Mientras Tu No Estabas. Dinastia Beaumont

Los juegos de Kat

Ella lo miró con desconfianza.

— ¿La puedo alcanzar a algún sitio?, pregunto Karim.

— No creo que sea buena idea dijo ella.

— ¿Porque no?, pregunto él sonriendo. Ella dudo unos segundo y luego sonrió.

— Está bien solo son unas cuadras dijo ella. Kat abrió la puerta y subió al auto.— Gracias señor Bakhur dijo ella con tan dulzura.

— El cinturón dijo él impaciente. Ella se colocó el cinturón y luego se cruzó de piernas lo que solo hizo acortar más su escasa minifalda, lo cual contrario enormemente a Karim. Me llamo Karim, dijo el — ¿De dónde eres Kat?.

— De Estados Unidos, dijo ella mirándolo por la ventanilla.

—¿Cuantos años tienes ?, pregunto Karim.

— Los sufíente dijo ella.

— ¿ Qué clase de respuest es esa?,pregunto él

Ella lo miró — Nunca se le debe preguntar la edad a una mujer es descortés dijo Kat, él la miró y sonrió.—¿Cuánto años tienes Karim?.

— Tengo 33 años dijo Karim. Kat miró por la ventanilla, ella tenía 17 años ¿en que demonios estaba pensando?.— ¿ viniste de vacaciones?, pregunto él.

— Algo así, respondió ella sin dejar de mirar por la ventanilla.

— Porque no me miras cuando me hablas?, pregunto él. Ella lo miró, porque la ponía nerviosa. — ¿ Te arrepentiste de subir?, pregunto él.

— Algo así respondió ella mirándolo

— ¿ Es por Alexos?, pregunto él.

Kat pensó la respuesta, si Alexos sabía que ella se había ido con su cliente enfureceria, su hermana enloqueceria. Henry le daría un sermón, su padre la castigaria y su madre celebraría su caída en desgracia

— Sí, cuando lo sepa tendré varios problemas dijo ella despues de pensar.

— No le diré, respondió él.— ¿ Quieres ir a tomar un cafe?.

— No quisiera abusar de tu generosidad.

— Puedes abusar cuanto quiera de ella dijo él sonriendo mientras la miraba.

— Está bien aceptare el café dijo ella y lo miro.

Ese hombre despertaba su interés de inmediato. «Deslumbrante», fue el primer adjetivo que acudió a su mente. Oscuramente deslumbrante. Le gustaba su duro rostro con las gafas de sol, el pelo fuerte y negro que enmarcaba su amplia frente. Incluso le gustaba cómo le sentaba el sofisticado traje oscuro, con la camisa blanca abierta por el cuello. Parecía tranquilo, calmado, diferente a los demás. Kat se concentró en sus ojos. ¿Parecían dorados? Su mandíbula era poderosa, su nariz bastante larga y sus labios se curvaban ligeramente. Eran unos labios muy atractivos, que hacían pensar en besos.

Ella rompió el contacto visual por primera vez, el la incomodaba. Mientras conducía buscando un lugar para tomar café, Karim solo podía pensar en una cosa sexo.

Karim estacionó el coche y bajo dio la vuelta y le abrió la puerta.

A la distancia Stus y sus hombres lo vigilaban.

Mientras caminaba a su lado Karim pudo observar las miradas que ella se llevaba y lo peor era darse cuenta que a él le molestaba.

— ¿ Siempre vistes así?, pregunto él.

— No, ¿ qué tiene de malo?.

— En mi país ya estarías presa dijo el mientras corría la silla para que ella se sentará.

— ¿ De dónde eres Karim?, pregunto ella.

— De Burhan, es un país de medio oriente.

— Comprendo ¿ y a que te dedicas?, pregunto ella.

— Petróleo, entre otras cosas respondió él, pero al hacerlo noto que ellas ponía tensa. ¿Te has disgustado?, pregunto él.

—No, respondió ella, él ordenó el cafe. ¿Conocería a su familia?

—¿Cuánto tiempo estarás aquí?, pregunto él.

— No lo sé, se suponía iría unos días a Grecia dijo ella.

— ¿ Con Alexos?, pregunto él.

— Sí, respondió ella. Él frunció el ceño, estaba molesto, si bien él suponía que eran amantes y había visto ciertos indicadores de posesión en Alexos, como que censurara su vestimenta y quería que regresara a cierto horario. Ella había sido muy abierta con respecto a lo que haría, pero ahora parecía contrariada, sabia que no le era indiferente, lo había visto en la oficina.

— Siempre eres tan callada, pregunto

Ella apartó la mirada y no dijo nada, por lo que él continuó.

-No me gusta que me ignoren, dijo él.

—Tal vez deberías intentar una conversación normal, si es que tienes que hablar.

—¿De qué hablamos? ¿Del tiempo?–dijo él

—En Inglaterra, la lluvia es un buen tema de conversación, supongo que hay demasiada humedad dijo Kat.

Karim contempló su rostro. Las mujeres siempre habían caído a sus pies, deslumbradas por su poder y su riqueza. Las mujeres siempre habían sido fáciles para él. Pero Kat no era fácil, pese a que el había imaginado que lo seria. Y eso le gustaba.

Unos chicos comenzaron a reírse en la mesa de enfrente. Kat miró a los chicos, y uno de ellos parecía interesado en ella, Kat lo miró y sonrió de manera coqueta.

Karim la tomó de la muñeca, obligándola a mirarlo.

— No seas niña ¿cuántos años tienes?, no te consiento que te comportes así.— No es que sea necesario pero mientras estes conmigo respetame.

—Es bueno para un hombre tener un deseo que alcanzar, aún cuando el deseo sea inalcanzable.

Él apretó la mandíbula y pidió la cuenta.

— Gracias por el café dijo ella poniéndose de pie.

— No tan de prisa, tú te vienes conmigo dijo él.

— No lo haré dijo ella, pero él la tomó del brazo, sin darle oportunidad de escapar. Le hizo una seña a Stus y en un segundo un auto se detuvo frente a ellos. Él la obligó a subir.

— A casa ordenó él chofer.

— No iré contigo a tu casa, tengo que regresar .

Karim miró su reloj — Te esperan a las ocho eso me da un margen de cuatro horas. —Tal vez estando a solas te concentres en mí.

— Solo Intentas intimidarme, te seguiré el juego, pero te advierto que me aburro rápidamente.

Karim alzó una mano la tomo de la nuca y la atrajo hacia él, la miraba de una manera intensa y la besó apasionadamente. La apartó de él con el corazón desbocado.

—No ha estado mal —dijo, sin aliento pero con total indiferencia lo cual irritó bastante a Karim

—Quieres más —replicó Karim seguro de sí mismo.

—Yo no he dicho eso... respondió kat

—Pero quieres más. El era un hombre arrogante, pensó Kat, pero tenía derecho a serlo. Su beso casi había hecho que se derritiera.Entonces, Karim inclinó la cabeza y la besó, despacio, con curiosidad, como si llevara tiempo preguntándose qué iba a sentir. La boca de kat se suavizó bajo la presión de sus labios. Karim olía a cedro y a cardamomo, dulce, especiado. Sus labios eran frescos y firmes y Kat se sintió fascinada por la sensual exploración que estaba haciendo de los de ella. No estaba dirigiendo, exigiendo, mandando. Simplemente la estaba tocando, permitiéndole disfrutar de él. Y era increíble. Él era como su beso, cálido, sensual, fragante. El cuerpo de Kat respondió ablandándose, enviando oleadas de deseo a su vientre, a sus pechos, entre sus muslos. Nunca habia sentído tal anhelo.

— Creo que conseguiré tener toda tu atención dijo Karim sonriendo.

Había algo que Kat no entendía. Normalmente los hombres no la alteraban. Normalmente se le daba de maravilla manejarlos, lo había aprendido los dos últimos años, no había uno que no se dejara manejar con sus encantos. Sabía cómo pensaban y cómo aliviar sus frágiles egos sin dar nada a cambio. Pero él no parecía precisamente frágil y no parecía un hombre que pudiera manejar tan fácilmente.

Para sorpresa de ella el auto se dirigió al mismo barrio donde vivía su hermana con Alexos.

El auto ingreso en una propiedad seguido de dos autos más.

El custodio se bajó y le abrió la puerta.

Se dio cuenta de que no estaba tan lejos de la casa de Alexos tres cuadras que podía recorrer rápidamente.

— Tienes una bonita casa dijo ella con entusiasmo. ¿Vives aquí?. Él pareció sorprendido, por su cambio de actitud mientras recorria la casa.

— Vivo en Burhan, pero viajo bastante

Ella lo siguio hasta su oficina, parecía relajada.— ¿Quieres una copa?.

— No tomo alcohol dijo ella, acercándose a él.

—Tienes un pelo precioso dijo él acariciando un mechón.

— Está demasiado largo, tal vez me lo corté dijo ella.

— No lo hagas es precioso y me encanta como te queda, Karim deslizó su dedo pulgar por los labios de Kat.

— Tienes toda mi atención Karim dijo ella. Sentándose en uno de los sofas

— Eso me agrada dijo él, sentandose junto a ella estaba tan cerca de ella que casi se estaban tocando y no podía pensar en otra cosa que no fuera en su cuerpo…

El teléfono de Kat comenzó a sonar en ese momento, era Alexos.

Karim vio el nombre en la pantalla.

— Lo siento, dijo poniendolo en silencio. En que estábamos pregunto Kat.

— En que tengo toda tu atención dijo él.

— La tienes por completo dijo ella acercándose dejando que él la besara, Karim la aprisionó contra su cuerpo. se sentía mareada por sus caricias.

— Será mejor que vayamos al dormitorio, nos quedan tres horas.

— Porque tres podía quedarme si lo prefieres dijo ella besándolo.

Él sonrió sardónicamente, así que no le importaba abandonar a Alexos.

— Insisto en que te quedes dijo él sonriendo, mientras se ponía de pie tirando de ella para llevarla al dormitorio.

— Me das un segundo, haré una llamada para avisar que no voy a llegar dijo kat cuando estaban en la escalera.

— Está bien te espero arriba primera puerta a la derecha dijo Karim. Kat lo beso apasionadamente y luego se separó.

Regreso a la oficina tomó un bolígrafo y un papel.