Mientras Tu No Estabas. Dinastia Beaumont

El inescrupuloso Chris.

Sentado en su oficina Chris Beaumont observaba el anillo de la familia, las discusion de sus padres lo habían alterado. Era por eso que el nunca entablaría una relación estable con una mujer, de eso solo se obtenía sufrimiento y discusiones.

Y él no quería nada de eso en su vida.

Tomo el teléfono y llamó a su hermana necesitaba algunos datos para realizar el anillo para Kat.

Su secretaria ingresó en ese momento y le entregó un informe.

Él la observó era una de las pocas mujeres que se resistía a sus encantos. Siempre lo mantenía a raya con una sonrisa tímida, y fría determinación.

Era guapa había que reconocer, aunque debajo de esas blusas anticuadas y esas faldas por debajo de la rodilla no se sabía que había.Era una chica pequeña, con el cabello oscuro y que llevaba un traje de chaqueta azul marino

Él le entregó la agenda roja y la mujer lo miró

— ¿Necesita algo más señor Beaumont?, pregunto Sarah.

— Sí estoy esperando una llamada de mi hermana. Y necesito revisar mi agenda dijo Chris.

— Iré por ella señor Beaumont dijo Sarah.

Ella salió de la oficina observando la agenda roja en ella estaban escritos los nombres de las mujeres con las que Chris Beaumont no volvería a conversar, era una especie de lista negra, cuando figurabas ahí significaba que eras historia como la aclamada actriz de Hollywood. Si una mujer como esa pasaba a la historia tan fácilmente que le .

Sarah llevaba mintiéndoles a las mujeres de Chris Beaumont desde hacía un año, que era el tiempo que llevaba trabajando para él como secretaria. Chris Beaumont era muy poco accesible a sus amantes durante las horas de trabajo y, cuando una de ellas era apartada de la lista de chicas con las que salía regularmente, nunca más volvía a estar disponible. Lo de mentir iba con su trabajo, por mucho que le fastidiara a Sarah. Ella lo miró como atontada. Era un hombre de más de metro noventa y una masculinidad evidente. Cabello negro, un perfil moreno y duro, ojos brillantes que revelaban sus ancestros europeos. Un macho sexualmente devastador con una presencia física sobrecogedora que pocos hombres podían igualar. Y Sarah odiaba estar cerca de él. Odiaba la forma en que la miraba. La forma en que la hablaba.Si no hubiera necesitado tanto el dinero para pagar los gastos médicos de su madre, Sarah habría sacrificado el excelente salario y se habría ido a cualquier otra parte después de una semana de estar expuesta a los comentarios sardónicos de Chris Beaumont. La hacía sentirse tremendamente incómoda e, incluso, ridícula. Como un espécimen curioso atrapado detrás de una vitrina en un museo.

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Karim habia ido a despedirse de Alexos, estaban conversando cuando Natalie Beaumont ingresó a la oficina.

— Karim ¿ como estas?, pregunto ella saludándolo.

— Muy bien, vine a despedirme supongo nos volveremos a ver para la boda.

— Al paso que va creo que nos casaremos el próximo año dijo Natalie riéndose.Toma aquí tienes la lista de lo que necesito para el cumpleaños de Kat. La estaba esperando pero por lo visto no se ha levantado, ten cuidado con ella, si te da trabajo llama a Henry. Nos vemos en Grecia dijo Natalie y salió disparada para el aeropuerto.

— En que estábamos comento Alexos. Mi cuñado Chris organizará una fiesta en Grecia, por ahí quieras venir, de paso podrás conocerlo y arreglaremos la despedida de soltero.

— Estaré en Burhan y luego me instalaré en Chipre en El Perla Negra. Envíame los detalles dijo Karim aunque no tenía mucho interes.

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Los días pasaron rápidamente Charles Beaumont se embarcaba junto a Matt, había tenido la esperanza de que Elsa los acompañará, pero ella se nego rotundamente. Sabía que eso sería un golpe para Kat

Karim Bakhur se encontraba en el palacio de los leones en Burhan.

Mientras recibía y escuchaba a sus consejeros la imagen de Katherine Beaumont apareció en su mente.

Se preguntó por qué no podía olvidarla. Frunció el ceño, se sentía frustrado. Había pasado una semana y seguía pensando en ella todos los días. Estaba obsesionado con Kat y eso no le gustaba. Quería tener la cabeza en su sitio, como siempre, y sabía que no lo conseguiría si no volvía a verla.

Stus golpeó la puerta e ingreso para entregarle la información que había solicitado.

Lo cierto que la información de Katherine Beaumont no era muy relevante, a no ser por su número telefónico y dirección de su casa.

Le sorprendió saber que ingresaría a estudiar medicina en la Universidad de Harvard.

Tenía una cuenta bancaria considerable, en lo que respectaba a dinero Kat era inviolable.

Katherine Beaumont era todo un enigma y sería muy difícil de someter, y entonces la recordó orgullosa.<< Soy una Beaumont, había dicho Kat>>. Ella era una reina y lo trataba como si fuera un plebeyo. Él no estaba acostumbrado a eso. Incluso antes de ser nombrado rey de Burhan siempre había obtenido lo que quería.

La bella reina cumpliría años en días .

Tal vez no estaría de más ir a Grecia, aunque no le apetecía andar de fiesta definitivamente necesitaba volver a verla.

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El doctor Roger Gregory ingresó por primera vez al neurosiquiatrico, a partir de ese dia el dirigiria el lugar remplazando al fallecido director Anthony Wilson. El lugar era bastante lúgubre, Gregory era un reconocido siquiatra, que se había mudado de la ciudad tras el fallecimiento de su esposa abandonando Houston, para terminar en ese recondido lugar...