermoso que era el lugar, un jardín lleno de flores y un par de fuentes verticales, muy lindas.

—Bienvenida querida. Me alegra que por fin hayan podido llegar, estaba ansiosa por conocerte— se acercó una mujer de unos treinta y tantos años, muy elegante, pero sin un poco de estilo propio.

El maquillaje que tenía, no iba con el tono de su piel, además un exceso de pedrería en sus ropas, con varios accesorios innecesarios.

Sasha al percatarse que era la emperatriz , hizo una reverencia muy poco pronunciada, lo que pudo notar el secretario, incluso al príncipe le mostró más respeto que a la mismísima emperatriz.

—Majestad, es un placer conocerla. Mi nombre es Sasha Brucks— dijo Sasha con el rostro sin ningún tipo de reacción, se veía neutral.

—Veo que te educaron bien, al parecer serás una buena princesa en un futuro o no lo sé, quizás llegues a ser emperatriz— riendo y a manera de burla, la emperatriz dijo.

—El futuro es algo incierto su majestad, aún no se si llegaré a ser algo en realidad— aún sin mostrar reacción alguna, Sasha le responde.

—Bueno te mandé a llamar para que me digas como se ha comportado aquel chico que enviaron a las tierras del norte— prepotente, dijo la emperatriz

—¿Se refiere a su alteza, el príncipe Archer?— conmocionada, preguntó Sasha.

Era imperdonable para ella, que incluso su propia madre se refiriera de esa manera sobre su hijo, al menos que no lo sea. Justo en ese momento a Sasha se le vino una idea a su mente y claro que tenía que comprobarlo.

—Majestad, disculpe ¿cree que podríamos tomar un poco de té?— pareciendo inocente y cambiando rotundamente sus reacciones, Sasha preguntó

La emperatriz ordenó que les sirvieran té y que trajeran algunos bocadillos, la manera de dar órdenes era de una persona prepotente y sin educación, ahora Sasha comenzaba a comprender muchas cosas.

No paso mucho tiempo para que las sirvientas trajeran lo que les habían pedido y después se retiraron del lugar.

—Adelante querida, toma té— intentando ser amable, la emperatriz incitaba a Sasha

Entonces Sasha de entre su vestido, sacó un pequeño frasco con una sustancia líquida, la vertió en su té y lo tomó.

—¿Qué es lo que le pusiste a tu té?— curiosa e intrigada, preguntó la emperatriz.

Sasha con una sonrisa, le respondió. —Es un líquido que sirve para seguir estando sana y hermosa, me lo dio mi madre, siempre lo tomo con mi té—

La emperatriz se había quedado fascinada con la explicación que le había dado Sasha, a esta mujer lo único que parecía importarle, era su belleza.

—Querida, entonces ¿sería mucha molestia si te pidiera un frasco de esos?— mostrando algo de tristeza en su rostro, la emperatriz preguntó.

—Para nada, su majestad tengo otro aquí— dijo Sasha y de entre su vestido sacó un frasco más, se lo entregó a la emperatriz, mostrando una gran sonrisa.

La mujer sin decir nada más, lo vertió a su té y se lo bebió de una sola vez, algo que a Sasha le pareció perfecto. Ella si había tomado una poción que ayuda con la salud física, pero a la emperatriz le había dado una poción que obligaba a quien la tomara a decir solo la verdad, no podía mentir en ningún momento, más que nada era un cierto brebaje que la pequeña había desarrollado para no tener que llegar a torturar a sus enemigos en el futuro , aunque nunca imaginó tener que usarlo tan pronto.

—Vaya, si que me siento diferente con lo que acabo de beber— decía la emperatriz, pareciendo radiante y feliz.

—Me alegro que le haya gustado majestad, ahora sí me lo permite, me gustaría hacerle algunas preguntas— dijo Sasha seria.

—Pregunta todo lo que quieras— respondió la emperatriz, entrando en un trance de sueño, al parecer.

—Bien, la primer pregunta y la más importante es, ¿el príncipe Archer es su hijo?— aunque tenía miedo de la verdad, debía saberla para llevar a cabo sus planes, por eso Sasha preguntó

—No, no es mi hijo— respondió la emperatriz, lo que dejó muy sorprendida Sasha, pero eso refutaba sus sospechas

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Comments

Cruz Mejia

Cruz Mejia

No tienen justificante lo que hacen con el príncipe pero era de suponer que no es su hijo por el trato que le dan, hay que ver que hace el duque con la información que oyó

2024-03-17

10

Lucia Feliciano Falcao

Lucia Feliciano Falcao

Por la descripción de Sasha de la emperatriz esa mujer es o fue una tremenda zorra ,es más falsa que contrabando de hawaiana 😸😸😸.

2024-03-06

4

Mitsuki G

Mitsuki G

Ese secretario mostró luego luego su desagradó por lo dos pero ya veo que falsa es esa emperatriz pero lo bueno que si adiviné que no es la madre de Archer por la forma que lo trata yo creo que es hijo ilegítimo o es hijo de alguna concubina que si era amada por el emperador por eso lo odia la emperatriz o solo una concubina sin importancia

2023-12-17

8

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